El pasado domingo me iba a la cama con la
satisfacción que me produjo el haber ganado el III Torneo de Haikus. El lunes, por
el contrario, fue un día aciago. La tristeza y el dolor pusieron el contrapunto
no deseado a la alegría del día anterior. Una llamada de mi hermana con la voz
entrecortada por el llanto, me daba la fatal noticia. Mi madre acababa de
fallecer.
Tristeza, dolor y, extrañamente, calma y
aceptación de lo inevitable. En estos tres últimos años su salud había sufrido
un progresivo deterioro. Su calidad de vida llevaba el mismo tiempo bajo
mínimos. La mujer fuerte, madre de siete hijos a los que supo criar y educar en
circunstancias duras y adversas, finalmente,
se ha rendido a las puertas de cumplir los 93 años.
Tengo claro que nada hay tras la última frontera.
No me queda siquiera la esperanza futura de un reencuentro. Siempre me
acompañará, eso sí, el recuerdo de su bondad, de su cariño, de su fuerza, y todo
el conjunto de valores que la distinguían y que siempre han constituido para mí
un ejemplo, un modelo a seguir. Lo poco bueno que pueda haber en mí a ella se
lo debo.
Adios mamá, te querré siempre.
Pepe, lo siento y ese sentimiento, así como otros muchos como este que te vamos a transmitir, son para acompañarte en estos momentos tan especiales.
ResponderEliminarSon instantes de buscar y encontrar la paz y el equilibrio, estamos con vosotros. Un abrazo inmenso.
Alfredo
Lo siento muchísimo!
ResponderEliminarEse trance por muchos años que se tenga tiene que ser muy duro...
Como tú dices, su recuerdo y su cariño lo llevarás siempre contigo.
Un beso enorme!
La querrás siempre Pepe, y siempre estará contigo. Aunque no esté ahora, el tiempo que estuvo entre vosotros llenará vuestro recuerdo.
ResponderEliminarLo siento Pepe. Un beso para ti y otro para Toñi.
Siento tu pérdida Pepe. Un duro momento sin dudas, la tendrás en el corazón, allí es donde queda garantizada la permanencia y compañía de todos aquellos que iluminaron nuestras vidas. Un abrazo fuerte y fuerza amigo!
ResponderEliminarGaby*
Un trago muy amargo, Pepe. No hay consuelo ante esa pena, quizá el tiempo. Vivirá en tu memoria.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Es muy duro, pero queda lo mejor de ella en ti. Te mandó un abrazo muy fuerte y cálido.
ResponderEliminarMomentos duros los de convivir de aqui en adelante con la ausencia, queda siempre, y esa debe ser tu fortaleza, el recuerdo del cariño que se ha sentido. Respeto tus creencias en que nada haya tras el final pero no puedo estar de acuerdo contigo y deseo de corazón que en eso.... estés equivocado. De cualquier forma siempre estará contigo acompañándote. Un abrazo
ResponderEliminarUn mal momento, inevitable. Lo bueno es ese recuerdo que deja en ti. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarQuerido Pepe, siento mucho la pérdida de tu madre, es algo doloroso y difícil de superar, pero estoy segura que lo mejor de ella ha quedado en vos por siempre, su recuerdo la mantendrá viva en vos, y en todos los que la hayan conocido y disfrutado.
ResponderEliminarTe mando un abrazo enorme compañero, y que estos días te fortalezcan.
Pepe mi mas sentido pésame. Siempre quedará el amor de ella en tu corazón. Estamos cerca de vosotros, nuestro cariño os acompaña.
ResponderEliminarUn abrazo muy grande.
(Soy Chelo desde otro ordenador)
Lo siento mucho, amigo. Y no es la frase hecha, sin haberla conocido me has trasmitido ese sentimiento de modo muy emocionante. Siempre estará contigo, lo sé por experiencia, hace once años que perdí a la mía.y su recuerdo me sigue acompañando.
ResponderEliminarUn abrazo lleno de cariño.
Pepe, ¡cuánto lo siento!, de verdad. Una madre por muy mayor que sea y por muy deteriorada que esté su vida , representa tannnto.
ResponderEliminarUn abrazo muy muy fuerte.
