Fuerte es la tentación
con la que golpeas con insistencia el muro quebrantado de mi voluntad, intenso el deseo que en mí provocas, insaciable la apetencia por someterme a tus
caprichos. Necesito de tu amor envenenado para detener, por un tiempo
cada vez más efímero, el temblor que sacude mi cuerpo debilitado y
sometido, ese sudario frío que me amortaja en vida cuando de mi te
alejas.
Me llevas hacia la muerte
mientras seductora, en pequeñas dosis, me regalas trocitos de una
felicidad engañosa, de paraisos artificiales que asemejan vida.
Amo la vida, ansío
vivir. De mi flaqueza han de surgir las fuerzas que me alejen de tí,
porque he decidido hacerte frente. Se que el parto del hombre nuevo que espero en mí, será duro, difícil, plagado de dificultades,
que habrá retrocesos y tímidos avances, pero al final, recorrer ese
camino que me aleje de tu nociva influencia, de mi adicción a ti, habrá merecido el esfuerzo
realizado. Tu muerte, droga, será mi RENACER.
Podeis asistir a más re-nacimientos en el blog de nuestra amiga Sindel