No se hablaba de otra cosa en la ciudad. Era
el acontecimiento cultural del año. Por primera vez se exponía la obra pictórica completa de una
gran artista. Sus personajes retratados, Flin, Fido y Fiori y sus
conversaciones agudas, inteligentes y nunca superficiales, gozaban de una enorme popularidad y del favor
de los críticos de arte, lo que auguraba una masiva afluencia de visitantes.
Especial interés despertaban dos de esos
cuadros en los cuales aparecía una dama invitada como cuarto personaje, por la
fama más que merecida de la misma. Se trataba de Mara Laira, imponente y bella
mujer minifaldera, de melena azulada, heroína de múltiples aventuras y fiel ayudante
de su jefe y creador El Demiurgo de Hurlimghan.
La seguridad de la muestra se había encargado
a Mr Deadly, curioso personaje empeñado en no morir y sin embargo, muriendo
cada día tras su intento de no hacerlo.
Todo estaba a punto. Se habían extremado las
medidas de seguridad y no parecía que pudiera haber nada que temer. Se esperaba
la visita de Mara Laira para inaugurar la exposición. Los camareros uniformados
aguardaban con bandejas repletas de hojaldre relleno con caviar iraní , y
champán Dom Perignon escoltando los únicos dos cuadros tapados en la galería,
aquellos donde Mara Laira aparecía y que serían destapados como ceremonia de
inauguración, por ella misma.
Los flashes comenzaron su intermitente
centelleo mientras un murmullo de
admiración llenó la sala. ¡Mara Laira!, ¡Mara Laira!. No era para menos. Altos tacones de aguja,
perfectamente maquillada, vestido semitransparente, hombros al aire, avanzaba
con un contoneo seductor la heroína hacia donde la aguardaban las autoridades
de la exposición.
La copa de champán no llegó a mojar sus
labios. Desmadejada en el suelo, Mara Laira veía como, si nadie lo evitaba, su muerte estaba próxima. Mr. Deadly siempre
invocaba a la muerte, pero esta vez no iba a ser la suya propia. Nunca pudo
sospechar que Mara Laira, la heroína de esta historia tenía también su
kriptonita. Padecía una severísima alergia al caviar.