18 de julio de 2012

Una convocatoria literaria. Este jueves, un relato. "La curiosidad mató al gato"


No entendía nada. Sólo sabía que ya no gozaba de los mimos y caricias, de los continuos cuidados  del niño que fuera hasta hace un mes su compañero inseparable de juegos. Aquel día ya lejano, la desesperación y el llanto se reflejaba en los rostros de toda la familia. El rostro del niño sin embargo, carecía de expresión. Yacía inerte en el interior de una caja, la misma caja que más tarde depositaron al pie del magnolio del jardín, un metro bajo tierra. 

Desde entonces, no había vuelto a verlo. Obsesionado, se había olvidado de jugar, tambien de comer. Se pasaba el día,  preso de una enorme curiosidad por entender su ausencia, arañando la tierra, esa tierra donde vió desaparecer el cuerpo de su amigo. ¿Acaso se había olvidado de él? ¿Volvería alguna vez a verlo?.  ¿Con quien jugaría ahora?.

Noche cerrada. Desde su atalaya, encaramado al tejado, sus ojos de gato acostumbrados a la oscuridad vigilaban, como todas las noches,  el sitio donde su amigo descansaba, con la esperanza de verlo aparecer. De repente, una extraña fosforescencia que emergía de la tierra, de esa tierra, excitó su curiosidad hasta el punto de acercarse venciendo sus temores.

Tal vez debió haber ignorado su natural curiosidad. De la tierra surgieron dos manos que atenazaron su garganta. Al día siguiente, lo encontraron muerto. En su garganta, surcos sanguinolentos que terminaban allí donde sus pequeñas garras gatunas se hundían en la carne. Un  centímetro más abajo, una marca rojiza, como si un dogal se hubiera ceñido a su garganta hasta asfixiarlo. 

Lo enterraron junto a su compañero de juegos. A veces, en las noches cerradas, dos pequeñas fosforescencias iluminan el tronco del magnolio mientras de fondo se escuchan maullidos y risas infantiles.

Mas curiosas historias en el blog de nuestra amiga Tere

24 comentarios:

  1. Impactante, de un final insospechado, un planteo interesante y atrapante (me queda algún magullón, pero pude escapar...)

    Besos y buen "jueves".

    ResponderEliminar
  2. Uuuuuuuh, qué pánico!!!! Menos mal que es de día!!! Coñe, Pepe, menudo susto.

    Todavía me acuerdo de una noche que vi dos cosas brillantes que me miraban cuando yo conducía, sola en el coche... brrrr, esas cosas eran los dos apliques de esos que hay en la barra metálica que colocan donde hay peligro de caerse el coche. Era un barranco ¡¡¡CON DOS OJOS!!!! Mira que tengo yo una fantasía... :))))

    Beso a los dos.

    ResponderEliminar
  3. Literalmente, si señor, la curiosidad mató al gato. Macabra dependencia del amigo que pone los pelos de puntaaaaaa.
    Un beso

    ResponderEliminar
  4. Joooo! Fuerte tu curiosidad! entre la peli de el orfanato que vi ayer y tu relato no gana una para sustos!!!
    Pero a mí me encantan estos relatos...
    Gracias por estar este jueves.
    Un beso, amigo

    ResponderEliminar
  5. Oye que miedo, aquí si que el pobre gato quedó petrificado, pobrecito. Suspense hasta el final
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  6. Jesús por Dios Pepe!!!!! esta noche veo gatos, manos que agarran, luces fosforescentes...anda que voy yo a ser curiosa.
    Besos muy asustadizos.

    ResponderEliminar
  7. El amor en vida se continua en la muerte. Buen trabajo

    ResponderEliminar
  8. Pepe, menos mal que te leí pronto, si te leo más tarde no pego ojo, y estas noches con calor, lo que me faltaba era sentir un gato maullar, me acordaré de ti, eso seguro. Pero está claro que si me acuerdo es porque el cuento te sobrecoge, y te asusta, vaya que sí. Besitos dobles.

