Reedito para la convocatoria que nos hace nuestra compañera Nuria, una entrada que publiqué ya hace años, con motivo del Día Internacional de la Mujer. Tristemente, casi nada ha cambiado.
El próximo día ocho, como cada año, se celebra el Día Internacional de la Mujer. Muchas mujeres no son en absoluto partidarias de “Otro día de…”. Suele coincidir esta corriente de opinión contraria a la celebración de un día específico para la mujer, con la de mujeres independientes, libres, cultas, que viven en sociedades en las que, al menos normativamente, los derechos de la mujer están reconocidos y en los que existen leyes que intentan proteger estos derechos.
Conceptualmente estoy de acuerdo con ellas. Tampoco me gustan los “días de…”. Sin embargo, existen tantos millones de mujeres en el mundo para las que los más elementales derechos de todo ser humano no son reconocidos, que no puedo por menos que aplaudir, apoyar, estar a favor de cualquier medida por pequeña que sea, que contribuya a despertar conciencias y sumar adeptos a la causa de reclamar algo tan elemental, tan obvio, tan lógico como que todos los hombres y mujeres del mundo deben de gozar de aquellos derechos que les otorga su condición de seres humanos, sin distinción alguna por razón de sexo.
No sucede así. En un mundo dirigido por hombres, las leyes, las normas de conducta, los preceptos religiosos, los convencionalismos sociales, han ido encaminados siempre a ratificar y fortalecer esta primacía de género.
Asistimos impotentes a prácticas como la mutilación (ablación me suena a eufemismo), del clítoris, práctica odiosa que niega a la mujer su derecho a una plena sexualidad, a la búsqueda del placer por el placer, sin más consideraciones.
Vemos como en muchos lugares del mundo la mujer ha de esconder por completo su anatomía, dejándonos ver solamente sus ojos, como si el origen de todos los males del mundo, radicara en el cuerpo de la mujer.
Bárbaras prácticas como la lapidación, intentan preservar el derecho de los hombres a disponer de las mujeres como propiedad privada, negándoles el derecho a disponer libremente de su vida.
Sigue siendo práctica consentida cuando no plenamente aceptada, en algunos lugares del mundo, la venta de niñas para ser prostituidas ante la impotencia de unas economías familiares que ven como una mujer sólo resulta una carga, lejos de la “productividad” que se espera de un varón.
Cientos de mujeres cada año mueren a manos de sus parejas. Miles de mujeres sufren vejaciones físicas y psíquicas de las bestias inmundas que un día les prometieron amor sin saber, ni de lejos, lo que esa palabra significa.
Fenómenos como el paro afectan en mucha mayor medida a mujeres que a hombres. La equiparación salarial (a igual trabajo, igual salario), está lejos de ser una realidad. A pesar de los mejores resultados académicos de la mujer, los puestos de responsabilidad en la mayoría de las empresas, siguen copados por hombres. El mobbing y el acoso en el trabajo, afecta en mayor medida a mujeres que a hombres.
En el plano doméstico, el reparto de tareas está lejos, muy lejos, de ser una realidad.
No ha pretendido ser una exposición exhaustiva, ni mucho menos. Tan sólo algunos ejemplos ilustrativos del camino tan ingente que nos queda por recorrer aún a la Humanidad hasta conseguir algo tan simple como que todos, hombres y mujeres podamos disfrutar del mismo reconocimiento, de la misma consideración, de los mismos derechos, de las mismas libertades. Cualquier paso, por pequeño que sea, que se dé en este sentido, bienvenido sea aunque se trate de “el día de…”.
Quisiera terminar permitiéndome la pequeña licencia de ofreceros un poema que dediqué a ELLA, a Toñi mi mujer, que rescato de nuevo porque quiere reflejar algo de lo expuesto.
TE SIENTO LIBRE
Te siento libre y libre te deseo.
Libre viniste a mí y libre permaneces a mi lado,
libres nos recorremos cada día
y libres con pasión, nos enredamos.
Libremente compartes, compartimos,
ternuras y caricias, placeres y deseos,
orgullo por las vidas que creamos,
y rabia por el hijo que perdimos.
Te siento libre y libre te deseo.
Penetro en tu interior para crecer contigo,
y adoro que tú crezcas a mi lado.
Y aunque no soportaría que me dejaras
si libre viniste a mí por tu deseo,
libre debes partir cuando presientas
que ya no puedo ser más tu compañero.
(Aunque sospecho que afortunadamente, atados por
nuestra libertad, viviremos juntos para siempre).
Pepe
Hola Pepe, gracias por sumarte a la convocatoria juevera, todo lo que argumentas estoy completamente de acuerdo contigo. Las mujeres y los hombres deberían tener los mismos derechos, pero esas culturas tan opresoras para la mujer nunca las he entendido. Pero es cierto que el mundo, la sociedad y sus clichés aún tienen mucho que avanzar, porque todos somos iguales independientemente del género, raza, o condición.
ResponderEliminarLas mujeres deberían ser libres para elegir, pero hay culturas u opresores que se lo impiden.
Ojalá el mundo cambie en todos esos aspectos.
Un poema a la libertad lleno de fuerza que desprende grandes emociones.
Me encanta tu aporte.
Gracias y un abrazo
Estamos asistiendo a un estancamiento, cuando no a un franco retroceso de los pasos dados hacia esa igualdad soñada.
EliminarGracias por comentar.Un abrazo.
Las consideraciones primeras, duras y crueles, siguen vigentes, lamentablemente hay quienes apuestan al retroceso. Los versos del final dedicados a tu esposa, una belleza. Un abrazo, Pepe y muchas gracias por esta entrada
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en que hay quienes apuestan por el retroceso. El problema es que ocupan puestos de poder por la fuerza de los votos. ¿Está enferma la socieedad?. Gracias a tí, Mónica por comentar.
EliminarNo me gustan los días de, mientras existan es que nada ha mejorado, pero entiendo que es una manera de recordar que no avanzamos.
ResponderEliminarLas mujeres somos un pilar de la sociedad al serlo de la familia. Precioso el poema. Abrazos
Coincido plenamente en que llas mujeres sois el pilar fundamental de la sociedad.
EliminarGracias por tu comentario,Ester. Un abrazo.
A ver voy a ir un poco a contracorriente y es porque me gusta ver el vaso lleno, no medias. Es cierto que queda mucho por hacer, pero vamos a fijarnos en lo que hemos
ResponderEliminarconseguido.
Y tan bien vamos a dejar ese derecho que algunas mujeres quieren seguir teniendo en sus culturas y religiones.
La libertad también consiste en eso, en no imponer lo que creamos, que es más justo, para unos, sino para los que deseen seguir con sus costumbres, aunque nos parezcan una aberración.
El poema es muy bonito, aclama una libertad, un seguir un camino al lado uno del otro.
Un abrazo.
Naturalmente la libertad debe prevalecer, sin embargo, coincidirás conmigo en que esa libertad de elección hay muchos paises en los que no se respeta, e incluso se persigue.
EliminarHola Pepe, me gusta mucho lo que escribiste, es muy cierto, lamentablemente no han cambiado mucho las cosas.
ResponderEliminarEl poema también me gusta mucho, agradezco esas palabras que has escrito, un abrazo.
PATRICIA F.
Efectivamente no ha habido apenas cambios, incluso te diría que se aprecia una cierta tendencia a un retroceso de lo conseguido.
EliminarGracias por comentar. Un abrazo.
Pepe, me ha gustado mucho que generalices al resto de las mujeres del mundo, cuyas exigencias son más perentorias que las de nuestro mundo.. me ha gustado mucho que refrendes todo tú relato con el bello poema a tu mujer.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Es un tema que requiere no mirarnos el ombligo, ¿no te parece?. En cuanto al poema a mi mujer, no entiendo el amor si no es desde la libertad. Un fuerte abrazo.
EliminarAlgunos días, algunas fechas, pueden ser útiles para recordar injusticias, derechos que reclaman ser respetados.
ResponderEliminarY en algunas partes del mundo es peor.
Suele pasar que hay algunas mujeres que llegan a posiciones del poder y modelos de opresión. Como hay mujeres que son violentas con otras mujeres.
Muy bien tu poema
Demiurgo, el abuso de poder puede darse independientemente del género, pero es mayoritariamente ejercido por los hombres.
EliminarUn abrazo.
Tu escrito combina reflexión introspectiva con indignación contenida. La mención de “ablación me suena a eufemismo” o la referencia a hombres que “prometieron amor sin saber lo que esa palabra significa” introduce un toque sarcástico que apunta a la hipocresía y la injusticia establecidas.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo, principalmente cuando abordas la desigualdad de género como un problema global y sistémico, enfatizando cómo las estructuras patriarcales (leyes, religión, convencionalismos) perpetúan la opresión.
Tu escrito es una reflexión honesta, bien argumentada y profundamente humana. Me encanta cómo equilibras la crítica racional (el rechazo inicial a los “días de”) con una empatía visceral hacia las mujeres que aún luchan por derechos básicos. Los ejemplos son impactantes y están presentados con una claridad que no deja indiferente; la mención a la mutilación genital o la violencia doméstica, en particular, tiene una fuerza que estremece.
Saludos cordiales
Gracias Marcos por tu detallado comentario a mi escrito. Como bien dices, es frtuto de la honestidad y del convencimiento de la necesidad de una sociedad más justa e igualitaria.
EliminarSaludos.
Una magnífica exposición; poco más puedo añadir.
ResponderEliminarSolo que, como muy bien dices, sigamos construyendo y dando pasos adelante, aun cuando parezcan insignificantes; porque todo suma. Hay que seguir e impedir cualquier retroceso o distorsión.
Y, por supuesto, una belleza el poema dedicado a tu mujer.
Un placer leerte, Pepe.
Un abrazo.
Gracias Ginebra. Para atrás, ni para tomar impulso. Es una tarea titánica en la que debemos estar hombres y mujeres, pero me temo que queda mucho. Aprecio un retroceso.
EliminarUna abrazo.
Hay culturas depredadoras pero hay otras que cansaron de luchar y no ser reconocidas. Muy buen homenaje.
ResponderEliminarCreo que es difícil cambiar el pensamiento supremacista que perdura desde tiempos inmemoriales.
EliminarPaso a paso.
Un abrazo.
Reivindico el día de " mi no cumpleaños" estoy cansada de los "días de ..." aunque si sirven para algo bienvenidos sean . Buen poema el que nos dejas , tu compañera se debe sentir orgullosa por el homenaje que le haces. Muchas gracias por visitar mi blog y comentar. Un saludo
ResponderEliminarEs un paso más en una carrera de fondo, para la que a menudo falta fuelle.
EliminarTe agradezco que consideres bueno el poema a mi mujer.
Un saludo..
Pepe, una estupenda participación, tanto la reflexión primera como tu lindo poema son magníficas aportaciones.
ResponderEliminarTambién creo que queda mucho por andar, en muchos países aún la libertad de la mujer está gravemente coartada...
En cuanto al poema, ¡es verdaderamente precioso!
Las tradiciones son respetables, pero no cuando cercenan las libertades individuales.
EliminarCelebro que el poema te haya gustado.
Un abrazo.
Hola, Pepe.
ResponderEliminarPrecioso poema que le dedicaste a tu mujer, :)
Y sí, queda mucho por hacer, sobre todo, y como tan bien has expuesto en países en los que la injusticia va de la mano del horror.
Un abrazo.
El amor ha de ser vivido en libertad, eso es lo que he querido expresar.
EliminarQuedo mucho por hacer, evidentemente.
Se avanza lentamente y la situación actual es de estancamiento o retroceso.
Un abrazo.
Hola Pepe, un poema muy bonito, amarse libres y sin imposiciones.
ResponderEliminarTodavía queda lucha pero poco a poco se va avanzando.
Un abrazo!
Gracias, Dakota. Está escrito desde el corazón. Es así como lo siento.
EliminarSeguimos caminando hacia la igualdad de derechos, pero... tan lentamente.
Un abrazo.
Pepe abres tu mente y tu alma para en tu cercanía de sentimientos tos hacer universal en todo hombre que se precie esa exquisita forma de adorar a una mujer Un abrazo
ResponderEliminarGracias por tus palabras, Rodolfo,
EliminarUn abrazo.
De tantos días de ... el Día de la Mujer es uno de los más importantes y aún necesario, esperemos que en un futuro no muy lejano sea realmente una fiesta. Buen texto y mejor poema para tu mujer. Un saludo.
ResponderEliminarOjalá que más pronto que tarde no haya necesidad de "Un día de"y, como bien dices, sea un día de fiesta.
EliminarUn saludo.
No sé si ya te leí en tu día...
ResponderEliminarSubrayo cada una de tus palabras, Pepe, y lo que está muy claro es que el día de la mujer, ¡de la liberación de todas las personas que son discriminadas, vaya!debe plantearse cada día.
El homenaje a tu mujer es una maravilla, y se siente el amor en cada verso. Yo también creo en la libertad de elegirse día tras día.
Un besazo
Es cierto que la lucha debe librarse día a día. Me alegra que te haya gustado el poema.
EliminarUn abrazo.
Que texto forte e necessário! A realidade de tantas mulheres ainda é marcada por desigualdade, violência e injustiça, e ignorar isso seria fechar os olhos para uma ferida aberta na humanidade. A reflexão aqui trazida é impactante e essencial, lembrando-nos que, enquanto houver qualquer mulher privada de seus direitos, a luta deve continuar.
ResponderEliminarE que belo poema para finalizar! O amor verdadeiro caminha lado a lado com a liberdade, sem correntes, sem imposições, apenas o desejo sincero de compartilhar a vida. Amar assim, sem posse, mas com entrega, é um presente raro e precioso. 💜
ABRAÇOS