Una de las más denigrantes e
indignas manifestaciones del vasallaje debido por el siervo al señor era, sin ningún género de dudas, el
llamado derecho de pernada. El “ius prima noctae" o Derecho de la
primera noche, también llamado "droit de seigneur" : Derecho
señorial.
No se ha encontrado legislación
escrita que refrende ese derecho. No obstante, si ha quedado constancia
legislativa prohibiendo prácticas tan
aberrantes, lo cual nos lleva al convencimiento de que las mismas constituían
algo usual y acostumbrado, consecuencia de la posición de poder e impunidad de la nobleza con respecto a sus vasallos,
así como la nula representatividad social de estos.
Ya en la segunda mitad del siglo XIII,
durante el reinado de Alfonso X se promulgan leyes contra la violación, castigando
de una forma expresa ese ius prima noctae cuando penaliza con quinientos
sueldos a pagar cuando “algún hombre deshonre a la novia en el día de su boda”
siendo bastante improbable que ningún hombre sin un más que notable ascendiente
sobre los novios pudiera perpetrar tal delito. Esta ley constituye una prueba más que suficiente de la existencia de
esa práctica.
Otro indicio de lo usual de esta
conducta lo encontramos en el Código de
las VII Partidas, (I, 5, 35), cuando dice: “El clérigo que cometa pecado de
fornicio con una casada y virgen, séale retirado el oficio y el beneficio”.
Está admitiendo la existencia de representantes de la Curia con oficio, es
decir, ejerciendo y con beneficio lo cual implica un cierto status dentro de la
jerarquía eclesiástica, proclives a estos comportamientos.
Con las leyes en contra, ese
reconocimiento explicito de una situación refrendada por el uso y la costumbre,
pasa a ser un hecho clandestino pero de conocimiento público y notorio ante el
que mujeres y vasallos callan por miedo al poderoso.
La rebeldía del campesinado, la
extensión de prácticas de abuso sexual no sólo por parte de los señores
feudales sino de sus tropas y del clero, así como la aparición paulatina de una
clase media cada vez más influyente, acaban rompiendo ese temor, ese silencio
complice, en una clara confrontación
contra la práctica de ese derecho de pernada, pese a lo cual, de una forma en
ocasiones simbólica, persistió hasta las postrimerías de la Baja Edad Media,
como demuestra la Sentencia Arbitral de Guadalupe, dictada por Fernando II de
Aragón en Abril de 1486 en la cual podemos leer:
“ni tampoco puedan [los señores]
la primera noche quel pages prende mujer
dormir con ella o en señal de senyoria la noche de las bodas de que la mujer
sera echada en la cama pasar encima de aquella sobre la dicha mujer".
Dos son los atentados contra la
dignidad de la mujer que se desprenden del anterior párrafo:
Por una lado la expresión “prende
mujer” , es decir, priva de libertad, que deja a las claras el papel de
sumisión que para la mujer constituía el matrimonio. Por otro, también la sumisión en este caso
doble, del payés hacia el señor y de la mujer a ambos, en ese “pasar encima de
aquella sobre la dicha mujer”, acto simbólico que deja patente la autoridad ,
el poder del señor sobre sus siervos.
Esta es, a muy grandes rasgos por
mor de la exigida brevedad, la historia de una ignominia. La violencia contra
la integridad y dignidad de la mujer ha
existido siempre. El derecho de pernada no es sino una manifestación más de esa
violencia que para vergüenza nuestra sigue estando plenamente vigente.
Más historias medievales en el blog de Teresa
Aprovecho para recordaros que está próximo el III Encuentro Bloguero en Córdoba. Animaros a participar. Más detalle en III Encuentro Bloguero
Más historias medievales en el blog de Teresa
Aprovecho para recordaros que está próximo el III Encuentro Bloguero en Córdoba. Animaros a participar. Más detalle en III Encuentro Bloguero
Pobres mujeres: además de casarse contra su voluntad, tener que vivir el atropello de un superior amo.
ResponderEliminarQué bien fundamentas tu relato. Por supuesto que sigue provocando rabia y vergüenza que estas situaciones pudiesen darse... Por lo menos en ese pedacito de la historia, se avanzó.
Un gusto visitarse, buen jueves y besos.
Pepe,te das cuenta de que sin lo mismo ,aún "prende mujer"sin ninguna clase de escrúpulos? .
ResponderEliminarLa dignidad hacia la mujer se la han pasado por alto y lo peor es que algunos "señores"aún siguen pensando igual.
Me parece estupendo que hagas a través de la historia un alegato sobre ello.
Besucos, amiguco
Gó
El papel lamentable al que en aquellas épocas estaba destinada la mujer es indudable. Aún en las situaciones más "honorables" -osea en matrimonios formalmente consumados, la mujer no era otra cosa más que propiedad del esposo y como tal le debía sumisión y total respeto.De estar soltera, era del padre de quien dependía esa y por lo tanto, no había situación que la considerara independiente y honorable per se.
ResponderEliminarun abrazo.
Vergonzosos y denigrantes para la mujer esos abusos que citas muy bien documentados, uso y abusos que se llevaban a cabo con impunidad y gracias al miedo de los siervos hacia sus feudales dueños. Ayy Pepe, amigo, la mujer en el medioevo, renacimiento, siglo llamado de oro, hasta hace muy poco, ha sufrido ser catalogada de condición inferior, ayyy Pepe, y en muchos lugares sigue lo mismo, allí no cuentan con legisladores de la talla del Sabio Alfonso, pervive la ofensa y la esclavitud.
ResponderEliminarAcuérdate amigo de los famosos Juícios de Dios u Ordalías, otra monstruosidad ejercida desde el poder, frecuentemente eclesiástico.
Paso enseguida al tema Córdoba, besitos y hasta pronto.
Pepe, has metido el dedo en la llaga, el tema sigue siendo desgraciadamente de actualidad, hay hombres que siguen en la Edad Media. Ese sentir "ser dueño de la mujer" pervive y no somos capaces de erradicarlo. Un abrazo.
ResponderEliminarY algunos se piensan que seguimos en la Edad Media, qué horror y qué triste!!
ResponderEliminarGracias por estar en mi jueves
Besos
Y tan actual que está tu ensayo, compañero: "O mía o de nadie"...
ResponderEliminarYa no nos escandalizan estas cosas pero hay que admitir que, aunque lo sepamos y seamos conscientes de esta realidad, la capacidad de sorpresa no nos falla nunca. Afortunadamente, siempre nos indignaremos ante este tipo de información.
Un abrazo a los dos.
Un tema vergonzoso de la historia (Julián de El retorno del dibujante ha escrito un relato juevero sobre este tema).
ResponderEliminarLa sumisión sin condiciones, primero como mujer y luego como sierva/o. El poder del noble o del rico sobre el pobre. En realidad en algunos aspectos poco ha cambiado esa realidad en la actualidad.
Un abrazo
El abuso siempre estuvo presente (abuso de poder, abuso contra la mujer), y en esa época, la mujer mantenía una sumisión terrible, pues era manejada en sus decisiones, relegada y encima, se hacía provecho de ella como si nada. Por suerte en este ámbito se ha dado dura batalla.
ResponderEliminarMuy buena, Pepe, esta exposición que aquí haces y que nos deja, un tema para seguir reflexionando a pesar y al pasar de los tiempos.
Un beso al vuelo:
Gaby*
De soso y aburrido nada, pues nunca está de más, saber cosas reales que sólo se aprenden en los libros de historia, además tan bien explicado cronologicamente, y con todo tipo de detalles, de los derechos de pernada aquellos, a los actuales, exceptuando el tema del abuso sexual media poco, siempre estará el poder por encima, la iglesia, el ejército, en fin que no podemos sentirnos orgullosos de lo avanzado en todos estos siglos.
ResponderEliminarDe soso y aburrido nada, pues nunca está de más, saber cosas reales que sólo se aprenden en los libros de historia, además tan bien explicado cronologicamente, y con todo tipo de detalles, de los derechos de pernada aquellos, a los actuales, exceptuando el tema del abuso sexual media poco, siempre estará el poder por encima, la iglesia, el ejército, en fin que no podemos sentirnos orgullosos de lo avanzado en todos estos siglos.
ResponderEliminarLo encuentro desde luego una ignominia esto del derecho de pernada. Desde luego la pobre mujer siempre le ha tocado pagar el pato de la sinverguencería. En este caso abusando de su poder y el pobre marido amenazado de muerte, bien poca cosa podía hacer.
ResponderEliminarUn abrazo
Has realizado un buen estudio de la materia, de una materia más aberrante de lo que es cualquier otro modo de abuso de poder.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un repaso a la historia tan bien documentado...pero no han bastado tantos siglos y tantas leyes para que aprendan esos que creen que
ResponderEliminarlas mujeres son de su propiedad o un material de mercadeo.
Un beso
"Que se nos trate
ResponderEliminarcon dignidad
como a semejantes
emigrantes
que se terminen
las pasadas
las palizas del patrono
y el derecho de pernada ..."
Te acordás del blues del esclavo? Lo cantaba Mecano hace un millón de años. En algún momento también decía "desde Kunta Kinte a nuestros días pocas mejorías ...". Que horror. Que maltrato e indignidades han sufrido las mujeres (y siguen sufriendo).
Una costumbre espantosa, muy bien expuesto el tema, justo para dejarnos pensando en este jueves medieval.
un abrazo
pues a pesar del tiempo pasado desde éste que nos cuentas la situación de muchas sigue igual...por ser optimista. Para tí un torreón de besotes : )
ResponderEliminarPepe, me alegra que ayas tocado este tema, el derecho de pernada, es lo más infame que se le ocurrio a los señores feudales, haciendo de su poder manga ancha para sus tropelias, pienso en l@s pobres campesin@s que tenian que permitir eso.
ResponderEliminarTodavia ahora, hay mucho buitre que se cree que la mujer es suya, y llega a lo que estamos viendo en nuestra ¿ civilizada sociedad?
Espero tiempos mejores.....Tu relato me gusta, aleccionador, e interesante...Gracias .
Besos llenos de cariño.
Pepe:
ResponderEliminarMe has impresionado por tu sapiencia. Y no es que yo no lo supiera, pero lo tenia tapado en esa caja mágica del olvido. O tal vez ¿quise olvidarlo para no tener constancia de tanto abuso?
Lo cierto es que tu relato, me ha impresionado.
Un abrazo
Es algo que me subleva, no lo puedo remediar, y el que aún exista salvajes en la actualidad peor me pone.
ResponderEliminarHe leído tus haikus a esta tierra enferma y me parecen de lo más hermoso, te lo digo aquí porque ya ves que ando perdida e intento ganar tiempo. Besitos dobles.
Este tema también vino a mi mente cuando pensé en el medievo. Escogí otro más mítico que otra cosa, porque este que tu tan bien relatas es real pero que muy real y debió de ser dolorisisimo para esas mujeres. En parte aun hay restos disfrazados de estos "derechos".
ResponderEliminarUn beso
Hola, ola de mar..
ResponderEliminarPerdón por la tardanza , pero no tengo ADSL desde hace más de una semana!
Sabes? Saber de esta práctica, hace muchos años, aún una cría prácticamente , me descubrió en parte ( luego vi más vileza) , la naturaleza tan horrible del hombre. Que ya se que tú eres más benévolo con los humanos , pero a mi me sacudió como pocas cosas. Porque este tipo de cosas, lo que me hace pensar es en qué tipo de naturaleza, que proceso hay en el hombre que le hace considerar la violación como algo natural, porque es una v iolación, claro. Qué imagen, que pensamiento hace que la mente humana considere el daño a los demás, como legítimo, legal,lógico. Como dices, aún prácticas que denigran, violan , tratan a la mujer como un animal y no como una persona, siguen vigentes, lo cual me hace pensar, que la esencia del ser humano no es para nada buena, si no todo lo contrario. Porqeu como se puede conciliar eso en una mente? Por qué? El para qué, lo se, el poder, siempre el poder. Pero no comprendo y me temo que no comprenderé nunca es porqué y qué elabora ese proceso.
Un beso
del
Aire
Leí sobre el tema antes de decidir cual era el tema elegido par mi jueves, y había una palabra que se repetía sin cesar "violación"...es indignante que se permitiera pero peor si acaso que una vez se crean leyes, el silencio impere mientras se ejerce. Hay algo en todo esto que me duele mucho, la vergüenza, la sumisión y la falta de libertad que todo lo acontecido arrebata a una mujer que lo sufre...
ResponderEliminarCreo que has afrontado el tema para acercarnos con sencillez a la realidad de muchas mujeres del medievo y de la actualidad mal que nos pese...
Un beso (a ambos...)
El tema que nos dejas Pepe, lo llevaron a la pantalla, cosas de mi memoria, no recuerdo el título de la película, pero la prepotencia del señor ante el derecho a ejercer su poder sobre la mujer, el sometimiento de ellas y de sus futuros esposos está perfectamente reflejado.
ResponderEliminarSumisión del que nada tiene y del que nada vale ante los poderos y con la santa
bendición.
Muy buen texto Pepe.
Un abrazo.
Hola, Pepe.
ResponderEliminarYa ves, en domingo y leyendo todavía los relatos del pasado jueves. Pero es una verdadera gozada pasear por los blogs ya que son una fuente inagotable de aprendizaje.
No cabe duda que, después de leerte, se un poco más de lo que sabia...
Un placer leerte.
Te dejo un abrazo.
Maat
P.D. Estoy intentando arreglar mis cosas para poder unirme a vosotros en Córdoba el próximo mes de Junio. Os tendré debidamente informados.
Hola Pepe. Signo aberrante del medioevo sin dudas este que mencionas, pensar que todos respiramos aliviados como si se tratara de una antigualla, algo enterrado y sin embargo...
ResponderEliminarAbrazo y sigo mi camino que vengo con leyendo con atraso, beso y hasta la próxima sensible Pepe