En la actualidad quedan ya lejos la osa polar, el sextante, la brújula, las cartas de navegación, los mapas como herramientas de localización. Cualquier punto de la superficie terrestre está perfectamente localizado, parametrizado, fotografiado y nada y me atrevería a decir que nadie, escapa a la geolocalización, a los satélites, a los gps. Tal vez no estemos muy lejos de ese Mundo Feliz que describió Aldous Huxley con una felicidad bobalicona, sumisa bajo la supervisión del Gran Hermano.
Quiero exponeros lo más brevemente que me sea posible, uno de los grandes itinerarios que vertebran Europa, como lo refleja el hecho de que en 1987, siendo Secretario General del Consejo de Europa Marcelino Oreja, fuese proclamado por este Organismo, Itinerario Cultural Europeo, primera vez que se otorgaba tal distinción.
Cuenta la leyenda que el cuerpo del Apostol Santiago fué trasladado por sus discípulos desde el puerto de Jaffa hasta Iria Flavia en Galicia y enterrado en una gruta, quedando a su custodia los discípulos Teodosio y Anastasio que finalmente fueron también enterrados junto al apóstol . Los sepulcros, con el tiempo, olvidados.Narran las crónicas que en el año 813 se produjo el milagroso descubrimiento de las reliquias del Apóstol bajo la maleza del Monte Libredón. Las encontró un ermitaño que vió allí signos celestiales. De ahí el nombre de Compostela, “Campus Stellae” o Campo de Estrellas. Comienza assí la masiva peregrinación desde todas las partes del Orbe Católico hacia el templo erigido para orar junto a la tumba del apostol.
Con el tiempo, fue decayendo esa necesidad de peregrinar hasta la tumba del apóstol, tanto es así que en el año 1978 registraron su llegada en peregrinacion a la Catedral de Santiago tan sólo 13 peregrinos.
Nos situamos en 1984 y en la figura del Párroco de O Cebreiro, D, Elías Valiña Sampedro, gran conocedor y amante del Camino de Santiago. Se propuso marcar el Camino de Santiago desde Roncesvalles hasta la Catedral de Santiago.
Para ello solicitó a una empresa de Obras Públicas la pintura sobrante de la señalización de las carreteras. La pintura era amarilla y asi, con flechas de ese color, podría haber sido de cualquier otro, nació la más fiable señalética para llegar hasta la tumba del apóstol. Fue igualmente impulsor de las Asociaciones del Camino de Santiago. Son estas asociaciones las que, tomando el testigo de la señalización, brocha y pintura en mano, de eso saben mucho mis amigos Manolo Y Gabriel, han llenado de flechas amarillas en muros, árboles, piedras del camino, postes, hitos, incluso asfalto, los caminos que guían al peregrino desde los cuatro puntos cardinales.
Así, lo que comenzó como el deseo de un humilde párroco de facilitar el caminar de los peregrinos, se convirtió en un fenómeno social cada día más pujante., guiando a los peregrinos hasta la tumba del Apóstol. Un solo dato para destacar esta pujanza. En 2019 registraron su peregrinación 347.578 peregrinos. Los caminos francés, sanabrés, portugués, inglés, espiritual, conocen de mis pasos, aunque mis motivos hayan sido más culturales y deportivos que religiosos.
Quiero mencionar especialmente el Camino Mozárabe a cuya Asociación pertenezco que enlaza provincias tan remotas como Almería, Málaga, Jaén, Granada o Córdoba, con la catedral compostelana, camino que fué recorrido por cristianos que viviendo en tierra de moros, de ahí su nombre, se arriesgaban a peregrinar hasta Compostela.
Este movimiento ha contribuido sobremanera a la recuperación de caminos ancestrales que desde la más remota antigüedad han venido vertebrando nuestra geografía y que, con el tiempo y por mor de la desidia de las autoridades o por bastardos intereses, se habían perdido o caido en desuso. Esa flecha amarilla rudimentaria, primitiva, elemental, sigue constituyendo el mejor GPS, el mejor plano, el mejor mapa para guiar a los peregrinos hasta ese "Campo de Estrellas".
Podeis leer más sobre mapas, brújulas, relojes y calendarios en el blog de nuestra amiga Mónica.
P.D.- Soy consciente de haber sobrepasado el número de palabras recomendado.Lo lamento de veras, hago propósito de enmienda, pero no he podido resumir más lo que pretendía contaros.