Estoy en medio de una la carretera. Es de
noche, llueve, hace frío y tengo hambre. No comprendo nada. Pararon
en la gasolinera para repostar y se marcharon sin mí. Ya hace cinco
horas. En algún momento notarán mi ausencia y volverán. Esta tarde
era feliz. Mi familia comenzaba sus vacaciones y me llevaban con
ellos. Estoy viejo y agotado para este trajín,, pero iba contento.
¡Me quieren tanto!
¡Se acercan unas luces!. Sin duda
serán ellos. Ya empezaba a desesperar.
No reconozco el coche que ha parado a
mi lado en el arcén. De el bajan una mujer y un niño. Este me
acaricia y mira a la madre con ojos de súplica. No escucho bien lo
que hablan, pero el niño acaba saltando de alegría mientras llena
de besos a la madre.
Me echan una manta por encima y me
acomodan en el asiento posterior del coche. Mientras el calor va
volviendo a mi perruno cuerpo entumecido, pienso en mi familia y en
el disgusto que tendrán. Soy consciente de que no volveré a verlos.
Me costará olvidarlos, pero me será fácil aprender a querer a esta
familia que al recogerme y salvarme de una muerte segura ha puesto
ante mí una nueva OPORTUNIDAD de ser feliz.
Podeis disfrutar de otras oportunidades en el blog de nuestra amiga Sindel
Ay Pepe! Se me estrujó el corazón con este relato, cómo puede haber personas que abandonen así a sus "mascotas" por llamarlas de alguna manera (para mí, mi perro es parte de mi familia) Juró que sufrí tanto leyendo, pero al final menos mal que pudo tener su oportunidad! Excelente y emotivo!
ResponderEliminarUn abrazo inmenso y gracias por estar presente una semana más!
Una gran oportunidad de cambiar de una familia egoísta a una generosa. Buen relato confiemos en las oportunidades. Abrazos
ResponderEliminar¡ya lo creo que ha sido una gran oportunidad! ¡sobre todo para el perro! Saludos Pepe!!!
ResponderEliminar!Un enternecedor texto!
ResponderEliminarUna oportunidad caida del cielo para este pobre perro. Aún existen personas buenas en este planeta, no lo dudo.
Besos
Menos mal que le salvaste en tu relato, iba alterándome cuando leía...
ResponderEliminarNo soporto que le hagan daño a un animal.
Un abrazo a los dos, os queremos mucho.
Pena me ha dado leerte, pero desgraciadamente sucede, digo... dejan a los abuelos, no van a dejar a un perro.
ResponderEliminar¡qué asco de sociedad!
Muy bueno, así es la vida...Unos no valoran lo que tienen y lo dejan en el camino...Y otros lo toman dando una oportunidad al perro y a ellos mismos, porque van a ser felices con él...Mi felicitación y mi abrazo por tu inteligente y entrañable relato, Pepe.
ResponderEliminarM.Jesús
No soy yo mucho de mascotas, la verdad, para que voy a mentir, pero si te digo que soy mucho menos del bicho que haga algo así, una buena persona con buenos sentimientos no puede ser capaz de tener un animal en su casa y abandonarlo de esa manera, a veces con estas cosa me tira un montón lo de la ley del Talión, ¡uf!,vale, vale, respiro hondo y te dejo mis miles de besossssssssssssssssss
ResponderEliminarAy Pepe ¡casi me muero ! yo adoro a mi Luna, mi caniche toy. Es la compañera de mi vejez.
ResponderEliminarPero "habemos de todo en la viña del señor" así es como unos te abandonaron y otros te recogen.
¡Me encantó. Es muy tierno .
Un abrazo gigante,
Hay personas que no son capaces de cuidar de los animales, y son así de crueles. Menos mal que siempre hay gente buena en el mundo.
ResponderEliminarMuy bonito
Un abrazo
Lagrimones me ha provocado tu texto. Tengo una afinidad tremenda con los perros, (los animales en general), pero los perritos me pueden más, y últimamente, me vengo empapando con más ahínco en esta lucha por defender sus derechos... y la verdad, no es justo que se les abandonen, maltraten e ignoren como si no se tratara de vidas.
ResponderEliminarEl final de tu relato, activó ese dejo de esperanza que aún me habita, de que estas situaciones cambien algún día. Necesitamos más almas buenas y capaces de brindar amor y cuidado a nuestros queridos animales, y esto lo escribo, abrazando a mi perrito!
Besos Pepe!
Gaby*
Una bella historia que me ha tocado el alma.
ResponderEliminarBesos
Que tierna es esta historia. Me ha tocado la fibra sensible.
ResponderEliminarNecesitamos abrir mas nuestros corazones, no dejar pasar oportunidades que se nos presente para llegar a mas dulzura.
Un beso Pepe
Isa
http://cabalgandoporlamusica.blogspot.fr/
Quizás cada oportunidad perdida...o abandonada...implica una nueva, para otro, que la quiera aprovechar.
ResponderEliminar=)
Hola Pepe: que bella historia de amor!!! Me ha gustado un montón. No suelen acabar así estos abandonos. Así que creo que la buena fé le salvó. Muy edificante y ejemplar.
ResponderEliminarSaludos y encrucijadas felices.
Pepe, para mí es una de las más bellas y emotivas entradas que te he leído. Me encantan los animales y admiro a quienes los adoptan dándoles la oportunidad de ser felices.
ResponderEliminarMe emocionaste con esta historia. Mi felicitación.
Un abrazo.
Hola Pepe, un tierno y esperanzador mensaje que nos reconcilia con el ser humano. Muchos son los animales que se amontonan en perreras o se abandonan. Precioso.
ResponderEliminarBesos amigo.