Surge de la necesidad vital de expresar, de comunicar, de compartir sentimientos, ilusiones, momentos. Tiene vocación de ser un punto de encuentro con los muchos amigos que la vida me ha ido proporcionando tanto fuera como dentro de este mundo virtual.
26 de junio de 2014
52 SEMANAS, 52 PALABRAS. SEMANA 26: BARCO (RE-EDICIÓN)
En el mar de la desesperanza,
a merced de la depresión y el desaliento,
agotado y sin fuerzas,
soy un barco lastrado,
con la vela, el timón y la quilla de piedra,
abocado al naufragio.
Con el mínimo aliento que aún me queda,
implorante te llamo,
solicito tu ayuda,
te requiero el aliento que impulse,
que libere mis velas,
los besos que deshagan el lastre que me ahoga,
el amor que disipe la bruma que me envuelve.
Necesito, una vez más, para arribar a puerto,
tu generosa entrega, compañera.
Más relatos sobre barcos en el blog de nuestra amiga
Sindel
Una súplica que no será desoída, seguro.
ResponderEliminarUn barco que intenta navegar en el mar de la esperanza de la mano de su compañera.
ResponderEliminarMuy bonito, bien por re- edición, lo merecía.
Cariños…
Asido a esa mano no hay naufragio posible,
ResponderEliminarGracias Pepe por estar.
Un abrazo.
Lindo poema. Quien le temerá a un naufragio tomado de la mano de una deseada compañera.
ResponderEliminarSaludos
La salvación está en esos besos, que seguramente después de escuchar estos versos tan hermosos llegarán al rescate.
ResponderEliminarMuy bello Pepe, un grito de auxilio tan poético!
Un abrazo enorme.
Querido Pepe : ¡cómo te entiendo ! si para algo te sirve mi hombro, puedes recostarte en él.
ResponderEliminarESTO TAMBIEN PASARA .
Un abrazo gigante.
¡Buen descanso !
SU BLI ME!
ResponderEliminarbesos
Ahí están los compañeros, sacándonos la cabeza fuera del agua cuando nos pesa demasiado el corazón...
ResponderEliminarQué bonita dedicatoria, Pepe.
Muchas gracias por este texto. Beso a los dos, chicos.
Claridad, contundencia y humanidad en tus letras Pepe, todos tenemos momentos bajos y necesitamos de esa mano amiga y querida, que nos salve y nos aliente...
ResponderEliminarMi felicitación, mi abrazo inmenso y mi ánimo siempre, compañero y amigo.
M.Jesús
Hola Pepe. Bello poema, seguro que las aguas volverán a su cauce y el barco podrá de nuevo navegar sin sobresaltos.
ResponderEliminarEsa zozobra pasará cuando la tormenta haya escampado.
Deseo que todo esté bien en tu vida.
Saludos y un abrazo
Esa ayuda seguro que te es concedida, con esas palabras tan bonitas
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