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13 de mayo de 2011

Una convocatoria literaria. Este jueves un relato, Portugal


Debido al problema surgido en Blogger, la entrada sobre Portugal y los comentarios que algunos amigos habían hecho a la misma, han desaparecido. Ante la duda de que vuelva a recuperarse, la publico de nuevo. 

Rememoro con especial cariño la primera vez que pisé suelo portugués. Fue un viaje relámpago. Aquel día, hace ya 16 años, me levanté con ánimo viajero. Hoy me lo pensaría mucho más pero entonces no me asustaban las distancias ni ponía reparos a cualquier pequeña locura que me proporcionara momentos placenteros. Decidí que un día tumbado en las arenas del Algarve, al sur de Portugal, era algo apetecible y allá que nos fuimos a pasar el día.
Recuerdo haberme quedado dormido en la arena y  cómo al despertar, el mar que antes acariciaba la planta de mis pies se había retirado más de cincuenta metros. Acostumbrado a las playas de Levante, casi sin mareas, este fenómeno hasta ese momento desconocido para mí, me llenó de sorpresa. Los bañistas se aplicaban diligentemente en la búsqueda de coquinas y navajas en la arena ahora libre del manto de agua. Me uní junto con mi hijo pequeño a la tarea y pasamos un rato delicioso. Después comimos en un pequeño restaurante unos escalopiños que mi hijo devoró con auténtica gula. Es curioso la forma en que algunas pequeñas sensaciones, en apariencia intrascendentes, quedan en nuestra memoria episódica para siempre.
Vinieron después otras visitas a Portugal algo más reposadas. Una estancia de tres días en un hotelito asomado al puerto de Faro, bella localidad capital del Algarve, me brindó la ocasión de visitar no sólo Faro, sino también Tavira y algunas otras poblaciones. Igualmente me permitió apreciar la amabilidad, la cercanía afable de sus gentes.
Un tercer viaje, nos encaminó hacia Portugal por tierras extremeñas. La primera población con la que nos encontramos, a escasos kilómetros de Badajoz, fue Elvas, ciudad de origen romano. Esta proximidad y la práctica desaparición de fronteras, hace que la convivencia entre españoles y portugueses a lo largo de toda la línea fronteriza, sea intensa.
Llegados a nuestro destino, Lisboa, durante siete días recorrimos poblaciones como Sintra, Cascais, Nazaré, Batalha, Evora. En todas ellas procuramos empaparnos lo más posible de su historia, sus monumentos, su gastronomía. La necesaria brevedad exigible a este relato, me obliga a no entrar en detalles pero no puedo resistirme a contaros mis impresiones sobre Lisboa.  
Pensando en Lisboa me invade ese sentimiento de difícil o imposible traducción que es la saudade. Ese mismo sentimiento que parecía impregnar la Lisboa que conocí. Ciudad de contrastes, moderna, cosmopolita y a la par anclada en un pasado de imperio colonial, Lisboa señorial, llena de edificios que denotan un pasado esplendoroso y a la par pintoresca, ciudad que se debate entre la añoranza y la melancolía de aquellos momentos de la Historia que ya no volverán y la necesidad de avanzar, de adaptarse a las necesidades de la vida actual. Esa Lisboa, me enamoró de tal manera, que volveré a ella a pesar de que, con tantos caminos por recorrer, tantos paisajes que descubrir, no suelo volver sobre mis pasos.
Por último, recomendaros un libro a través de cuyas líneas he recorrido Portugal desde la frontera con Galicia hasta el mar que baña las costas del  Algarve. Su título, Viaje a Portugal, su autor, uno de los más universales escritores portugueses, José Saramago.

Más visiones sobre Portugal en el blog de GUS


  

9 comentarios:

  1. Gloria dijo:
    Pepe, hace años estuve en Oporto; ¡¡ precioso¡¡ Portugal, lo poco que conozco, me sedujo. Es una de mis asignaturas pendientes.
    Pepe, estoy contenta, no sana o mejor de salud, pero si contenta. Esos dos hijos han dado su salto hacia delante. Se que vosotros me entendeis.
    Un beso con todo mi cariño
    Primavera dijo:
    Pues lo dicho en mi blog tengo esta asignatura pendiente que con vuestros relatos esta abriendo las ganas de ir bien pronto
    hermoso relato de tus viajes hacia este pais.
    primavera

    Natalia dijo:
    Amigo, he tenido BLOGGER desconectado toda la mañana, intentado comentar y ni en mi blog podía, ahora parece que funciona ¿te pasó lo mismo?
    He aquí el comnet. que ya te había hecho hace horas:

    Cierto Pepe, Portugal en cuanto la conoces, se te mete dentro, con suavidad, dulcemente enamora, fascina de norte a sur.
    Los pueblos, los paisajes, aquellos azules azulejos, el fado casi tópico, la suculenta gastronomía, su historia de navegantes y de vecinos casi desconocidos.
    Nadie como Saramago para descubrirnos Algarve y de paso, el ánima, saudade, carácter de nuestros fraternales vecinos.
    He estado varias veces, siempre regreso. Me has devuelto con tu descripción, momentos, sensaciones que conozco, Pepe amigo, un besito

    Pepi dijo:
    No tengo la suerte de conocer Portugal, pero todos los que conozco y lo han visitado, han vuelto, eso es muy buena señal. Yo sé que me gustará, me encanta el fado desde pequeña, así que ya llevo algo adelantado.
    Los recuerdos sencillos, a veces son los que se quedan más grabados en nuestra memoria, quizás porque esos fueron verdaderos momentos de felicidad.
    Besitos dobles.