Siento mucho tu perdida. Lo importante siempre seguirá contigo, en tu persona y en tu interior.Un gran abrazo familia...
ResponderEliminarBesos
La tendrás siempre, protegiendote, porque una madre no abandona nunca. Estos momentos son duros, pero el recuerdo de los dias felices, suavizará la pena.
ResponderEliminarCuidate mucho, amigo. Un abrazo desde el corazón.
Querido Pepe, lo siento mucho, al menos la has disfrutado muchos años, yo con cuarenta años perdí en muy poco tiempo a mis padres y tía. eso sí, no hay día que no los recuerde, y mientras eso ocurra, nadie muere del todo. Perder a una madre es sentirte huérfana, tengas la edad que tengas. Te mando un abrazo fuerte, te lo mando con el alma, para ella no hay mar que nos separe.
ResponderEliminarBella despedida. La mía falleció con 98 años hace tres años. Solo decir que ten acompaño en la emoción, soy madre de varones y entiendo, entiendo perfectamente. Besos.
ResponderEliminarLo siento mucho Pepe. Comprendo tu dolor y también ese sentimiento de aceptación. Te envío un abrazo bien fuerte.
ResponderEliminarPepe.....mi abrazo de cariño y compañía para tí y los tuyos en este momento en el que estás triste pero tienes calma .Y eso te hace aún más grande ,pues sabes aceptar el desenlace dejando que ella se vaya a la paz que le corresponde.
ResponderEliminarJamás se puede olvidar uno de una madre y menos cuando ella te ha dejado una huella como la que te habita.
Cuando una madre se va,es como si se fuera un poco la madre de cada uno de nosotros.
Mi mano siempre.
Besucos de esperanza
Gó
Y en estas mismas fechas hará un año, se iba la mía con 92. Hemos tenido la inmensa suerte de nacer de estas fuertes y grandes mujeres; nada les fue fácil en la vida a estas guerreras, amigo.
ResponderEliminarNuestro cariño para ti.
Hubiese querido, que tras mi ausencia no deseada, mis primeras palabras en tu blog, hubiesen sido de felicitación por tu merecido premio en el torneo de haikus, pero al abrir tu blog me encuentro con esta triste noticia.
ResponderEliminarComparto tu tristeza. No hace mas de 45 días, yo también supe de ese penetrante dolor. Perdí a la mía con 101 años.
Yo soy hijo solo y lo que he aprendido de su vida es lo que de verdad me vale. Lo demás son asideros, quizas necesarios, pero asideros, pero tu madre y la mía que curtieron su vida en adversidades, son las mejores maestras de nuestra existencia.
Ese es el gran legado que nos dejan.
Mi abrazo de siempre.
Pepe lo lamento, pasé por lo mismo, sé que es una despedida para siempre, pienso como tú, sin embargo te aseguro que en el recuerdo perviven, lo sabes.
ResponderEliminarMujeres que lucharon la vida en tiempos difíciles, que alumbraron vidas y regalaron su cariño. Un besito muy cariñoso amigo mío.
Lo siento mucho Pepe, aunque no he pasado por ese duro trance entiendo tu dolor.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Pepe: un duro comtratiempo, sin duda, una pérdida irreparable para cualquier ser humano. Lo siento mucho y te acompaño en tu dolor.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte, fuerte, amigo.
Y entro, un día más, anónimamente He querido evitar "desgranar este momento", pero... "surge la necesidad de compartir" este sentimiento de pesar a usted, Pepe y familia toda. Esther P.
ResponderEliminarEs una dura pérdida. Yo daría lo que fuera por tener a mi madre conmigo, pero la perdí siendo muy niña y cuando ella era demasiado joven todavía. He de decirte que no hay día que no la tenga conmigo en mi mente y presente en mi vida. Espero, que tras el amargo dolor, te acompañe tu madre durante toda tu vida como la mía lo hace conmigo. Saludos
ResponderEliminarSiento mucho la pérdida de tu madre, Pepe. Lo natural es que los padres mueran antes que los hijos y debemos prepararnos para cuando llegue el momento; sin embargo en la sociedad en la que vivimos la muerte es tabú y no se trata el tema, sencillamente está ahí.
ResponderEliminarBss.