Felicitación navideña 2020

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8 de enero de 2015

Este jueves, un relato: ¡AY, SE FUE LA LUZ Y YA LLEVAMOS 20 DÍAS SIN ELLA

Ay, se fué la luz y ya llevamos sin ella 20 días. Precisamente eso fue lo que debieron pensar la heterogénea variedad de ricos alimentos que nuestra insensatez dejó perfectamente bien instalados, refrigerados o congelados, en función de sus necesidades de correcta conservación, antes de irnos un mes de vacaciones a la playa.

Estaban destinados a hacer más llevadera la estancia de nuestros hijos en casa durante nuestra ausencia. Ellos por sus obligaciones no podían acompañarnos, pero al parecer, entre esas obligaciones no estaba la de quedarse cuidando de la casa en nuestra ausencia, o al menos dándole un repasito de vez en cuando, prefiriendo con mucho la compañía de sus parejas y amigos. Así que un fallo eléctrico, hizo que no fueran 20 días, pero casi, los que el frigorífico muy a su pesar, dejó de cumplir con su misión.

El pobre aparato conocíó durante ese tiempo los rigores del verano cordobés, mientras asistía impotente al proceso de descomposición y podredumbre de los alimentos encomendados a su cuidado.

Capítulo aparte merece el tema de los penetrantes y nauseabundos olores que tuvo que soportar durante ese tiempo, y la abundante floración de una colonia de bacterias de un verde musgo con tonalidades blanquecinas que convirtió el siempre aséptico y cuidado congelador en un extraño jardín de abundante vegetación desconocida hasta entonces por la raza humana.

A nuestro regreso, supongo que colérico y malhumorado con el trato recibido, se negó a funcionar si no lo sometíamos primero a largas y extenuantes sesiones de limpieza y desinfección y a la necesaria intervención quirúrgica por parte del técnico correspondiente. Aún nos duelen las manos de tanto frotar y creo que hemos perdido capacidad olfativa desde aquellos nefastos días. Desde entonces, ha disminuido drásticamente nuestra confianza en las bondades de los avances tecnológicos.

Podeis encontrar más cortocircuitos en el blog de nuestro amigo Gustavo

14 comentarios:

  1. Que bien contado. Le pusiste humor al estado de mal humor que la situación implica.

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  2. aggg me imagino el panorama con el que se encontraron y se me da vueltas el estómago!


    =)

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  3. Me gustó tu enfrentamiento al apagón. no padecerlo ha sido un enfoque estupendo. Un abrazo

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  4. Ese apagón en el verano de Córdoba.... ¡tiene narices, lo has situado en el peor momento lo que no sé es como no acabaron yendo los bomberos....Ya decía yo que de qué sería ese olor, jejejejeje

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  5. En diciembre de 2013, mucha gente llenó los freezers para las fiestas, y después hubo un corte de luz que duró varios días...

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  6. Córdoba, agosto y 20 días sin luz.Lo raro fue que no se descompusiera todo el frigorífico y que los vecinos no fueran a buscaros a la playa.
    Un abrazo.

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  7. Buen relato aunque huela mal. (Me refiero al frigo).
    Un abrazo.

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  8. Vaya final de vacaciones. La próxima vez que se las apañen ellos y dejad el frigo vacío.
    Un beso.

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  9. Entre lo tecnológico y lo humano, el caso es que esa pobre nevera quedó para el arrastre. Hay que pensar menos en nuestros hijos, ya se espabilan, poque después pasa lo que pasa.
    Un abrazo

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  10. Siempre intentando facilitarles la vida a nuestros cachorros y ya ves, la vuelta fué antoligica.
    Que destrozos se forman en las casas cuando falta la luz.
    Besos para los dos, amigos.

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  11. Que impresión abrir la puerta jajajaja, ahora lo cuentas a toro pasado, pero qué impresión....
    Un abrazo para los dos sufridores.

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  12. Siempre es bueno que hayan electrodomesticos en casa para echarles la culpa de todo lo que pasa. La culpa fue del cha, cha, cha.
    Aunque, solamente por disfrutar con esa descripción de jardinería neveril, merece la pena el desastre.
    Abrazos

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  13. Un aspecto humorístico del tema, si bien para mí no hay vegetación menos agradable que los hongos, esporas e hilillos de la descomposición. Muy bien contado y absolutamente creible. Un fuerte abrazo.

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  14. Es cierto que depositamos mucha de nuestra confianza, y de nuestro esfuerzo en los artefactos. Y cuando faltan....
    Abrazo

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