Felicitación navideña 2020

Felicitación navideña 2020
Creación de Mónica (Neogéminis)

Seguidores

14 de noviembre de 2018

Este jueves, un relato: El trabajo, una maldición bíblica (Mi aportación)

 
 

Recupero, ligeramente modificado, un texto que publiqué allá por el año 2010 pues no me queda tiempo para construir un texto acorde con mi propia convocatoria a la que, lógicamente, ni quiero ni debo faltar.

¿Maldición bíblica?. No puedo evitar sentirme molesto cada vez que oigo esa expresión aplicada al trabajo. Para  mí el trabajo ha constituido siempre una causa de desarrollo personal y lo que es más importante aún, el medio para procurar el bienestar de toda mi familia. En los tiempos actuales además, en los que tener trabajo constituye casi una excepción y un verdadero privilegio, hablar del trabajo como una maldición raya en la obscenidad.

Tan sólo he desempeñado dos trabajos remunerados en mi vida. Los dos, por diferentes motivos, me han reportado satisfacciones, y el segundo de ellos, además, muchos quebraderos de cabeza y algunos malos ratos.

Para hablar del primer trabajo que tuve, tengo que remontarme en el tiempo hasta mis 18 años. Preparaba oposiciones a la Banca y  me inscribí en un curso de formación administrativa en un centro de formación gratuita para adultos, regido por una orden de religiosas seglares, carentes de hábito. Al término del mismo, me propusieron impartir clases de cálculo mercantil y acepté. Ese fue el comienzo de ocho años de entrega a la labor de enseñar a personas adultas, la mayoría mayores que yo. Se fueron incrementando las horas de dedicación y las materias a impartir, pero no me importaba a pesar de la escasa remuneración, al principio gratuita y altruista, porque me sentía totalmente realizado, los ideales estaban en plena ebullición juvenil y además en ese Centro y en ese período, conocí a mi mujer, me casé y nacieron mis dos primeros hijos.

También en ese período aprobé las oposiciones a una Entidad financiera, simultaneando los dos trabajos al menos durante tres o cuatro años. Con gran pesadumbre tuve que dejar la tarea de enseñar pues apenas veía a mis hijos y estos iban creciendo. Salía de casa antes de que despertaran y volvía cuando ya estaban dormidos.

Con posterioridad, en mi segundo trabajo, aprobé oposiciones internas para el departamento de informática, y en esa labor transcurrió mi vida laboral hasta mi prejubilación. Hoy ya estoy totalmente jubilado desde hace cuatro años. Puedo aseguraros que ha sido ilusionante analizar y desarrollar aplicaciones informáticas para gestionar el activo de mi empresa. Mi trabajo me ha permitido aportar un granito de arena para que la labor de mis compañeros en cientos de oficinas, haya resultado un poco más cómodo, más fácil, menos tedioso.

También puedo deciros que fué estresante. La velocidad con la que en el mundo bancario
nacen nuevos productos es impresionante y todos ellos son de urgente implantación y todos necesitan la cobertura de una aplicación informática que los dote de operatividad. Todos los proyectos han de estar terminados ayer, cuando están naciendo hoy. De ese estrés, de ese vivir continuamente en el filo de la navaja, me queda el recuerdo de una úlcera de estómago ya superada, el reconocimiento a la tarea desarrollada y la estimulante sensación de haber aprovechado el tiempo. El trabajo, para mí, ha sido un agente de crecimiento y desarrollo personal.

Desde que salí de mi empresa, lejos ya las preocupaciones laborales, me sigue quedando el trabajo de compartir con mi esposa, con mayor intensidad que antes, las tareas domésticas, encantado de haber reducido el escenario laboral al ámbito doméstico bajo la supervisión de Toñi, mucho menos exigente, más amable y que además me dispensa, como os podeis imaginar, un trato de favor.

Más relatos sobre el trabajo en este mismo blog. Relación de participantes
 
 


19 comentarios:

  1. Gracias por compartir este texto con tu experiencia personal que publicaste hace unos años, y en verdad es así, como dices, quién tiene un trabajo es un privilegiado hoy en día en el que tanto escasea. Me ha encantado conocer tu experiencia profesional.

    Te diré que en mi caso, he tenido varios empleos, uno de ellos con contrato indefinido, pero a causa de la crisis actualmente me encuentro en paro, una situación por la que millones de personas y por la edad, pasados los cuarenta, es más dificil de encontrar un empleo estable, los que hay son temporales por pocos días y horas, esto es lo que hay.

    Un placer haber participado en tu convocatoria, ya te dejé mi enlace en tu entrada anterior.

    Un beso enorme.