    ResponderEliminar
  9. Se me erizó hasta el último pelito! La curiosidad fue el broche final y empuje de este relato que tiene una buena dosis de misterio y un dejo de ternura... a pesar del desenlace. Juntos moran aquellos compañeros de juegos.
    Un beso al vuelo:
    Gaby*

    ResponderEliminar
  10. Pobre gato :-(. Bueno, al menos el niño ya no está sólo.
    Me gustó tu relato, es curioso. No me acostumbro a tus nuevas formas de escribir, te renuevas y eso es siempre posistivo.
    Me voy a mi tierra, así que quizá esté sin escribir o visitarte, pero lo haré en cuanto tenga oportunidad y los musos me acompañen.
    Un beso
    del
    Aire

    ResponderEliminar
  11. A este gato lo mató el amor, la añoranza,la fidelidad. No pudo olvidar a su compañero. Me ha dado pena del niño y del gato. Me alegra que ahora jueguen juntos.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  12. Fuerte relato, pero muy logrado ese final, que realmente me impacto.
    Compañeros inseparables, eso si.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  13. ayyyyyyyy Pepe! que te vengo a leer justo antes de irme a dormir!...uff! qué miedito!...todo un relato de terror nos has dejado!...y aclarando de paso qué fue lo que mató al gato! jejejee

    ResponderEliminar
  14. Que escalofríos!!Muy bueno siiii!!me encantó Pepe!!!Me ha emocionado!!Más que nada porque yo tengo un gatito que adoro y el me adora a mi..besos!!

    ResponderEliminar
  15. Realmente escalofriante!!! Quién terminó siendo el gato? Pobre criatura, aunque estén jugando juntos, de nuevo, es toda una tragedia.
    Saludos Pepe!!

    ResponderEliminar
  16. Hola Pepe, un gusto. Muy buena "vuelta de tuerca" la que generas en el relato... cuando el lector ya está conmovido con la muerte del niño y la tristeza del gato, cuando casi se ve a aparecer al niño espectral para jugar con el amimalito... toda la imagen se transforma en un cuento de terror. Un juego acertado con las emociones del lector.
    Te dejomi saludo fraterno desde el confín austral!

    ResponderEliminar
  17. Qué increible! en ningún momento sospeché el final y en general, toda la trama. El solo hecho de que un niño muera es ya una tragedia y, a esto hay que añadir cómo su mascota le echaba de menos. Me gustó mucho Pepe, está muy bien narrado.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  18. Estremecedor, desde el inicio ya me resultó atrapante y fuerte, será porque siempre que hay una figura infantil en este tipo de relatos me pongo más sensible.
    El final me dejó sin palabras, excelente!!!
    Un abrazo enorme.

    ResponderEliminar
  19. Increible y sorprendentemente terrible el relato. Realmente encoge el corazón. Un relato con un desarrollo y un final tremendamente inesperado pero muy bueno. Magnífico Pepe.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  20. Estoy seguro que si pudieran elegir, eligirian irse con sus pequeños amos antes de quedarse solos aquí.
    Emotivo relato
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  21. vaya que relato y final aterrador me sorprendio demasiado

    ResponderEliminar
  22. ¡Vaya! eso si que es literalmente: la curiosidad mató al gato!, supongo que al final ganaron ambos, inquietante y sorpresivo final!
    Te mando un abrazo

    ResponderEliminar
  23. Pol Diox, Pepe!, mira que me dan grimita los gatos...
    Me has dejado impactada, desde el principio al fin me he quedado enganchada a tus letras, el gato eligió... y ellos siguen jugando.

    Besos

    ResponderEliminar
  24. Hola Pepe,amiguco:
    He entrado esta noche a haceros una visita,pero sigo sin estar por estos lares .Un dia cualquiera vuelvo con muchas ganas,pero por ahora, descanso.
    Me encanta ver cómo estáis todos,y al leeros...esbozo una sonrisa enorme de cercanía.
    Besucos inmensos

    ResponderEliminar

Dejaron huella de su paso: