Imagen obtenida de Inernet
EN EL LUGAR DEL OTRO
En cualquier relación interpersonal, es necesario siempre,
ponerse en el lugar del otro.
Esto que parece obvio, no debe de traducirse por tomar
partido por el, por asumir todas y cada una de sus posiciones ante las cosas,
sino de enriquecernos mutuamente con el intercambio de experiencias.
Se trata por tanto de lograr que nuestra experiencia
de vida,se enriquezca, esté entrelazada, tejida y tramada también con el aporte
de otras experiencias vitales.
Para eso debemos de tener UNA ATENTA MIRADA y debemos
de practicar lo de ESCUCHAR CON ATENCION.
Mirar al otro, escucharlo con atención, va mas allá de
comprender lo que dice. Va más allá de eliminar innecesarios "ruidos"
que distorsionen lo que nos transmite, va más allá de evitar prejuicios hacia
su persona. Es interesarnos sobre todo en detectar su YO, aquello que
constituye su esencia y que lo hace ser INDIVIDUAL Y SINGULAR, puesto que todas
sus palabras, todos su actos, todos sus posicionamientos vitales emanan de esa
realidad singular.
Si aprendemos a escuchar, a mirar al otro de este
modo, no nos limitaremos a percibir lo que nos cuenta, sino que nos estaremos
interesando por el, por ella, siendo de este modo partícipes de su vida y no
sólo partícipes de sus palabras, y habremos dado pleno sentido a esa frase
tantas veces escuchada y tan pocas veces comprendida. ("PONTE EN MI
LUGAR").