MIEDO
En el mar de la desesperanza,
entre olas de depresión y desaliento,
con el rumbo perdido,
agotada y sin fuerzas,
soy como una nave gravemente lastrada,
con la vela, el timón y la quilla de piedra,
abocada al naufragio.
Con el mínimo aliento que aún me queda,
suplicante te llamo.
Solicito tu ayuda,
quiero el soplo que impulse,
que libere mis velas,
tus besos que aligeren el lastre que me hunde,
tu energía que aleje de mí las tempestades,
Dame el amor que disipe la espesa bruma que me envuelve.
Tal vez te estoy pidiendo sacrificios
de una forma egoista y desmedida,
a veces me doy cuenta y me duele por tí, porque te amo
y no quiero que sufras ni arrastrarte en mi caida
Ahora que estoy frágil y rota, lejos de lo que fui
me horroriza que te alejes de mí,
Necesito, como siempre, saber que soy tu prioridad,
quiero tu ayuda suavizando mi deriva
que navegues conmigo, y si al final naufrago,
sentir, llenas de amor, tus manos en mis manos.
Pepe
Más relatos inmersos en el miedo en el blog de nuestra amiga Nuria
Hola Pepe, que manera de describir el miedo que siente la nave ante el inminente naufragio, reclamando la ayuda del navegante que la libere de su miedo a terminar en el fondo del mar. Transmites las sensaciones de pánico y miedo con maestría.
ResponderEliminarMe he sentido sobre la popa del barco intentando aferrarme al mástil para no hundirme.
Muy bien gestionado y superada la convocatoria.
Un fuerte abrazo
Podría ser perfectamente el miedo de la nave ante su naufragio, Nuria pero es solo una metáfora del miedo de una persona consciente de su irremediable decadencia.
EliminarCreo que una tormenta en el mar debe ser un horror pasarla, el miedo se apodera de uno y los nervios o se templan o puede pasar cualquier cosa y no buena.
ResponderEliminarUn bello poema que refleja a la perfección ese miedo a la tempestad.
Un abrazo.
Te contesto igual que a Nuria. Sólo me ha servido como metáfora del miedo tremendo de una persona cuando percibe su deterioro físico y mental progresivo y la solicitud angustiosa de ayuda para ese continuo deterioro.
EliminarDa miedo la soledad cuando la decrepitud o un mal puerto nos espera.
ResponderEliminarUn gran poema. Un abrazo fuerte.
La soledad es terrible, darte cuenta de que la capacidad cognitiva te abandona, es más terrible aún porque te arrebata aquello que distingue a los seres humanos. Un abrazo.
EliminarQué forma tan bonita de describir ese desgaste, esa necesidad de auxilio. Es muy sutil la metáfora que utilizas, que les explicabas a las compis de aquí arriba. Pero, al leerlo con más pausa se percibe lo que nos estás contando. Me ha encantado tu aportación!
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Sckyw. Celebro que te haya gustado Un abrazo.
EliminarCreo que es una poesía aceptable y correcta, aunque es un terreno que no controlo mucho.
ResponderEliminarPero por lo menos a mí, me ha gustado.
Sólo me gusta considerarme aprendiz de poeta, es gratificante saber que lo que escribo puede llegar a gustar. Gracias.
EliminarBuenas noches. Describiendo emociones eres un maestro. Transmites el mundo interior del protagonista y se lo haces vivir al lector de forma bella, aunque el momento que le toca sea triste. He disfrutado su lectura. Un abrazo, sigue ahí.
ResponderEliminarDecirte que está basada en hechos reales que me afectan de cerca. Tal vez eso me ha facilitado el aproximarme a las palabras precisas. Celebro que te haya gustado. Un abrazo.
EliminarEl miedo a la perdida del ser amado. Un sentimiento que nos une en fragilidad. Muy emotivo, Pepe. Un abrazo
ResponderEliminarLa necesidad de apoyo y ayuda cuando la fortaleza se ha convertido en fragilidad,cuando la certeza se ha convertido en incertidumbre, cuando la luz se ha transformado en espesa niebla, cuando el olvido se apodera del intelecto, es el momento del miedo. Así es, Mónica. Un abrazo.
EliminarQue poético tu relato! Inmerso en metáforas marineras, el miedo a la caída y la soledad es universal! Un abrazote!
ResponderEliminarAsí es, ese miedo está presente en todos nosotros. Un abrazo.
EliminarUna metáfora real de la vida y los miedos que hacen zozobrar nuestra vida y ponerla a la deriva.
ResponderEliminarBesos, Pepe.
Esos miedos, Tracy, son reales y necesitan soporte y apoyo. Valorar toda una vida pasada compartida en plenitud, para afrontar con fuerza y positividad el futuro.
EliminarBesos, tracy.
Ese miedo a la soledad no deseada, algo que va acompañado de una alta vulnerabilidad. Solo el amor puede hacer todo más llevadero. Bello poema amigo. Besos.
ResponderEliminarMuchas gracias,Moli, celebro que te guste. Besos
ResponderEliminarUna bella forma poética de describir el miedo, un placer leerte, saludos.
ResponderEliminarPATRICIA F.
Muchas gracias, Patricia por comentar. Me alegra que te guste. Saludos.
EliminarEs verdad así nos lleva los miedos, como en un naufragio, cuando son aquellos que van en caída y poco podemos hacer, que solo estamos en este mundo, aunque hay alguien que pueda y quiera dar una mano.
ResponderEliminarUn abrazo Pepe,
Hay un momento en que somos conscientes de que algo no está bien dentro de nosotros. Más tarde, ni siquiera somos conscientes de nuestra degradación. Ese es el momento en que, sin saberlo, necesitamos toda la ayuda de aquellos que nos quieren.
EliminarGracias por comentar. Un abrazo, Cecy.
Bello texto que refleja claramente el miedo a la tempestad. Un placer leerte. Saludos
ResponderEliminarlady_p
Gracias por comentar mi entrada,Lady_P.
ResponderEliminarUn abrazo.
Describes de una forma metafórica y bella la deriva personal de alguien en declive, y cómo se siente esa nave que es él, amparado siempre por la protección que le daba el amor de su pareja, pero que ahora se ve en peligro porque de algún modo se ha alejado de él.
ResponderEliminarNo sé si me equivoco, pero esa es mi apreciación.
Un abrazo, Pepe.
No hay lejanía Marcos, simple y solamente miedo ante la propia fragilidad, ante la certeza de su inevitable e irreversible final, de un proceso que la llevará a ni tan siquiera conocer a la persona amada, miedo a esa bruma espesa que acabará envolviéndola y miedo a la reacción de quien siempre ha estado ahí, como tú dices, protegiendo y amando. Gracias por tu atenta y acertada lectura.
EliminarUn abrazo.
Aplausos Pepe. Leyendo tu propuesta he sentido ese desaliento profundo ante ese naufragio. Se tiene miedo al hundimiento y a arrastrar a su vez a la persona amada.
ResponderEliminarGracias y abrazo
Gracias, Amaia. Ese sentimiento es el que he pretendido transmitir. Si lo he conseguido, misión cumplida.
EliminarUn abrazo.
Tus versos dan para una variedad de interpretaciones, al no precisar el mal que tiene la protagonista de tus versos.
ResponderEliminarA mí me suenan como un grito pidiendo ayuda, de una mujer que se está yendo. Y tiene miedo por qudar sola en esa situación, de la que está consciente.
Y a la vez que se preocupa por alguien más, por la impresión que le producirá, necesita su ayuda, su compañía.
Estremecedor. Saludos.
Tienes razón Demiurgo, cierto es que, intencionadamente, no he querido precisar que mal aqueja a la protagonista de mis versos. Sólo quería reflejar el miedo a un deterioro físico y mental sin posiblidad de retorno y a la necesidad de soporte para afrontar ese miedo que progresivamente la anula.
EliminarUN abrazo.
Pepe entiendo tu desesperanza ante un miedo que a sabiendas que puede ser cierto buscas la forma de unido al ser amado podáis sortear la tormenta Un abrazo
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Rodolfo. ¿Sabes?. A este poema le he cambiado el título a último hora para que fuera acorde con la convocatoria. Realmente al escribirlo lo titulé precisamente así. DESESPERANZA. Ese el el sentimiento junto al miedo que está presente en todo el poema.
EliminarUn abrazo.
Hay personas que son como una tabla que mantiene a flote a un naufrago. No solo está el miedo a hundirse, sino a hundir tu tabla contigo... Un poema maravilloso.
ResponderEliminarBesos
Gracias por tu amable comentario, Dafne. El miedo a hundir la tabla que sostiene al náufrago está ahí. Cuando se quiere, es inevitable.
EliminarBesos.