    ResponderEliminar
  2. Un gran texto, con dos oficios más que dignos. Desde la perspectiva de un jubilado, los cambios en docencia y banca han de ser enormes, pero no veo melancolía por esos trabajos. repescaré un texto de barbería, porque creo que es un buen texto.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  3. Hola Pepe: Ahora comprendo que estés mas que cansado de enseñar y dar clases a mayores. Me ha gustado mucho tu texto y tu experieincia vital. Gracias amigo por compartir. Un abrazo grande y cariñoso.

    ResponderEliminar
  4. Un buen texto donde hay que darte las gracias por compartir con todos tus experiencias laborales . Has tenido una gran suerte de poder trabajar y formarte y como bien dices te has sentido integrado y has ido evolucionando dentro de tu empresa .Ahora bien merecido ese descanso para compartir junto a tu mujer y tus hijos .
    Un abrazo y gracias por saber un poquito más de ti .

    ResponderEliminar
  5. Una parte de ti, una importante ya que pasamos muchas horas en el trabajo. Un abrazo grande

    ResponderEliminar
  6. Aquí estoy, amigo, no podía faltar. Acabo de colgar mi relato. http://lacaraocultadelalunaesrosa.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  7. Qué lindo leerte y conocerte un poco más. Me alegra saber de tus buenas experiencias, pero más me alegra saberte de vacaciones permanente, disfrutando del tiempo sin presiones y con una jefa sustituta, que ya sabemos lo que es: puro amor. Besos

    ResponderEliminar
  8. Comprendo el punto de vista que has desarrollad entu relato pero atrás quedaron aquellos tiempos en los que los que trabajábamos en aquello que nos gustaba y con una vocación que lo hacía ilusionante. Hoy la cosa ha cambiado tiene más de castigo porque la gente tiene que trabajar en lo que encuentra, le guste o no, y el futuro será peor porque los sustituirán por robots.
    Es horrible pensar en cómo está la cosa.
    Un beso fuerte.

    ResponderEliminar
  9. Compartir, esa es la palabra correcta.
    Lo malo de hoy es que no hemos aprendido nada. En ve de trabajar para vivir vivimos para trabajar y si queda algo, vivir.
    Así que a disfrutar de este "empleo" que, como dices, tienes trato de favor y encima compensa.
    Un beso enorme.

    ResponderEliminar
  10. Tu vida laboral en unas pocas lineas.
    Abrazo de compañero.

    ResponderEliminar
  11. Cuando uno hace lo que le gusta no lo vive como una maldición, todo lo contrario, por eso suerte que has tenido Pepe de vivir como un regalo tu etapa laboral. Me ha gustado releer tu texto.
    Besos.

    ResponderEliminar
  12. Me ha gustado mucho. Un buen trabajo que te ganaste con tu tesón.

    Es bueno ayudar a tu mujer, estar siempre activo en algo.

    Muchos besos.

    ResponderEliminar
  13. Te muestras como alguien que disfruta de las diferentes actividades y desafios, de todas la enseñanza me parece la mas satisfactoria, pero todos esos cambios te han hecho sin duda mas fuerte. Muy interesante Un abrazo

    ResponderEliminar
  14. Siempre he intentado buscarle el lado bueno a mis trabajos en algunos ha sido dificil en otros no. Es una suerte trabajar en lo que te gusta, ardua tarea en la actualidad. Gracias por compartir tu experiencia, besos.

    ResponderEliminar
  15. Un bonito resumen de tu vida laboral: generalmente gratificante aunque con algunos dolores de cabeza, o de estómago. Seguro que tu relato habría emocionado a más de un excompañero o jefe. Ahora a disfrutar de tu tercer trabajo como jubilado doméstico, junto a una excelente compañera ;-)

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  16. Pepe, muy interesante tus dos trabajos. Lo del estrés poca gente se libra, en el momento que quieres responder como un profesional, las horas de dedicación aumentan, y llega un momento que el cuerpo dice, basta. Ahora, lo importante es que la satisfacción haya ido por delante que el resto, y si eso es así como parece, ha valido la pena.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  17. Una parte importante de tu vida en pocas líneas y la satisfacción que te deja.
    un beso

    ResponderEliminar
  18. Así como dices, el trabajo debiera ser siempre ese crecimiento y desarrollo personal; ardua faena cuando, desgraciadamente, el trabajo en el que estás nada de eso te proporciona, además de sumar otras cuántas cosas negativas que nada tiene que ver con esos valores.

    Qué buen texto y ejemplo nos dejas, de ambas etapas de tu vida... Gracias por compartirlo.

    Un placer leerte, Pepe.

    Un abrazo, y feliz finde.

    ResponderEliminar
  19. Das en positivo una gran lección de vida. Lo mejor de todo es tu "jefa" de ahora, quien paga con creces las horas huecas de la jubiación ¿a que si?
    Un abrazo a los dos.

    ResponderEliminar

Dejaron huella de su paso: