2 de mayo de 2012

Una convocatoria literaria. Este jueves un relato: "LA VIDA…EN UN CASTILLO MEDIEVAL"


Una de las más denigrantes e indignas manifestaciones del vasallaje debido por el siervo al  señor era, sin ningún género de dudas, el llamado derecho de pernada. El “ius prima noctae" o Derecho de la primera noche, también llamado "droit de seigneur" : Derecho señorial.

No se ha encontrado legislación escrita que refrende ese derecho. No obstante, si ha quedado constancia legislativa prohibiendo  prácticas tan aberrantes, lo cual nos lleva al convencimiento de que las mismas constituían algo usual y acostumbrado, consecuencia de la posición de poder e impunidad  de la nobleza con respecto a sus vasallos, así como la nula representatividad social de estos.

Ya en la segunda mitad del siglo XIII, durante el reinado de Alfonso X se promulgan leyes contra la violación, castigando de una forma expresa ese ius prima noctae cuando penaliza con quinientos sueldos a pagar cuando “algún hombre deshonre a la novia en el día de su boda” siendo bastante improbable que ningún hombre sin un más que notable ascendiente sobre los novios pudiera perpetrar tal delito. Esta ley constituye una  prueba más que suficiente de la existencia de esa práctica.

Otro indicio de lo usual de esta conducta lo encontramos en el Código de las VII Partidas, (I, 5, 35), cuando dice: El clérigo que cometa pecado de fornicio con una casada y virgen, séale retirado el oficio y el beneficio”. Está admitiendo la existencia de representantes de la Curia con oficio, es decir, ejerciendo y con beneficio lo cual implica un cierto status dentro de la jerarquía eclesiástica, proclives a estos comportamientos.

Con las leyes en contra, ese reconocimiento explicito de una situación refrendada por el uso y la costumbre, pasa a ser un hecho clandestino pero de conocimiento público y notorio ante el que mujeres y vasallos callan por miedo al poderoso.

La rebeldía del campesinado, la extensión de prácticas de abuso sexual no sólo por parte de los señores feudales sino de sus tropas y del clero, así como la aparición paulatina de una clase media cada vez más influyente, acaban rompiendo ese temor, ese silencio complice,  en una clara confrontación contra la práctica de ese derecho de pernada, pese a lo cual, de una forma en ocasiones simbólica, persistió hasta las postrimerías de la Baja Edad Media, como demuestra la Sentencia Arbitral de Guadalupe, dictada por Fernando II de Aragón en Abril de 1486 en la cual podemos leer:

“ni tampoco puedan [los señores] la primera noche quel  pages prende mujer dormir con ella o en señal de senyoria la noche de las bodas de que la mujer sera echada en la cama pasar encima de aquella sobre la dicha mujer". 

Dos son los atentados contra la dignidad de la mujer que se desprenden del anterior párrafo:
Por una lado la expresión “prende mujer” , es decir, priva de libertad, que deja a las claras el papel de sumisión que para la mujer constituía el matrimonio.  Por otro, también la sumisión en este caso doble, del payés hacia el señor y de la mujer a ambos, en ese “pasar encima de aquella sobre la dicha mujer”, acto simbólico que deja patente la autoridad , el poder del señor sobre sus siervos.

Esta es, a muy grandes rasgos por mor de la exigida brevedad, la historia de una ignominia. La violencia contra la integridad y dignidad de la mujer  ha existido siempre. El derecho de pernada no es sino una manifestación más de esa violencia que para vergüenza nuestra sigue estando plenamente vigente.

Más historias medievales en el blog de Teresa

Aprovecho para recordaros que está próximo el III Encuentro Bloguero en Córdoba. Animaros a participar. Más detalle en III Encuentro Bloguero 

25 comentarios:

  1. Pobres mujeres: además de casarse contra su voluntad, tener que vivir el atropello de un superior amo.

    Qué bien fundamentas tu relato. Por supuesto que sigue provocando rabia y vergüenza que estas situaciones pudiesen darse... Por lo menos en ese pedacito de la historia, se avanzó.

    Un gusto visitarse, buen jueves y besos.

    ResponderEliminar
  2. Pepe,te das cuenta de que sin lo mismo ,aún "prende mujer"sin ninguna clase de escrúpulos? .
    La dignidad hacia la mujer se la han pasado por alto y lo peor es que algunos "señores"aún siguen pensando igual.
    Me parece estupendo que hagas a través de la historia un alegato sobre ello.
    Besucos, amiguco

    ResponderEliminar
  3. El papel lamentable al que en aquellas épocas estaba destinada la mujer es indudable. Aún en las situaciones más "honorables" -osea en matrimonios formalmente consumados, la mujer no era otra cosa más que propiedad del esposo y como tal le debía sumisión y total respeto.De estar soltera, era del padre de quien dependía esa y por lo tanto, no había situación que la considerara independiente y honorable per se.


    un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Vergonzosos y denigrantes para la mujer esos abusos que citas muy bien documentados, uso y abusos que se llevaban a cabo con impunidad y gracias al miedo de los siervos hacia sus feudales dueños. Ayy Pepe, amigo, la mujer en el medioevo, renacimiento, siglo llamado de oro, hasta hace muy poco, ha sufrido ser catalogada de condición inferior, ayyy Pepe, y en muchos lugares sigue lo mismo, allí no cuentan con legisladores de la talla del Sabio Alfonso, pervive la ofensa y la esclavitud.
    Acuérdate amigo de los famosos Juícios de Dios u Ordalías, otra monstruosidad ejercida desde el poder, frecuentemente eclesiástico.

    Paso enseguida al tema Córdoba, besitos y hasta pronto.

    ResponderEliminar
  5. Pepe, has metido el dedo en la llaga, el tema sigue siendo desgraciadamente de actualidad, hay hombres que siguen en la Edad Media. Ese sentir "ser dueño de la mujer" pervive y no somos capaces de erradicarlo. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  6. Y algunos se piensan que seguimos en la Edad Media, qué horror y qué triste!!
    Gracias por estar en mi jueves
    Besos

    ResponderEliminar
  7. Y tan actual que está tu ensayo, compañero: "O mía o de nadie"...

    Ya no nos escandalizan estas cosas pero hay que admitir que, aunque lo sepamos y seamos conscientes de esta realidad, la capacidad de sorpresa no nos falla nunca. Afortunadamente, siempre nos indignaremos ante este tipo de información.

    Un abrazo a los dos.

    ResponderEliminar
  8. Un tema vergonzoso de la historia (Julián de El retorno del dibujante ha escrito un relato juevero sobre este tema).
    La sumisión sin condiciones, primero como mujer y luego como sierva/o. El poder del noble o del rico sobre el pobre. En realidad en algunos aspectos poco ha cambiado esa realidad en la actualidad.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  9. El abuso siempre estuvo presente (abuso de poder, abuso contra la mujer), y en esa época, la mujer mantenía una sumisión terrible, pues era manejada en sus decisiones, relegada y encima, se hacía provecho de ella como si nada. Por suerte en este ámbito se ha dado dura batalla.
    Muy buena, Pepe, esta exposición que aquí haces y que nos deja, un tema para seguir reflexionando a pesar y al pasar de los tiempos.
    Un beso al vuelo:
    Gaby*

    ResponderEliminar
  10. De soso y aburrido nada, pues nunca está de más, saber cosas reales que sólo se aprenden en los libros de historia, además tan bien explicado cronologicamente, y con todo tipo de detalles, de los derechos de pernada aquellos, a los actuales, exceptuando el tema del abuso sexual media poco, siempre estará el poder por encima, la iglesia, el ejército, en fin que no podemos sentirnos orgullosos de lo avanzado en todos estos siglos.

    ResponderEliminar
  11. De soso y aburrido nada, pues nunca está de más, saber cosas reales que sólo se aprenden en los libros de historia, además tan bien explicado cronologicamente, y con todo tipo de detalles, de los derechos de pernada aquellos, a los actuales, exceptuando el tema del abuso sexual media poco, siempre estará el poder por encima, la iglesia, el ejército, en fin que no podemos sentirnos orgullosos de lo avanzado en todos estos siglos.

    ResponderEliminar
  12. Lo encuentro desde luego una ignominia esto del derecho de pernada. Desde luego la pobre mujer siempre le ha tocado pagar el pato de la sinverguencería. En este caso abusando de su poder y el pobre marido amenazado de muerte, bien poca cosa podía hacer.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  13. Has realizado un buen estudio de la materia, de una materia más aberrante de lo que es cualquier otro modo de abuso de poder.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  14. Un repaso a la historia tan bien documentado...pero no han bastado tantos siglos y tantas leyes para que aprendan esos que creen que
    las mujeres son de su propiedad o un material de mercadeo.
    Un beso

    ResponderEliminar
  15. "Que se nos trate
    con dignidad
    como a semejantes
    emigrantes
    que se terminen
    las pasadas
    las palizas del patrono
    y el derecho de pernada ..."

