Esta semana nuestra amiga Charo en los jueves literarios nos invita a contar una HISTORIA DE FANTASMAS.
Por otro lado, nuestra
amiga Sindel en su cita literaria de las dos últimas semanas, nos
invita a escribir en torno a dos palabras. QUIZAS Y FRAGILIDAD.
La palabra quizás me
habla de admisión de posibilidades, y la palabra fragilidad me habla
de debilidad, de indefensión, de necesidad de búsqueda de apoyos y
soportes.
En un intento de cumplir
con estas convocatorias os dejo esta historia fantasmagórica, que
tal vez no lo sea tanto y que tiene mucho de creencia en
posibilidades y de fragilidad humana.
Nunca creí en fantasmas.
Con los pies en la tierra, esos fenómenos paranormales siempre me
parecieron auténticas estupideces, fruto de la fragilidad humana.
Ahora, viéndote, comienzo a dudar. Quizás siempre estuve
equivocado. Tu comportamiento, desde aquello, es errático y
desconcertante en multitud de ocasiones. Al más mínimo crujido de
las paredes, te pones primero tensa, como prestando atención y luego
sonríes y te relajas. Igual te ocurre cuando silba el viento.
Siempre crujieron las paredes, fruto de la dilatación en verano y de
la contracción en invierno, es un fenómeno natural. Por las
esquinas de una vivienda, la nuestra, situada en un espacio abierto a
la sierra, es igualmente normal que el viento silbe con fuerza,
siempre lo hizo.
Eso es lo que te digo, en
un intento de comprender los motivos de tu extraño comportamiento.
- Es cierto que siempre
crujieron las paredes y silbó el viento, pero nunca antes me habían
traido el eco amoroso de su voz.
Podeis encontrar más historias de fantasmas en el blog de nuestra amiga Charo
Si quereis saber los distintos planteamientos sobre las palabras propuestas por nuestra amiga Sindel, pinchad aquí
Yo si que creo en fantasmas ya que hay temporadas que tengo como una cierta facilidad para atraer fenomenos paranormales.Si alguien te ama y se va me parece normal que hagan muchas cosas para comunicarse, o somos nosotros los que los atraemos? Un relato magnifico con su puntito romantico, besos.
ResponderEliminarMuy bien Pepe. Me ha gustado.
ResponderEliminarUtilizamos una parte tan minúscula de nuestro cerebro que nos negamos a aceptar lo desconocido o asociamos experiencias a ciertos conceptos porque necesitamos dar una explicación a los hechos. Yo, como buena apateista, digo: "Ni existen los fantasmas ni es importante saberlo"... hasta que se demuestre lo contrario.
ResponderEliminarUn par de achuchones
Intentamos analizar todo pero hay una parte de nuestro cerebro totalmente desconocida y somos incapaces, a un momento, de encontrar explicaciones lógicas y científicas...
ResponderEliminarPero por qué no pensar que puede existir? Hay quien cree en Dios y no lo ve. Hay quien cree en la bondad del ser humano y se siente más que se ve... Y así mil ejemplos...
Por qué no creer que hay algo más? Quién dice que no lo haya? Yo sí creo pero es mi cabeza solamente...
Como se dice ante un acusado, eres inocente hasta que se demuestre lo contrario pero, en cambio, lo que debes demostrar es precisamente eso, que eres inocente.
Un beso enorme.
Cada uno los llama como le parece, fantasmas, presentimientos, sensaciones, miedos, morriñas. Unos abrazos
ResponderEliminarYo quiero creer que quien se va no nos abandona del todo, a veces, ese crujir de las paredes ¿porque no un abrazo?, o el silbido del viento una canción tarareada en clave que sólo el corazón entiende. ¡Ay amigo, si pudieramos explicar lo inexplicable...!
ResponderEliminarUn abrazo
Excelente conjunción de las tres propuestas en una historia que sobre el final me erizó la piel. Gracias por sumarte a mis palabras una vez más.
ResponderEliminarUn abrazo inmenso.
Sé que quien se va no marcha del todo, siempre hay lazos que van más allá de la muerte, promesas que se hicieron y se cumplen... siempre hay más de lo que creemos que hay...
ResponderEliminarGenial relato que hace pensar...
Besines!!
Nunca lo pensé así...sera que todos esos ruidos que ocurren son la manera de hablar de los fantasmas? una especie de lenguaje fantasmal?...quien sabe..o quizás solo sea la dilatación y concentración de los materiales...besosss
ResponderEliminarbuen relato, quizás una manera de tratar de comunicarse de alguna forma, no lo creen?
ResponderEliminar¿Era que deseaba escuchar esa voz o realmente escucha algo?
ResponderEliminarEsto ha sido algo que ha aparecido mucho en esta semana, la idea del contacto con fantasmas, pero el contacto deseado, de relaciones que vencen límites.
Interesante planteo.
Si el sonido del crujir de las paredes le suena diferente... igual es por algo. Me quedo pensando. Buen relato. Besos
ResponderEliminarEl que no creía en fantasmas al final se tuvo que rendir a la evidencia...¿no? Así lo entiendo yo o eso deduzco de tu final un tanto ambiguo que te deja pensando...
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Gracias por participar!
Un beso
Un escéptico que al fin sucumbe ante la tentación de su alocado comportamiento. Original, enigmático atrapador. Te quedo divino, Pepe!
ResponderEliminarBeso
Un gran final, lleno de amor, fantasma; pero con los piés en la tierra.La voz lo hizo más terrenal.
ResponderEliminarUn abrazo
Parece que solo creemos en lo que vemos, y dudamos en lo que desconocemos, pero ¿y por qué no hemos de creer que existen espíritus? yo sí, lo creo, que existe algo más allá de la existencia de las personas.
ResponderEliminarInteresante tu relato que me ha servido de reflexión, Pepe.
Un beso.
Es un relato muy bonito. Y es que somos tan superficiales que nos olvidamos del deseo.
ResponderEliminarUn beso grande
Uch! un abrazo Pepe, jeje
ResponderEliminarUn entretenido relato Pepe. ¡saludos!
ResponderEliminarMe maravilla la facilidad que posees para entrelazar todo, relato y palabras... Y como se dice por mis tierras, a veces es cuestión de creer o reventar.
ResponderEliminarUn beso.
Qué buen giro al final, amigo...es cierto el viento siempre silba...a veces distintas cosas...
ResponderEliminarUn abrazo
La imaginación no tiene límites, yo interpreto a mi manera el sonido de las olas o el silbar del viento en mi ventana.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu relato.
Al recibir tu comentario en mi espacio, me ha dado la oportunidad de conocer el tuyo.
Siempre intento contestar a todas vuestras visitas, si me dices cuando publicas, seguiremos en contacto.
Cariños y buena semana.
kasioles
Me encanta tu relato y ese silbido del viento. Un abrazo Pepe
ResponderEliminarEstoy completamente de qcuerdo contigo Pepe, la mayor parte de los fenómenos paranormales son productos de la imaginación o derivados de hechos naturales. Muy distinto es que le sepamos dar o no explicación.
ResponderEliminarEn el caso de mi relato sobrenatural, es verídico, independientemente de los motivos que la produjeron.
Un abrazo.