    Juan Carlos dijo:
    Buenos recuerdos evoca el país vecino y hermano. Amabilidad y cercanía. Mis recuerdos son de un local en que tocaban música en directo. Nos hicimos asiduos y ahí empezó mi amor por la bossa nova.
    Un abrazo Pepe.

    Manuel dijo:
    Que curioso es como cambia la visión de un país dependiendo de la edad o condiciones en que se visite, ¿verdad?
    un abrazo

    Maru dijo:
    amigo, he ido a Portugal muchas veces, de norte a sur, de este a Oeste.
    Me gusta todo. La tremenda amabilidad de su gente, su historia, tan paralela a la nuestra, su idioma, mi lengua materna, su comida, sus tradiciones, todo.
    Gran descripción, buen paseo, gracias.
    Un besito

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  2. No conozco Portugal pero Pepe sinceramente este jueves, relato tras relato me hace desear posar mis pies en sus tierras. Has hecho que esa arena despojada de agua en la que dormias, se pegara tambien a mi piel. Un placer tus letras.
    Un abrazo.

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  3. Interesante experiencia la que cuentas.Y cuando nos provocan se gatillan estos recuerdos de los mas reconditos rincones.Nuestras almas de parabienes.
    Queda en el debe esa recomendacion literaria.

    saludos

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  4. Yo la leo por primera vez y la disfruto mucho!...gracias por hacernos conocer las vivencias de aquel viaje en el que el afán de aventura superó el lógico temor a las grandes distancias.
    Portugal debe ser una tierra maravillosa que me encantaría visitar.
    Un abrazo!

    P.d
    en mi caso, el post desaparecido ya me apareció de nuevo!

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  5. Te iba a dejar mi comentario , justo cuando surgió el problema de blogger...

    Tu recuerdo se hace carne en mi imaginación y entonces el deseo de conocer esa tierra toma un sentido mayor.
    Me gustó eso de habiendo tanto por conocer, no se vuelve, pero en este caso sí...
    Viajar es una meta, con este jueves, Lisboa un destino seguro.
    un fuerte abrazo, amigo Pepe

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  6. Veo que ha desaparecido mi comentario. Ayer y hoy me he dedicado ha repasar los blogs.
    Seguro que has de conocer bastante Portugal con todos esos viajes que has realizado. Yo entré por Extremadura y el paisaje cambia poco, sólo te das cuenta que estás en otro país al ver otro idioma.Nosotros primero fuimos a Lisboa y, para mí fue un impacto entrar por el puente "Venticinco de Abril", es espectacular lo grande que es y descubrir el estuario del rio Tajo. Me gustó muchísimo.
    Un abrazo

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  7. Muchos de tus pasos por Portugal no me son ajenos, y lo que explicas es una sensación que a mi me ha embargado. A veces pensamos que es como el hermano pequeño y cuando llegamos es grande, bonita, con espacios abiertos al mar y con mucha historia impregnada en sus arquitecturas...
    Bueno, yo si voy mucho por allí es como mi segunda casa, deberé ver otras puestas de sol...
    Un abrazo

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  8. Ceci dijo:
    Me gusta compartir tus impresiones del país Pepe. Es sutil la observación sobre Lisboa, una ciudad que puja por avanzar y sin embargo se abraza a su pasado, algo mas majestuoso,.. indudablemente de otros tiempos.
    Cuesta para una persona, como no le va a costar a una urbe, con tantos recuerdos visibles que le acicateen la memoria.
    Te dejo un abrazo

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  9. Gó-Nadaia dijo:
    Pepe,el otro día en la radio escuchaba a alguien decir que el ALGARVE,era uno de los lugares más bonitos que había visto.
    Ahora te leo y me doy cuenta de que puede ser realmente precioso.
    Parece como si tuviéramos que ir(bueno,yo no,pero en general)a lugares lejanísimos para encontrar belleza.Y a unos pasos brilla con luz propia.
    Lisboa te ha impresionado,verdad?
    ALgo hay en nuestro interior que hace sentirnos especialmente atraidos por unos lugares,verdad?
    Besucos a los dos

    *Tengo internet muy mal y no sé cómo salir de este embrollo.ayyyy!

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