    Te acordás del blues del esclavo? Lo cantaba Mecano hace un millón de años. En algún momento también decía "desde Kunta Kinte a nuestros días pocas mejorías ...". Que horror. Que maltrato e indignidades han sufrido las mujeres (y siguen sufriendo).
    Una costumbre espantosa, muy bien expuesto el tema, justo para dejarnos pensando en este jueves medieval.
    un abrazo

    ResponderEliminar
  16. pues a pesar del tiempo pasado desde éste que nos cuentas la situación de muchas sigue igual...por ser optimista. Para tí un torreón de besotes : )

    ResponderEliminar
  17. Pepe, me alegra que ayas tocado este tema, el derecho de pernada, es lo más infame que se le ocurrio a los señores feudales, haciendo de su poder manga ancha para sus tropelias, pienso en l@s pobres campesin@s que tenian que permitir eso.
    Todavia ahora, hay mucho buitre que se cree que la mujer es suya, y llega a lo que estamos viendo en nuestra ¿ civilizada sociedad?
    Espero tiempos mejores.....Tu relato me gusta, aleccionador, e interesante...Gracias .
    Besos llenos de cariño.

    ResponderEliminar
  18. Pepe:
    Me has impresionado por tu sapiencia. Y no es que yo no lo supiera, pero lo tenia tapado en esa caja mágica del olvido. O tal vez ¿quise olvidarlo para no tener constancia de tanto abuso?
    Lo cierto es que tu relato, me ha impresionado.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  19. Es algo que me subleva, no lo puedo remediar, y el que aún exista salvajes en la actualidad peor me pone.
    He leído tus haikus a esta tierra enferma y me parecen de lo más hermoso, te lo digo aquí porque ya ves que ando perdida e intento ganar tiempo. Besitos dobles.

    ResponderEliminar
  20. Este tema también vino a mi mente cuando pensé en el medievo. Escogí otro más mítico que otra cosa, porque este que tu tan bien relatas es real pero que muy real y debió de ser dolorisisimo para esas mujeres. En parte aun hay restos disfrazados de estos "derechos".
    Un beso

    ResponderEliminar
  21. Hola, ola de mar..
    Perdón por la tardanza , pero no tengo ADSL desde hace más de una semana!
    Sabes? Saber de esta práctica, hace muchos años, aún una cría prácticamente , me descubrió en parte ( luego vi más vileza) , la naturaleza tan horrible del hombre. Que ya se que tú eres más benévolo con los humanos , pero a mi me sacudió como pocas cosas. Porque este tipo de cosas, lo que me hace pensar es en qué tipo de naturaleza, que proceso hay en el hombre que le hace considerar la violación como algo natural, porque es una v iolación, claro. Qué imagen, que pensamiento hace que la mente humana considere el daño a los demás, como legítimo, legal,lógico. Como dices, aún prácticas que denigran, violan , tratan a la mujer como un animal y no como una persona, siguen vigentes, lo cual me hace pensar, que la esencia del ser humano no es para nada buena, si no todo lo contrario. Porqeu como se puede conciliar eso en una mente? Por qué? El para qué, lo se, el poder, siempre el poder. Pero no comprendo y me temo que no comprenderé nunca es porqué y qué elabora ese proceso.
    Un beso
    del
    Aire

    ResponderEliminar
  22. Leí sobre el tema antes de decidir cual era el tema elegido par mi jueves, y había una palabra que se repetía sin cesar "violación"...es indignante que se permitiera pero peor si acaso que una vez se crean leyes, el silencio impere mientras se ejerce. Hay algo en todo esto que me duele mucho, la vergüenza, la sumisión y la falta de libertad que todo lo acontecido arrebata a una mujer que lo sufre...
    Creo que has afrontado el tema para acercarnos con sencillez a la realidad de muchas mujeres del medievo y de la actualidad mal que nos pese...
    Un beso (a ambos...)

    ResponderEliminar
  23. El tema que nos dejas Pepe, lo llevaron a la pantalla, cosas de mi memoria, no recuerdo el título de la película, pero la prepotencia del señor ante el derecho a ejercer su poder sobre la mujer, el sometimiento de ellas y de sus futuros esposos está perfectamente reflejado.
    Sumisión del que nada tiene y del que nada vale ante los poderos y con la santa
    bendición.
    Muy buen texto Pepe.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  24. Hola, Pepe.

    Ya ves, en domingo y leyendo todavía los relatos del pasado jueves. Pero es una verdadera gozada pasear por los blogs ya que son una fuente inagotable de aprendizaje.

    No cabe duda que, después de leerte, se un poco más de lo que sabia...

    Un placer leerte.

    Te dejo un abrazo.

    Maat

    P.D. Estoy intentando arreglar mis cosas para poder unirme a vosotros en Córdoba el próximo mes de Junio. Os tendré debidamente informados.

    ResponderEliminar
  25. Hola Pepe. Signo aberrante del medioevo sin dudas este que mencionas, pensar que todos respiramos aliviados como si se tratara de una antigualla, algo enterrado y sin embargo...
    Abrazo y sigo mi camino que vengo con leyendo con atraso, beso y hasta la próxima sensible Pepe

    ResponderEliminar

Dejaron huella de su paso: