Felicitación navideña 2020

Felicitación navideña 2020
Creación de Mónica (Neogéminis)

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29 de diciembre de 2010

Inventariando-me




Después de casi un año transcurrido, llega el momento en que nos disponemos a traspasar el umbral del nuevo año.

No deseo caer en la trampa de considerar que el simple cambio de año ya nos predispone para mejores y más fructíferas metas en nuestra vida. Evidentemente, el primer día de un año nuevo, es un día más en la línea ininterrumpida de nuestra existencia.

Sin embargo, es un momento tan bueno como cualquier otro, para volver la vista atrás, para meditar sobre el tiempo transcurrido, sacar consecuencias de todo lo vivido, profundizar en los aspectos tanto negativos como positivos para tratar de corregir los primeros y consolidar y afianzarnos en los segundos.

Entre los aspectos positivos encuadraríamos aquellos que nos han aportado bienestar, salud, prosperidad, seguridad, amor, amistad, etc.

Entre los aspectos negativos, aquellos que nos han enfermado, que nos han entristecido, que han hecho que nos quedemos un poco más solos, que nos han aportado inseguridad, dolor, incertidumbre, que han debilitado nuestra escala de valores.

Hasta aquí, los hechos tangibles, constatables, más o menos mensurables. Sin embargo, con ser importante este análisis, se me antoja a todas luces incompleto. Esa linea ininterrumpida de la que hablamos y a la que nuestra civilización ha dotado de hitos cada 365 días, constituye el camino de nuestro crecimiento, de nuestra madurez, de nuestra realización. También en esa dirección tenemos que analizar si hemos sido capaces de hacer bien las tareas.

Las respuestas que demos a algunas preguntas nos darán la clave de si el año transcurrido nos ha hecho un poco más personas.

¿He aprendido a dudar o tengo la inmadura seguridad de aquel que nada se cuestiona, creyéndose poseedor de la verdad absoluta?.
¿He conseguido conocerme un poco mejor, siendo algo más consciente de mis limitaciones, de mis imperfecciones?
¿He logrado corregir o paliar algún aspecto negativo de mi personalidad?
¿He aportado mi granito de arena en el crecimiento personal, en el bienestar e aquellos con los que convivo?
¿He sido capaz de reconocer errores y si estos han sido perjudiciales para alguien he sido capaz de pedir perdón por ellos?.

Ha sido un año raro para mí. Avances y retrocesos han constituido la linea de mi crecimiento. Tal vez haya aprobado, pero si ha sido así, seguro que por los pelos. Algunos anclajes de mi estructura emocional siguen desmoronándose mientras otros se cimentan y consolidan.

El contacto con vosotros, vuestra amistad, el saber que estais ahí, figura en mi balance emocional en el epígrafe de acontecimientos altamente positivos. Os estoy muy agradecido por eso.


Quisiera pedir, pero… ¿a quien pedírselo? Que el Año Nuevo os colme a todos de venturas y que el final del mismo, el balance, vuestro balance, sea netamento positivo.Ese es mi deseo.



  

21 de diciembre de 2010

Una convocatoria literaria. Este jueves un relato: " UN VILLANCICO"

No me acompañan las musas ni los ánimos en esta Navidad para crear un villancico, pero es mi deseo encontrarme con vosotros en estas fechas tan entrañables en las que parece que todos nos volvemos un poco más humanos, un poco más amigos, un poco más personas.


Es por eso que quiero dejaros tres entradas de anteriores Navidades, que hacen mención en este orden, a la Magia de la Navidad, a la forma en que se celebraba  la Nochebuena en Córdoba mi ciudad  y un haiku en el que intento destacar la pérdida del espíritu navideño devorado por las ansias consumistas de estos días.



MAGICA NOCHE EN BELEN



Es mi más ferviente deseo que el influjo de la Navidad traiga una atmósfera mágica para todos nosotros en la que nos impregnemos de paz, de bondad, de amor y que además ese influjo gobierne nuestros actos, nuestra vida, no solamente durante una noche. Soy creyente y me gusta centrar ese deseo en la conmemoración del Nacimiento de Jesús, pero los deseos de un mundo mejor no conocen credos ni doctrinas. Deberían de ser universales, al margen de cualquier creencia, de cualquier religión, de cualquier afiliación.



En Belén están cayendo
millones de rosas blancas.
Sus pétalos van tejiendo
el tapiz de una nevada.
 
El cielo está refulgente
de una hermosa claridad
y en el aire está presente
una atmósfera de paz.
 
 
Miles de cálidos sones
de una dulce melodía,
 van colmando corazones
de paz, amor y armonía
 
¿Porqué esta noche es tan blanca?
¿porqué tanta claridad?
¿de dónde sale esa música
que me incita a la bondad?
 
En una pobre cueva está la respuesta,
que la mujer más pura, con gran dolor,
entre un buey y una mula pare contenta,
ofreciéndole al Mundo su Redentor.
 
Pepe 


En un patio cordobés

Ahora que llega la Navidad, vienen a mi memoria otras Navidades de mi niñez y de mi adolescencia, cuando la gran mayoría de las personas de mi edad vivíamos en casas de vecinos, muy alejadas de los bloques actuales, tan impersonales, tan funcionales, tan fríos y tan poco favorecedores de la convivencia. 

En alguna ocasión, os he hablado de la vida en los patios cordobeses, tan abundantes en los ya muy lejanos tiempos de mi niñez. Casas con un patio común, alrededor del cual se organizaba la convivencia. Los elementos comunes para toda la vecindad como el pozo, las cocinas, las pilas para lavar, favorecían la convivencia, la comunicación y el roce.

En este entorno, las celebraciones de cualquier índole eran igualmente elementos favorecedores del roce y del cariño. 

Pues bien, la Navidad no podía ser de otra manera y era costumbre celebrar alrededor de una candela en el centro de ese patio comunitario, la venida del Niño Dios con villancicos, que se prolongaban hasta altas horas de la madrugada, cuando no hasta el día siguiente. 

Cada uno aportaba, para su consumo en esa noche, lo mejor de su despensa. Así en esta larga velada no faltaba el aguardiente, los mantecados, alfajores, pestiños o roscos de elaboración casera que hacían la larga vigilia un poco más liviana y llevadera. 

Hace ya algún tiempo, rememorando esos años y esa forma de celebración de la Navidad, compuse un villancico que os ofrezco en esta Navidad del 2010, con mis mejores deseos de que la Paz y  Felicidad estén siempre presentes en vuestras vidas.  

En el centro del patio, arde la candela,
en el cielo cordobés, lucen las estrellas,
en el belén pequeño, la virgen vela,
vela el sueño del Niño, la virgen bella.
 
Suenan palmas, palillos, panderas,
zambombas, guitarras y las voces suenan
junto a la candela. Preciosa manera
de adorar al NIÑO, en la NOCHEBUENA.
 
Mientras cantan y ríen y bailan y gozan,
dejan sus presentes, sus sencillas cosas,
ancianos y niños, zagales y mozas,
a los pies del niño de carita hermosa.
 
Suenan palmas, palillos, panderas,
zambombas, guitarras y las voces suenan
junto a la candela. Preciosa manera
de adorar al NIÑO, en la NOCHEBUENA.
 
Se acaba la noche, llega la mañana,
los cuerpos ya rotos, las voces cascadas,
siguen con sus cantes, sus palmas, sus ganas,
de alegrar al niño de tierna mirada.
 
Suenan palmas, palillos, panderas,
zambombas, guitarras y las voces suenan
junto a la candela. Preciosa manera,
de adorar al NIÑO, en la NOCHEBUENA.
 
Con guitarras y a compás, con alegría,
en la candela del patio, cantando con señorío,
en la noche clara, en la noche fría,
los cordobeses reciben al Niño Dios que ha nacio.
Pepe 



 Haiku Navideño

Brillos y luces.
La cuna arrinconada.
Se perdió el Niño.
Pepe

Más amigos ensalzando la Navidad en el blog de GUS

20 de diciembre de 2010

FELICITACION NAVIDEÑA.


FELICITACION NAVIDEÑA.
Nuestra querida amiga Mónica, también conocida como Neo o Neogéminis,  prolífica y extraordinaria bloguera, ha tenido la gentileza de reunirnos en una felicitación navideña a un montón de buenos amigos a partir de fotografías de nuestra niñez o adolescencia más temprana. Le ha debido de suponer un enorme esfuerzo y dedicación, dado lo complicado del montaje y la complejidad del material (en color, en blanco y negro, sepia, más o menos ajadas las fotografías por el paso del tiempo, etc.).
Ha realizado un extraordinario trabajo y merece por tanto la gratitud y el reconocimiento de todos nosotros. La mía, al menos, la tiene. Mi felicitación, mi aprecio y cariño por ello.
Mis mejores deseos de felicidad en estas fiestas navideñas para todos vosotros.  
P.D. Para ver mejor nuestras caras de niños buenos e identificarnos (si podeis), pinchar en las imágenes. 

15 de diciembre de 2010

Una convocatoria literaria. Este jueves un relato: "HISTORIAS DE ASCENSOR"

Viernes, ocho de la mañana. Puntual como cada día, traspasó las puertas giratorias de aquel inmenso rascacielos, mole de hormigón, acero y cristal donde se ubicaban las oficinas de su empresa en el piso 20 del edificio.

Presuroso, encaminó sus pasos hacia el ascensor con la certidumbre de que aquel fenómeno que le inquietaba desde hacía ya dos semanas, volvería a ocurrir y que él sería el único en percatarse de ello.

Entró en el ascensor y de nuevo, una vez más, ese penetrante, intenso, inquietante y desconocido olor reinaba en el interior del ascensor, aunque nadie parecía apreciarlo. Le resultaba inconcebible que pasara desapercibido para el resto de personas que a pesar de la amplitud del habitáculo, abarrotaban el mismo.

Aunque lo intentaba, no conseguía aislar el origen de donde emanaba. Las más variadas fragancias, colonias, perfumes, se mezclaban dentro del ascensor. Le resultaba relativamente fácil, determinar la persona a la que pertenecían, pero ese olor se resistía a delatar su procedencia.

Eran días estresantes. Se acercaba fin de año y todo era frenética actividad por tener cerrados los estados contables de la empresa antes de la primera decena de Enero, así que tomó la decisión de ir el sábado a trabajar en la confianza de que, al estar sólo, aprovecharía mejor el tiempo para adelantar las muchas tareas pendientes.

A la mañana siguiente, como si de un día normal se tratara, a las ocho de la mañana, montaba en el ascensor. El olor, el persistente olor, lejos de disminuir por la ausencia de gente, se había incrementado.

Tan solo estaban él y una señora alta, delgada, elegantemente vestida de negro, dotada de serena belleza  y poseedora de una más que evidente distinción, que al entrar lo saludó con una enigmática y amable sonrisa.

En el piso 19, casi a punto de llegar a su destino, un chispazo en el cuadro de mandos seguido de un fuerte crujido en el techo, marcaron el preámbulo de una caida vertiginosa del ascensor. Mientras la señora, inmune al pánico lo abrazaba amorosamente entre sus brazos, lo supo. El olor, ese penetrante olor que ahora lo envolvía como un sudario, era el olor de la Muerte y el ascensor el lugar elegido por la bella dama para poseerlo, para hacerlo suyo.
  
Mas intrigas de ascensor en el blog de GUS 

8 de diciembre de 2010

Una convocatoria literaria. Este jueves un relato: "¿A qué animal te gustaría parecerte?!


Ahora que razonablemente he sobrepasado con creces el vértice de la parábola que constituye la curva vital de cualquier criatura, preguntarme en qué animal me gustaría convertirme me plantea serios problemas.

¡Son tantas y tan variadas las cualidades de las que carezco que me gustaría poseer!. Y todas sin excepción son ostentadas como un atributo natural y congénito,  por algún animal. Salimos los humanos muy mal parados en la comparación de cualidades físicas con nuestros congéneres del reino animal. Me gustaría tener la fortaleza del elefante, la velocidad del guepardo o del halcón peregrino, el sentido de orientación tan extraordinario de las aves migratorias o de las tortugas marinas, la mansedumbre de las ovejas, el sentido de integración en el grupo del león o del lobo, el valor del tigre, la visión del lince, la laboriosidad de la abeja o de la hormiga, …. ¡qué se yo!. Algunas de estas cualidades son utópicas para el ser humano, otras como la mansedumbre o la laboriosidad son alcanzables con tesón y fuerza de voluntad, pero os diré con franqueza que a estas alturas, ni fuerza de voluntad, ni tan siquiera fuerza. Bastante trabajo tengo con sostener mi arquitectura.

Pienso que cualquiera de esas cualidades, de poseerla, tal vez me haría un poco más feliz, siempre que no tuviera que renunciar a los muchos defectos y algunas virtudes que he ido acumulando a lo largo de mi existencia como Homo sapiens (bueno, en realidad muy poco Sapiens) ya que os diré que en conjunto estoy conforme con el animal que habita en mí, a pesar de sus achaques y  deficiencias.

Sin embargo, hay una cualidad que ningún ser vivo sobre la faz de la tierra posee. El don de la inmortalidad. Y aunque no tengo vocación de vivir eternamente, sí que me gustaría vivir más tiempo. En la antigüedad, un animal ¨mitológico poseía ese don.El Ave Fénix. Ave mítica comparable al águila en su morfología, esbelta, de bello y colorido plumaje que cada 500 años veía su cuerpo reducido a cenizas para renacer de ellas por un período igual y así, cíclicamente, vivir por los siglos de los siglos.  

Tal vez sería deseable transformarme en Ave Fénix para vivir uno de esos ciclos de 500 años, aunque...pensándolo bien, mejor no, pues tendría que soportar el dolor de ver partir antecediéndome, a mi familia y amigos. Finalmente, como no soy nada ambicioso, me gustaría transformarme al final del camino y por íntimas razones personales, en una simple y hermosa mariposa blanca.
Pepe

Más transformaciones animalísticas en el blog del amigo GUS



5 de diciembre de 2010

No pudo ser

No pudo ser. En los primeros momentos del pasado uno de Diciembre, tras una lucha titánica que duraba ya un mes, en coma profundo desde que ingresó en el hospital como consecuencia de una grave insuficiencia cardiorespiratoria, el corazón de mi hermano dejó de latir.

Padre amantísimo y esposo enamorado, creo que no hubiera querido gravar la existencia de los seres que más quería con el cuidado de su persona en un estado vegetativo. No era la primera vez que libraba esta batalla. Ya en dos ocasiones más había tenido que superar crisis similares, pero esta vez, su gastado corazón, rendido, agotado hasta la extenuación, definitivamente se paró.

Puede parecer un tópico, un recurso con el que combatir nuestra indefensión ante la muerte, la idea de que las personas que queremos nunca mueren. Quiero creer que no es nada de esto, que mientras su recuerdo habite en nuestros corazones, su presencia entre nosotros está asegurada, como un hálito, un viento suave que nos trae el eco de su voz y de su risa.

He tenido el privilegio de ser su hermano, el de quererlo y sentirme querido por él, el de compartir su vida.
Lo he visto nacer, crecer, formar una familia.  No puedo renunciar a todo esto porque se haya ido. No puedo renunciar a él. Va a estar siempre en mi corazón, formando parte de mi vida.

Ando vacío, desconsolado y triste estos días. Me he resistido a escribir esta entrada, a contaros mi dolor, pero este es mi rincón, en él siempre, atendiendo al título del blog, he desgranado mis momentos. Los buenos y, como en esta ocasión, aquellos que nunca hubiera querido vivir.

28 de noviembre de 2010

hoy muerta, me pregunto


Honrarte y respetarte.
Ese fue el juramento pronunciado
delante de tu gente y de la mía.

Hasta que la muerte nos separe.
Y la muerte, invocada por ti
cuchillo en mano, cumplió la profecía.

Hoy muerta me pregunto
porqué la cobardía  llenó tu corazón de ira,
de odio desatado, de rabia incontenida.

Hoy muerta me pregunto
porqué mi cobardía  permitió tus ultrajes,
tus insultos y golpes, atenazó mi huida..

Hoy muerta me pregunto
porqué al final del callejón sombrío, sin salida,
no pude trocar tu miserable vida, por mi vida.
Pepe

24 de noviembre de 2010

Una convocatoria literaria. Este jueves un relato: "partes traseras"


Como escribir sobre el culo sin morir avergonzado en el intento.

¿Cómo se puede componer un relato sobre el culo sin resultar escatológico, tosco, grosero y  nada distinguido?.

¿Cómo aludir a la femenina hermosura de la curva cerrada que lo enmarca, al diámetro separador de ambos hemisferios, a las suaves, carnosas y redondas colinas que invitan a explorar su paisaje, a acariciar su superficie con las manos, sin parecerle a quien me lea obseso y pervertido?.

¿Cómo describir la mareante, subyugante, hipnotizadora sensación de seguir con la mirada un hermoso culo de mujer en movimiento sin que el relato de esas sensaciones perturbe el pudor y el recato de las mentes bienpensantes y las predispongan en contra del que escribe?.

¿Cómo alabar ese maravilloso centro de gravedad del cuerpo femenino, sin perder por ello el equilibrio, la mesura y la moderación?.

¿Cómo no mencionar en esta descripción, aún cuando sólo sea por razones de vecindad y cercanía ese excelso lugar donde se libra la batalla que da lugar a la fecundación del ser humano? Y mencionándolo, como hacerlo con la delicadeza, con la sutileza necesaria para no herir sensibilidades femeninas.

¿Cómo no destacar en el edificio humano la importancia capital a esa parte de nuestra anatomía encomendada?. Podemos vivir sin ojos, sin oidos, sin brazos, sin manos, pero no es imaginable un cuerpo sin culo. ¿Cómo evitar,  al glosar la enorme responsabilidad encomendada al mismo que los lectores piensen que nos regocijamos en la suciedad que se le supone a ese “agujero sin retorno” de nuestro organismo.

Ardua tarea la que se presenta al que pretenda glosar las excelencias de esa parte de la anatomía femenina, hacerlo bien y, al tiempo, no ser tachado de grosero, vulgar, obseso, pervertido, nada equilibrado, moderado, mesurado, poco sutil y dado a la procacidad.

Como no es mi deseo despertar esa animosidad hacia mi persona, os ruego sepais disculpar mi reticencia a hablar este jueves de esa parte de la anatomía femenina.

No obstante, en mi ilusión por participar en esta reunión juevera que a todos nos convoca, no me resisto a proponeros una adivinanza que tiene que ver y mucho, con el tema que nos ocupa. Dice así:

Triunfante salió del nido,
y a las ventanas llegó,
anunciando que ha salido
entre olorosos efluvios,
el que sin alas... voló.

Pepe

Más aportaciones a las traseras partes desde el blog de GUS

18 de noviembre de 2010

Una convocatoria literaria. Este jueves un relato: LAS RELACIONES PATERNOFILIALES

Decidimos tener nuestro primer hijo sin tener ni la más remota idea de la hermosísima y ardua aventura en la que nos estábamos embarcando. Nadie nos había educado anteriormente para ser padres. Nuestro escaso bagaje lo constituía la propia experiencia de hijos y el ejemplo de vida de nuestros padres. Sin embargo, teníamos claro que para nosotros, y subrayo el nosotros,  tener un hijo era la consecuencia lógica del amor. De esa manera, con unos padres llenos de ilusión y temerosos de no estar a la altura de las circunstancias, vino al mundo el primero de nuestros hijos, de un total de cuatro.

Tan sólo teníamos claras algunas ideas, algunos pilares sobre los que pretendíamos cimentar la educación de nuestros hijos.

La primera de ellas, la envoltura en la que nuestras ideas cobraban sentido, era el amor que debía presidir nuestros esfuerzos y desvelos en relación con ellos, de tal manera que cuando tuviéramos que corregir, castigar, enmendar comportamientos, aconsejar, etc., ellos percibieran esas acciones como algo fruto del cariño y no como una forma de descargar nuestras frustraciones, nuestra cólera o nuestra decepción.,

Otra idea, igualmente fundamental para nosotros, pero más dura de asumir, y que incluso al día de hoy no sé si hemos asumido totalmente, es que “nuestros” hijos, no son nuestros. Es cierto que han recibido la vida gracias a nosotros, que daríamos gustosos la nuestra por ellos si fuera necesario, es cierto que hemos dedicado nuestra vida a hacerlos crecer y madurar, pero no es menos cierto que su vida es suya, que no nos pertenece, Tienen derecho a volar y nosotros la obligación de no trabar sus alas.

Nos propusimos dotarlos de independencia de criterio y libertad de acción. Pero ese objetivo, nunca nos eximió de nuestro rol de padres ni nos hizo perder el horizonte del respeto mutuo que debía presidir nuestra relación con ellos.  Difícil y costoso equilibrio, inestable las más de las veces, entre las cotas que ellos siempre han pretendido conquistar, guiados por su juvenil fogosidad y las que nosotros hemos estado dispuestos a ceder, guiados por nuestra prudencia. Cuando se quiere tanto, cuesta mucho mantener una postura de firmeza en determinadas ocasiones.

No ha sido tampoco fácil dotarlos de valores humanos y sociales. Que asuman y hagan suyos sentimientos de solidaridad, de no discriminación, de semejanza con los demás cualquiera que sea su posición, su condición, su raza, su religión o su cultura. ha requerido de nosotros el esfuerzo de mostrarles, siempre que la ocasión lo ha requerido, que somos nosotros los afortunados cuando actuamos guiados por los mismos.

Nuestra relación con ellos ha conocido discusiones, enfrentamientos, negociaciones, imposiciones por decreto, momentos felicísimos y otros no tanto. Hemos fracasado en ocasiones, hemos experimentado la amarga sensación de estar perdidos, en otras la impotencia de no poder evitar desde nuestra experiencia, algún que otro batacazo de ellos. Hemos aprendido a tropezones el oficio de ser padres y creo que ellos han aprendido el de ser hijos.

Hemos crecido, ellos y nosotros, en el cariño mutuo y creo que ha sido ese caldo de cultivo, el que ha hecho posible que mis hijos, como diría Machado, sean fundamentalmente buenos. Si eso tiene algún valor, creo que nuestras relaciones paterno-filiales, merecen ser calificadas como óptimas

Mas tormentosas, gratificantes, divertidas o serias (como esta) relaciones paterno-filiales en el rincón de GUS

15 de noviembre de 2010

Vuelta a las andadas


Volvemos a las andadas. ¿Tan difícil es eliminar de algunas mentes el estereotipo de charanga y pandereta de una Andalucía indolente, vaga, que vive gracias a subsidios y subvenciones?. Según las declaraciones del Lider de Esquerra Republicana de Catalunya, Joan Puigcercós, la Agencia Tributaria asedia a inspecciones a los empresarios catalanes, mientras comunidades como Madrid y Andalucía se van de rositas.

Estas son sus palabras textuales en un acto electoral en La Seu d’Urgell (Lleida):
“La Agencia Tributaria está instalada en Cataluña, investigando cada semana a nuestros empresarios. Mientras tanto, Madrid es una fiesta fiscal y en Andalucía no paga ni Dios”.
Palabras que no solamente no ha rectificado, sino que ha vuelto a ratificar en su blog, y que por tanto no se pueden achacar a un “arrebato pasajero” en un acto electoral.

Soy andaluz. He estado durante casi cuarenta años trabajando y todos los meses, sin faltan ni uno, me han descontado el IRPF correspondiente. Es una enorme obviedad decir que los andaluces pagamos nuestros impuestos al igual que cualquier trabajador pero, al parecer, es necesario dejar patente algo tan elemental como que las rentas están gravadas.

Es cierto que unas pocas comunidades, entre ellas Cataluña, quizás la que más, aportan a las arcas del estado más de lo que reciben. Pero para defender esa realidad incuestionable y que por tanto yo no voy a poner en tela de juicio, no hay que acudir a la descalificación y el insulto, sobre todo porque no se corresponde con una realidad.

Me remito a las publicaciones oficiales del Ministerio de Economía y Hacienda, en las cuales Andalucía, entre todas las tablas que determinan la balanza fiscal de las comunidades, está al filo de la autofinanciación, ya que recibe del Estado (según las distintas tablas) entre un 3 y un 4,5% más de lo que aporta, desde luego muy alejado de lo que reciben de más otras comunidades autónomas nada sospechosas de vivir subsidiadas.

No me gustaría que se interpretara esta entrada como un alegato anticatalanista, porque nada hay más alejado de la realidad. Entiendo que cada pueblo tiene pleno derecho a defender sus raices, su identidad diferencial, su lengua, sus tradiciones y costumbres, sus intereses y no creo que esas descalificaciones reflejen el sentir mayoritario del pueblo catalán.

Lo que nunca entenderé es que para esta legítima defensa, sin fundamento, sin conocimiento, sin respeto, se ataque a otros pueblos, a otras sensibilidades, sin ni tan siquiera hacer un esfuerzo de acercamiento a la realidad de esos pueblos.

9 de noviembre de 2010

En la hora del alba

Imagen Obtenida de Internet

En la hora del alba.

En la hora del alba,
dulcemente dormida,
te contemplo.

Cuando la luna,
que ha velado tu sueño
se retira
y el sol comienza
a dorar tus cabellos,
te contemplo.

Refleja tu semblante
la inmensa paz
de quien nunca hizo daño,
la clara transparencia
del alma que te habita,
el amor que derrochas,
la ausencia de enemigos.

En la hora del alba,
recostada en mi pecho,
te contemplo.

Y una vez más,
teniéndote a mi lado,
en la hora del alba,
me enamoras..

30 de octubre de 2010

Convocatoria: Halloblogween

CONVOCATORIA HALLOBLOGWEEN

En la casa colindante con la de Doña Remigia, vivía Luis, completamente solo desde que, hace ya diez años, falleciera Manuela, su esposa.

Luís era invidente desde hacía 20 años. Jubilado de la ONCE, estaba bien económicamente y era autosuficiente para las tareas del hogar, a pesar de su invidencia.

Pese a ser un hombre tímido y algo huraño, tal vez debido a su escasa vida social, gozaba del respeto y la comprensión de las gentes de su entorno más próximo que procuraban hacerle la vida lo más llevadera posible.

Con Doña Remigia, tenía una relación que podríamos calificar de políticamente correcta. Se saludaban, conversaban a veces si se encontraban en la puerta de casa, incluso en las onomásticas y acontecimientos especiales, en una demostración de buena vecindad, se invitaban a comer en alguna de las dos casas.
Tan sólo una sombra enturbiaba esta relación de vecindad. Debido a su invidencia, Luís tenía perfectamente delimitados los espacios en su casa. Era condición indispensable para moverse en su hábitat doméstico sin miedo a tropezones, caidas, magulladuras y todas las lógicas consecuencias de su falta de visión.

Este hábitat era a menudo trastocado por las desenfrenadas incursiones que Robespierre, el gato de doña Remigia, efectuaba en sus dominios en busca de comida o usando su casa como casa de paso para sus incursiones amatorias.

Luís, hombre prudente, jamás le comentó a doña Remigia los desafueros de su gato, y fué acumulando un odio visceral contra el intruso.

Aquella tarde, dejó volar su imaginación a los tiempos en que poseedor de una completa y aguda visión, pateaba los campos con su escopeta en busca de perdices y en los que,  a veces en la noche,  ponía lazos corredizos para atrapar conejos, habiendo desarrollado una extraordinaria habilidad en este menester.

Recordó que, con motivo de su cumpleaños, había quedado en casa de doña Remigia, para compartir con ella un rico asado, y con cara extrañamente sonriente como si preparara alguna travesura, se dispuso a encender el horno, después de aderezar convenientemente una pieza que, por su forma y tamaño, parecía una espléndida liebre de campo.

A las once de la noche, una anciana y un invidente, en un acto de buena vecindad, daban cuenta del magnífico asado, regado con un buen vino que propiciaba una distendida conversación de sobremesa durante la cual doña Remigia se quejaba amárgamente de la desaparición de su gato, mientras Luís hacía esfuerzos por consolarla de tan lamentable pérdida.

Al filo de la medianoche, Luis abandonaba la casa de doña Remigia, después de tirar los huesos rechupeteados del magnífico asado, tras la alacena de ésta, sin haber abandonado en ningún momento la aviesa sonrisa que le acompañó desde el mismo momento en que comenzó los preparativos de esta magnífica velada.

En el fondo de su bolsillo, como recuerdo de la misma, un collar con un cascabel, un pequeño diamante y un nombre: Robespierre.

Nunca llegó a descubrirse al autor de la muerte de Robespierre. Sin embargo en casa de Luis, a veces, un agudo maullido es el preludio de arañazos en su cuerpo y de un espantoso caos en el mobiliario.
Pepe.

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28 de octubre de 2010

Una convocatoria literaria. Este jueves un relato: Anarquía en los jueves literarios

Gustavo nos invita en este jueves a un relato “a la carta”. Nada mejor se me ocurre que compartir con vosotros los sentimientos que la Naturaleza me inspira.

Amo a la Naturaleza. Cuando me sumerjo en ella, soy feliz. En su entorno, bajo su cobijo, percibo que afloran en mi sentimientos de libertad, de autenticidad, de intima simplicidad, sentimientos de bienestar, de paz interior. Noto que pertenezco a esa Naturaleza en la misma medida en que ella me pertenece.

Me gusta adentrarme por caminos escasamente transitados, bajar barrancos, subir cumbres, seguir el cauce de arroyos, patear senderos, contemplar el vuelo de las aves, aspirar el aroma de las plantas, ser espectador de la impresionante manifestación vital que la Naturaleza nos ofrece continuamente.

A veces añoro una mayor fortaleza fisica que me permitiria llegar mas lejos, subir mas alto, en definitiva, disfrutar mas y mejor de eso que amo.

Este pasado fin de semana he gozado del maravilloso enclave del Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas.

Alojados en Pozo Alcon, poblacion perteneciente a Jaen y fronteriza con Granada, un grupo de amigos hemos disfrutado de unas jornadas de senderismo de esas que quedan grabadas para siempre en la retina.

El primer dia subimos al Pico Cabañas, el cual con 2026 metros de altitud es el hito mas alto de la Sierra del Pozo, perteneciente a la Sierra de Cazorla. Una jornada de diez horas, hermosa y dura. Desde la cumbre, las vistas eran sencillamente impresionantes.

El segundo dia hicimos una preciosa ruta que nos condujo después de una considerable ascensión a bajar un barranco hasta el curso del arroyo Guazalamanco, siguiendo su cauce hasta el pantano de la Bolera.

El tercer dia fue un delicioso paseo por la bella población de Castril, siguiendo la cerrada del rio del mismo nombre, por unas pasarelas de madera adosadas a las paredes laterales de la garganta por la que el mismo discurre.

En resumen, unas apasionantes jornadas que he querido compartir con vosotros mis amigos, junto con ¿el poema? que me han inspirado y algunas imágenes de esos dias.

    


AL FINAL DEL SENDERO

Al final del sendero,
mientras mis piernas descansan, doloridas
y extasiados los ojos, hacia abajo contemplan
nubes, montañas, ríos, valles,
me siento diminuto, apenas nada

Al final del sendero,
Empapado mi rostro de sudor,
la sangre presurosa por mis venas
y el aliento entrecortado, jadeante,
feliz siento que crezco y me renuevo.

Al final del sendero,
En mi quedo el camino, lo importante.
Atrás los esforzados pasos,
La fuente, el árbol, el pájaro, el viento,
Y un poco de mi vida en todos ellos.

Al final del sendero,
El instante de paz, de calma, de sosiego,
Deja paso a los sueños, al deseo
de desterrar la inercia, comenzando
otro nuevo camino, otro sendero.

Pepe

17 de octubre de 2010

Amar perjudica seriamente la salud ¿o no?

 Inmanente según el DRAE:

Que es inherente a algún ser o va unido de un modo inseparable a su esencia, aunque racionalmente pueda distinguirse de ella.

El arzobispo de Bruselas, André-Joseph Leonard, en un libro donde se recogen conversaciones con él, manifiesta que el sida "no es una justicia divina" sino "una especie de justicia inmanente".

El prelado justifica esa consideración señalando que jugar con la naturaleza del amor puede conducir a catástrofes así.

Y es que estos comentarios se producen un mes después de la presentación de un informe demoledor sobre los casos de pederastia en el país a manos de miembros de la Iglesia Católica.

Se me puede argumentar que la pederastia afecta a todas los estratos sociales y esto es cierto, pero no es menos cierto que en el clero por su profesión de fe, resulta más innoble, más repugnante, más clamoroso.

Al hilo de todo lo anterior, no tengo más remedio que hacerme algunas preguntas:

¿Cuál es la naturaleza del amor? ¿Cómo se juega con esa naturaleza?. ¿Acaso no tiene el amor tantas formas, tantas manifestaciones, tantos caminos como seres humanos habitamos el planeta tierra? ¿no está en la esencia del amor buscar la felicidad plena de la persona amada desde el respeto, la entrega y la generosidad más absoluta?. ¿No son válidas todas las formas de amor que se desarrollen bajo esas premisas?

Me temo que el señor arzobispo no quería hablar de amor, evidentemente no, creo que quería hablar de sexualidad y de lo "pecaminoso" y "catastrófico" que puede resultar salirse de los cánones establecidos por la jerarquía eclesiástica sobre como debemos conducirnos los humanos en este sentido. Lástima que algunos de los representantes que están bajo su mando, ignoren de forma tan estrepitosa los cánones que deben de regir su conducta.

Se me ocurre por último una pregunta más para el señor arzobispo.

¿Acaso no es inmanente con la esencia del cristiano la virtud de la caridad, del amor con los que sufren? Me temo señor arzobispo que dada la falta manifiesta de amor al prójimo que se desprende de sus declaraciones,  es inevitable llegar a la conclusión de que no es posible catalogar su comportamiento de cristiano, al menos en esta ocasión, y bien que lo siento.

7 de octubre de 2010

Una convocatoria literaria. Este jueves un relato: Pág. 24 linea 3.

“El barco está zarpando a esa hora del crepúsculo rumbo a Efeso. Desde la borda contemplo todo el sol depositado en el Cuerno de Oro”.

Estas frases se corresponden con la página 24 linea 3, del libro DEL CAFÉ GIJON A ITACA, de Manuel Vicent, magnífico escritor valenciano.

El subtítulo de su libro, Descubrimiento del Mediterráneo como mar interior, ha despertado en mí el deseo de plasmar en un poema algunos de los sentimientos que me inspira.

MARE NOSTRUM

Mar interior, Mar Nuestro, mar amado,
mar de suaves  mareas, mar en calma,
mar por héroes y dioses navegado,
mar de cálidas aguas, mar con alma.

Mar que habitas mi ser y que lo llenas
de tu luz, de tu sal, de tu hermosura,
mar que arrullas mi sueño con ternura,
mientras amante besas mis arenas.

Atardeceres rojos cada día.
Serena como tú, sin temporales,
se refugia mi nave en tu bahía.

Rompen tus olas. Mi alma serenada
escucha tus sonidos celestiales,
sintiendo al fin, mi casa sosegada.
Pepe

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30 de septiembre de 2010

Una convocatoria literaria. Este jueves un relato: "MENTIRAS"


Vivimos inmersos en la mentira. Hemos convertido a la mentira en el caldo de cultivo donde toda la actividad humana encuentra su acomodo. Dignos herederos de Rinconete y Cortadillo, trileros de la verdad, estafadores, embaucadores, arribistas, los pícaros modernos no llevan agujereados los zapatos ni visten harapos ni conocen penurias, necesidades, hambre. Tampoco son incultos iletrados. Tienen sólida formación  política, religiosa, empresarial. Pero esa formación no les impide utilizar la mentira de forma habitual para medrar, para conseguir sus objetivos,

Hablan de austeridad, de sacrificio y no les tiembla el pulso para bajar el sueldo a miles de trabajadores, intentando convencernos de la necesidad de esas medidas mientras ellos siguen con salarios altísimos, incrementando exponencialmente las huestes de asesores de todo tipo, de altos cargos, de coches oficiales, de dietas astronómicas, cargando al erario público, incluso sus visitas a burdeles de lujo.

Hablan de santidad, hacen votos de castidad y de pobreza, demonizan el aborto, las relaciones libres, la homosexualidad, el uso de preservativos. Sin embargo históricamente se han revestido de lujo y ostentación, han nadado en la abundancia y la riqueza, han gozado del sexo, han abusado de su posición dominante para cometer las más abyectas aberraciones con menores.

Hablan y dicen que son creadores de riqueza, "su" riqueza. Pero en la trastienda, esta riqueza se cimenta en salarios bajos, empleo precario, componendas con el poder, obtención de subvenciones, sobornos. Aprovechando la crisis, muchos de estos tiburones de traje impoluto y aviesas intenciones han saneado sus empresas despidiendo personal “para poder sobrevivir”, y repartiendo el exceso de carga de trabajo entre los trabajadores que han tenido la “bondad” de no despedir.

Trabajadores que consideran que merecen todos los derechos pero no creen ser deudores de ninguna obligación, que se inventan bajas por enfermedad mientras prestan sus servicios en otros menesteres, que tienen dobles trabajos pero cotizan sólo en uno de ellos, que procuran ser puntuales al salir del trabajo, ya que no lo fueron al entrar, son también mentirosos pues esas prácticas van en contra del resto de trabajadores.

Ayer el pais vivió una huelga general. ¿Necesaria? Estoy seguro de que sí, pero era necesaria mucho antes, cuando la crisis comenzaba y el Gobierno se preparaba para adoptar medidas a todas luces impopulares.

Pudimos vivir en todas su plenitud ese caldo de cultivo mentiroso que al principio mencionaba.

Trabajadores que querían ejercer su derecho a trabajar pero que tenían que desistir ante la capacidad de “persuasión” de piquetes que se declaraban “informativos”. La cifra de huelguistas, se convierte así en una gran mentira.

Trabajadores que querían ejercer su derecho a la huelga, pero eran “amablemente” invitados a que desistieran de su empeño, con la amenaza de despido. La cifra de trabajadores que no secundaron la huelga, se convierte así en otra gran mentira.

Un Gobierno que contempla como organizaciones sindicales, en su órbita ideológica, se ven obligadas para no perder aún más una credibilidad más que perdida, a echarle un simulacro de pulso, un pulso de guante blanco cuando todas las medidas están ya tomadas. No sé si es una gran mentira, pero es una gran parodia.

Una oposición que tiene la desfachatez y el descaro de simular su desacuerdo con la huelga, en consonancia con su tendencia política,  pero que en esta ocasión, por lo que tiene de desgaste del Gobierno, desearon ansiosamente, aunque nunca lo reconocerían,  que tuviera lugar con un masivo seguimiento.

Y adornando la tarta, la guinda de organizaciones juveniles de las llamadas anti-sistema, con estética marginal, que sin embargo se han aprovechado del sistema, para alimentarse, para tener una formación (o deformación), y que cargan vandálicamente contra las fuerzas de orden público, incendiando mobiliario urbano, sembrando el caos, sin aportar ideas para superar este modelo de sociedad, a no ser, claro, que su idea de sociedad sea precisamente una sociedad sumergida en un continuo caos.

No son los únicos frentes donde la falsedad y la mentira se manifiesta diariamente en nuestra sociedad, es sólo un pequeño botón de muestra, tratado a vuelapluma.

Caería en la misma mentira que estoy intentando criticar si no dijera que existen políticos, religiosos, empresarios, trabajadores honestos. Claro que sí. Seguramente constituyen mayoría, pero es esa mayoría silenciosa la que sufre los devastadores efectos de estos y otros comportamientos.
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23 de septiembre de 2010

Una convocatoria literaria. Este jueves un relato: "¿En qué trabajas...o te gustaría trabajar?"

¿Maldición bíblica?. No puedo evitar sentirme molesto cada vez que oigo esa expresión aplicada al trabajo. Para  mí el trabajo ha constituido siempre una causa de desarrollo personal y lo que es más importante aún, el medio para procurar el bienestar de toda mi familia. En los tiempos actuales además, en los que tener trabajo constituye casi una excepción y un verdadero privilegio, hablar del trabajo como una maldición raya en la obscenidad.

Tan sólo he desempeñado dos trabajos en mi vida. Los dos, por diferentes motivos, me han reportado satisfacciones, y el segundo de ellos, además, muchos quebraderos de cabeza y algunos malos ratos.

Para hablar del primer trabajo que tuve, tengo que remontarme en el tiempo hasta mis 18 años. Preparaba oposiciones a la Banca y  me inscribí en un curso de formación administrativa en un centro de formación gratuita para adultos, regido por una orden de religiosas seglares, carentes de hábito. Al término del mismo, me propusieron impartir clases de cálculo mercantil y acepté. Ese fue el comienzo de ocho años de entrega a la labor de enseñar a personas adultas, la mayoría mayores que yo. Se fueron incrementando las horas de dedicación y las materias a impartir, pero no me importaba a pesar de la escasa remuneración, al principio gratuita y altruista, porque me sentía totalmente realizado, los ideales estaban en plena ebullición juvenil y además en ese Centro y en ese período, conocí a mi mujer, me casé y nacieron mis dos primeros hijos.

También en ese período aprobé las oposiciones a una Entidad financiera, simultaneando los dos trabajos al menos durante tres o cuatro años. Con gran pesadumbre tuve que dejar la tarea de enseñar pues apenas veía a mis hijos y estos iban creciendo. Salía de casa antes de que despertaran y volvía cuando ya estaban dormidos.

Con posterioridad, en mi segundo trabajo, aprobé oposiciones internas para el departamento de informática, y en esa labor han trascurrido los últimos treinta años, hasta mi prejubilación. Puedo aseguraros que ha sido ilusionante analizar y desarrollar aplicaciones informáticas para gestionar el activo de mi empresa. Mi trabajo me ha permitido aportar un granito de arena para que la labor de mis compañeros en cientos de oficinas, haya sido un poco más cómodo, más fácil, menos tedioso.

También puedo deciros que ha sido estresante. La velocidad con la que en el mundo bancario nacen nuevos productos es impresionante y todos ellos son de urgente implantación y todos tienen la cobertura de una aplicación informática que los dota de operatividad. Todos los proyectos han de estar terminados ayer, cuando están naciendo hoy. De ese estrés, de ese vivir continuamente en el filo de la navaja, me queda el recuerdo de una úlcera de estómago, el reconocimiento a la tarea desarrollada y la estimulante sensación de haber aprovechado el tiempo. 

Ahora, lejos ya las preocupaciones laborales, me sigue quedando el trabajo de compartir con Toñi, ahora con mayor intensidad, las tareas domésticas, encantado de haber podido cambiar la presión de muchos jefes, por la presión de una sola jefa que además me dispensa un trato de favor.

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19 de septiembre de 2010

Patio cordobés

Un remanso de paz, patio sereno,
blancos de luz, tus muros encalados,
de macetas con flores salpicados,
de silencio y de calma tu estás lleno.

Por arcos y columnas circundado,
que ciñen de penumbra tu hermosura,
fuente y agua te aportan la frescura,
de su cristal sonoro derramado.

Te muestras generoso al visitante
que extasiado perturba tu clausura
y el corazón te entrega, como amante.

Patio eterno, por siglos conservado,
patio de mi ciudad, la esencia pura
del alma cordobesa,  patio amado.
Pepe.

16 de septiembre de 2010

Una convocatoria literaria. Este jueves un relato: “¡Hazme reír!”

POR EL IMPORTE DE UNA CERVEZA FRIA...
Utilizas el bar como local de reunión con tus amigos, ocupas una mesa y una silla, manchas un vaso, lees el períódico, me conviertes en tu psicólogo contándome tu vida, usas servilletas, entras al aseo gastando agua y jabón, me pides la guia telefónica, me preguntas por una calle, ves la televisión por cable, disfrutas de aire acondicionado, ….
¡¡¡Y TODAVÍA ME DISCUTES EL PRECIO!!!.


Mi segunda aportación

A DIOS ROGANDO Y CON EL MAZO DANDO
El rey de aquel alejado y próspero lugar, leyó esa frase y en el colmo de la credulidad o de la imbecilidad, que de ambas cosas estaba bien sobrado, le pareció idonea para traer más riqueza, más bienestar, a sus súbditos.

En todas las iglesias de su reino hizo poner un gong al que sus vasallos tenían la obligación de golpear antes, durante o después de sus oraciones.

Creó Universidades que formaran a sus ciudadanos en ambos sentidos. Encargó a las más preclaras mentes de su corte que elaboraran rogativas cada vez más y más especializadas, para la lluvia, para las cosechas, para la salud, para evitar catástrofes naturales, etc. Igualmente, a los mejores músicos de la corte les encargó la creación de partituras para que un instrumento de percusión tan rudimentario como un gong, fuera capaz de interpretar piezas magistrales.

El pueblo, amante de su rey y seguidor incondicional de sus reales designios, se entregó con tal afán a rogar a Dios y a golpear el gong, dedicaba tantas horas del día a tales menesteres, que se olvidaba de sembrar, de regar, de recolectar, de llevar a pacer al ganado, de ordeñar. Tan poca atención prestaba a estos menesteres que los primeros síntomas de ruina económica no tardaron en aparecer. Tierras baldías, ganado famélico,
Arcas y despensas vacías.

¡Es claro que no estamos cumpliendo las reales órdenes como es debido!, se decían y cambiaban la proporción de los rezos y el golpear del gong. Unas veces rezaban más y golpeaban menos y otras al contrario, pero la ruina seguía adueñándose de sus piadosas vidas.

Tan sólo un grupo de herejes impios, declarados en rebeldía, ni rezaban ni tocaban el gong. En su afán discrepante, se afanaban en trabajar más y más cada día y en huir de la iglesia y sus representantes como del diablo. La prosperidad era patente en sus campos y ganados. El rey intentó acabar con ellos pero todos sus esfuerzos fueron inútiles. Con las cuentas mermadas y la población empobrecida, difícilmente podía hacer frente a la fortaleza de sus adversarios.

Cada vez más vasallos fueron abandonando las rogativas. El  sonido metálico del golpear del gong fue debilitándose y las horas ganadas a tan piadosos menesteres, fueron empleadas en lo que hizo próspera a su comunidad antes de esa proclama real.

El rey tuvo que abdicar y sus funciones fueron asumidas por un consejo de notables, volviendo de nuevo la bonanza a aquel lejano lugar.

En la actualidad, tan sólo unos pocos ciudadanos, pobres de solemnidad, que sobreviven gracias a la caridad de sus vecinos que los consideran hombres santos, se afanan en rogar a Dios y en tocar inútilmente, con insistencia machacona, un gong  tan desgastado como sus visionarias vidas. 

Más argumentos para la risa (o la sonrisa) en el blog de GUS

11 de septiembre de 2010

haikus para una flor




Hacen posible,
tus enterradas venas,
que luzcas bella.
 
Efímera flor
¡qué dura fue la lucha
que te dio vida!.
 
Color y aroma,
desde la tierra brotas
buscando el cielo.

31 de agosto de 2010

Crónica de nuestras andanzas por tierras cántabras y astures

Toñi, Gó y yo.

Esta pasada semana, del 22 al 29 de Agosto, de una forma frenética, con jornadas maratonianas, sin apenas tiempo para el descanso y la relajación, hemos cumplido con un sueño largamente acariciado. Eran muchos lugares a visitar, paisajes a disfrutar, monumentos que contemplar y para todo ello, muchos kilómetros a recorrer y poco tiempo para hacerlo.

Cantabria y Asturias se nos ofrecían generosas con todo su esplendor y majestuosidad, con toda su grandeza., con su historia, sus costumbres, su gastronomía, su folclore, sus monasterios e iglesias, sus valles y montañas, paisajes  asomados al mar o encumbrados a los gigantescos macizos de los picos de Europa.

Lamentablemente, la escasez del tiempo sólo nos ha permitido asomarnos mínimamente a tanta belleza.
En Cantabria, una visita a Santander, su capital, nos permitió deleitarnos con el empaque señorial del paseo de Pereda, al encanto de la playa del Sardinero o disfrutar de la extensa península de la Magdalena, asomada al cantábrico y en ella, del magnífico Palacio de la Magdalena, antaño residencia real y en la actualidad sede de los prestigiosos cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo.

Poblaciones como Santillana del Mar, Torrelavega, Castro Urdiales, Laredo, Comillas, Potes, Fuente Dé, dejaron en nuestra retina semblanzas góticas, románicas, neogóticas, incluso la huella modernista de algunos arquitectos catalanes.

Impresionante fue en la comarca de Liébana, nuestro paso en autocar por el desfiladero de la Hermida, que discurre junto al río Deva entre paredes de alturas en algunos casos superiores a los 600 metros y de una agobiante  estrechez en la mayoría de sus 21 kilómetros de recorrido. Más impresionante aún, si cabe, la subida en el telesférico en Fuente Dé.  que nos elevó desde la cota de los 1100 metros hasta los 1800, en pleno Macizo Central de los Picos de Europa.

Pasamos también una jornada muy agradable en nuestra visita al Parque de la Naturaleza de Cabárceno, antigua mina a cielo abierto, que en su roturado paisaje de origen karstico de 750 Hectáreas alberga más de un centenar de especies animales en semilibertad.

Abandonamos Cantabria para desplazarnos a Asturias. Desde nuestro alojamiento en Gijón, ciudades como Oviedo, Avilés, la propia Gijón, nos permitieron recrearnos con lo mejor de sus calles, plazas  y monumentos. Por destacar algo de cada una de estas poblaciones, mencionar el entorno histórico del barrio de Cimadevilla en Gijón, la hermosa Catedral de Oviedo, o la iglesia de Santo Tomás de Cantérburry en Avilés.

Especial mención merece nuestra visita a la Santina, Nuestra Señora de Covadonga, imagen venerada por todos los asturianos.

He dejado para el final, por ser lo más importante, la enorme carga afectiva y emocional que este viaje ha tenido para Toñi y para mí.

En nuestra visita a Cantabria, nos esperaba el encuentro con una amiga a la que habíamos aprendido a querer a través de sus escritos, de sus comentarios, de sus manifestaciones de amistad y afecto hacia nosotros. Sus entradas son fiel reflejo de lo que ella es.  Persona sensible, tierna, afectiva, con una enorme vida interior, imaginativa, creativa, amiga de sus amigos y humana, tremendamente humana. Y el soñado encuentro con Gó, nuestra amiga del alma, no nos defraudó, sino todo lo contrario. Nuestra amistad, salió reforzada con las escasísimas cuatro horas que pudimos disfrutar de su compañía.

Aunque solamente fuera por esos momentos, nuestro viaje a Cantabria habría estado más que justificado. Gracias Gó, por todas tus atenciones. Nos encontraremos de nuevo lo antes posible, paseando por los rincones de tu hermosa ciudad.

En Gijón también nos esperaba un deseado encuentro. Allí reside Carlos, nuestro sobrino. Llevábamos sin verlo más de cinco años, desde antes del nacimiento de su hija Isa,  y pasamos un par de horas que nos supo a gloria, a pesar de su brevedad.

También nos desplazamos a Avilés, en visita no programada por la agencia, lugar donde nuestra amiga Luci que nos acompañaba en el viaje, vivió durante quince años desde su más tierna infancia hasta su adolescencia, y al cual no había vuelto desde entonces. Disfrutamos con su emoción nada contenida, con sus recuerdos,  con su reencuentro con los lugares que la vieron crecer.

Lamento la extensión de esta entrada, pero no he encontrado forma de resumir una semana tan intensa como la vivida. Semana que me apetecía sobremanera compartirla con vosotros, mis amigos.

20 de agosto de 2010

Una convocatioria literaria. Este jueves un relato. HISTORIAS PARA NO DORMIR

Sin apenas tiempo, aprovechando este día en casa antes de salir para tierras astures y cántabras, no me resisto a acudir a la convocatoria de los jueves.He aquí mi relato.

Era un día tormentoso. Confortablemente instalados dentro de casa, con el ruido de fondo de los truenos y de la intensa lluvia, con el exterior iluminado intermitentemente por los rayos, terminada ya la cena, cada uno de nosotros se afanaba en las tareas cotidianas.

Nuestros tres hijos mayores, ultimando los deberes antes de irse a la cama, Toñi y yo recogiendo la cocina y el pequeñín…. el pequeñín no estaba. ¡Saltaron todas las alarmas!.

Hacía sólo un momento que lo habíamos visto correteando por el pasillo de la casa y de pronto, repentinamente, había desaparecido.

Comenzamos por mirar en todas las habitaciones. Debajo de las camas, detrás de las cortinas, dentro de los armarios,… no estaba. A pesar de que las terrazas tenían las persianas bajadas, las subimos, abrimos los cierres de cristal pero no estaba.

Miramos dentro de los armarios cerrados con llave, pero no, el pequeño no estaba.

Nuestra desesperación iba en aumento. Salimos al descansillo de la escalera, pero ni rastro del pequeño. Subimos a la terraza del edificio a la cual no se puede acceder sin llave, pero, naturalmente, no estaba.

La inquietud y el miedo se iba apoderando de nosotros, haciendo que nuestro comportamiento fuera por momentos errático, irracional  y falto de sentido.

Bajamos al jardín, rodeamos dos o tres veces el edificio bajo la lluvia, con la esperanza de verlo aparecer en cualquier momento. Nada.

Al borde de una crisis de ansiedad, presos de los nervios, a punto de llamar a la policía, imaginando la existencia de fuerzas maléficas o seres extraterrestres, el sonido del timbre en nuestra puerta nos disparó hacia ella de una manera fulminante.

Abrimos y allí estaba, del brazo de María Fernanda y su hermana Moni, dos vecinitas algo mayores que Alejandro, nuestro pequeño.

Al parecer, había conseguido abrir la puerta del piso, (cosa que nunca antes había hecho)  y coincidió con ellas que inocentemente se lo llevaron a su casa para jugar. A su madre le dijeron que nosotros lo sabíamos.

No me pude contener. Le dí un cachete tan intenso, como los innumerables besos y abrazos que le dí a a continuación. Ha sido la única ocasión en que le he dado un cachete a uno de mis hijos, y aún me duele.

Como veis, fue una historia para no dormir….. con final feliz.




Mas historias inquietantes para no dormir en el blog de GUS

31 de julio de 2010

Intermezzo

Escribo esta pequeña anotación casi a pie de coche. Una pequeña reseña de urgencia con olor a horizontes marinos, a malsana fritura de chiringuito, a hamaca y sombrilla, para deciros que mis vacaciones dan comienzo.

Parece irónico que un prejubilado como yo diga que comienza sus vacaciones, pero no lo es. Voy a disfrutar de unos días alejado de la diaria rutina, de las cotidianas tareas y, en ese sentido, vacaciones serán y procuraré disfrutarlas con la misma intensidad con que las he añorado.

No sé si tendré la oportunidad de acercarme a vuestras casas virtuales y leeros, pero, si no es así, nos vemos en Septiembre.

Un abrazo.

29 de julio de 2010

22/07/2010 Una convocatoria literaria : "Este jueves un relato". ME GUSTARIA ENCONTRARME CON


En defensa del libre albedrío, de la sagrada libertad del hombre, los creyentes justificamos el hecho de que Dios no intervenga corrigiendo y previniendo la maldad humana.

Así se justifica la no intervención divina en todos aquellos males que para la humanidad se derivan de sus propias actuaciones. Guerras, robos, violaciones de derechos, asesinatos, tráfico de seres humanos, etc. etc.

Ese argumento, que en sí mismo pudiera parecer incontestable, no puede ocultar otro aspecto de vital importancia para la humanidad. Aquellos fenómenos naturales en los cuales el hombre para nada interviene y cuyos efectos son tremendamente crueles para el, como son defectos congénitos, terremotos, maremotos, períodos prolongados de sequías, lluvias torrenciales  y un sin fin de manifestaciones furiosas de una Naturaleza que, si de alguien depende, es directamente de ese Dios omnipotente y que normalmente se ceba con ensañamiento en las clases más humildes, aquellas clases más necesitadas del amor divino.

Fruto de esta reflexión, es el poema que atendiendo a la llamada de Gustavo, hoy os ofrezco.




Me gustaría encontrarme con El,
aunque dudo si existe, cada dia,
si con El me encontrara, yo podría
recriminarle su forma de querer.

Nos quiere en las tormentas torrenciales,
en los devastadores maremotos,
en volcanes, sequias, en terremotos,
en tragedias de efectos colosales

Por su infinito "Amor" encadenados,
se desprenden más hombres cada día
de su amoroso abrazo, liberados.

No existe Dios, proclaman defraudados
Los que en El sustentaron la armonía
de un mundo que se rompe, destrozado.

Mas encuentros deseados en el blog de GUS

22 de julio de 2010

Una convocatoria literaria : "Este jueves un relato". PROBLEMAS TECNICOS

La lavadora continuaba llena de agua. Los ciclos de desagüe no respondían a lo que se esperaba de ellos que era precisamente eso, vaciar de agua la lavadora para iniciar el siguiente ciclo.

Con tres niños pequeños, uno de ellos con escasos meses de vida, la lavadora era un elemento insustituible. De su buen funcionamiento dependía una parte muy importante de los quehaceres diarios.

Como mejor pudimos, provistos de toallas, un barreño de plástico y fregona con la que recogimos el agua que inevitablemente alfombró el suelo, conseguimos vaciarla casi en su totalidad.

Después, cometí la torpeza de volcarla en mi afán de buscar las posibles causas de la avería sin tomar la precaución de desenchufarla previamente. Un chispazo y el corte del suministro eléctrico en casa, me dejó patente que la presencia de un técnico de mantenimiento se había hecho imprescindible.

Y el técnico vino y vino y vino y……, pero permitidme que os lo narre con un poco más de detalle.

Como os he dicho, vino. Abrió la lavadora y nos explicó que el programador, una pieza que al parecer es algo así como el corazón de la bestia, como consecuencia del chispazo había dejado de latir.

Lo primero que hizo fue desconectar todas las venas (cables), que entraban y salían sin tener la precaución de hacerse un pequeño esquema del punto del corazón al que cada uno de ellos apuntaba y, os lo digo sin miedo a exagerar, que pasaban de la treintena.

Sucedió lo inevitable. Aquel “técnico” no era el cardiólogo apropiado para echar a andar de nuevo el corazón paralizado de la máquina. Cuando conseguía que aclarara, no centrifugaba. Cuando conseguía que ejecutara el prelavado, no conseguía que lavara y así, hasta el infinito, se sucedían las combinaciones de mal funcionamiento.

Después de tres infructuosos días, optó por pedir a fábrica el esquema eléctrico del dichoso aparato.

Mientras tanto, la ropa conoció otras formas más artesanales y arcaicas de tratamiento para conseguir su limpieza. Bañera, puños, estrujones y retorcimientos a los que en absoluto estaba acostumbrada.

Lo peor de todo fue su empecinamiento en arreglarla. Fruto de nuestra juvenil timidez, pues de este episodio hace ya muchos años, no pudimos, no quisimos o no supimos, imponer nuestra opinión de que no merecía la pena, que mejor comprábamos otra. Tal vez nos dio pena echar por tierra la voluntad y el empeño de nuestro “técnico”.

Así que soportamos estoicamente su visita diaria durante ¡¡¡VEINTE DIAS!!!, el tiempo que tardó en llegar el esquema eléctrico de aquella criatura del averno, invariablemente de 13`30 a 14’30, asistiendo al desigual enfrentamiento de sus escasos conocimientos con la ¿complejidad? de aquel dichoso programador.

Un efecto colateral de esta situación poco deseada es que yo salía a las tres de la tarde de trabajar y naturalmente el hecho de recibir diariamente al técnico de lavadoras, en mi ausencia durante tanto tiempo, pudo hacer que los vecinos encontraran algo sospechosa esa visita diaria, teniendo en cuenta además que sólo llevábamos viviendo dos meses en aquel lugar. Si así fue, nunca lo sabremos, pero nos queda la duda, la razonable duda, de que muy bien fuéramos por aquellos días objeto de comentarios jocosos y maledicentes.

Al fin llegó el dichoso esquema eléctrico e, incomprensiblemente, lo que había costado veinte días, quedó resuelto en treinta escasos minutos.

Decir en su favor que solamente nos cobró el importe de la pieza y la mano de obra de dos horas de trabajo. Se despidió para siempre de nosotros, satisfecho de haber triunfado finalmente, como San Jorge contra el dragón, en su desigual lucha contra la bestia.

Más problemas técnicos en el blog del amigo GUS

15 de julio de 2010

Navegación

Imagen obtenida de Internet

Con cinco remos,
por el mar de tu cuerpo,
surca mi nave.

7 de julio de 2010

Una convocatoria literaria "Este jueves un relato" AMOR





HOY NO QUIERO HABLARTE DE AMOR

Hoy no quiero hablarte de amor,
porque no estoy romántico este día.
No quiero hablarte de pasión ni de armonía,
ni compararte con la belleza de una flor.
 
Hoy no quiero hablarte de amor,
de sus colores, olores ni sabores,
no te hablaré de estrellas ni de soles
ni de su brillo, su luz, ni su esplendor.
 
Hoy no quiero hablarte de amor
de mariposa, de pájaro, de hada,
de caricia, de pasión atormentada,
de cuerpos batallando con ardor.
 
Hoy no quiero hablarte de amor.
Te invito a sentarte aquí, a mi lado,
y a dialogar sobre nuestro pasado,
su alegría, su pena, su placer, su dolor.
 
Quiero hablarte del tiempo compartido,
de la belleza y la dureza del camino,
de haber forjado con voluntad nuestro destino
de los fracasos y de algún que otro logro conseguido.
 
Quiero hablarte de nuestros hijos, de sus vidas,
de las dichas y de los sinsabores,
de alimentar sus sueños, de alejar sus temores,
de gozar con sus logros, de curar sus heridas.
 
Quiero hablarte de ti y de mí, de nuestra vida,
lejos de mariposas, de musicas, de flores,
hoy contigo no quiero hablar de amores,
porque no estoy romántico este día.
 
Hoy… no quería hablarte de amor
porque no estoy romántico este día.
Pero es tan abundante entre los dos,
que de rondón se ha colado en mi poesía.
 

INSTANTE

Parada junto a mí, contemplo enamorado
su belleza madura, su sereno semblante.
Como respuesta a su mirada interrogante,
dos lágrimas brotan de mis ojos nublados.

Sus brazos me rodean y me acercan con mimo,
dos cuerpos encontrados, unidos se estremecen
Mientras AMOR anota otro mágico instante
en el libro de vida que juntos escribimos.








Más instantes de encendido amor en el blog de GUS

26 de junio de 2010

Una convocatoria literaria. "Este jueves un relato". Me acuerdo de tí cuando veo...

No me resulta posible destacar un objeto que me recuerde a ti de una manera especial. Estás presente en todas y cada una de las cosas, en todos y cada uno de los momentos, en el aire que respiro y en el espacio que ocupo. ¿Cómo podría ser de otra manera?.

Pudiera mencionar, tal vez, como exponente de tu enorme generosidad, el bolso de Valentino, excesivamente caro para tu condición de mileurista, que le regalaste a mamá en Reyes, días antes de que un accidente fatal te alejara de nosotros para siempre.

Mamá lo utiliza poco. Aunque al principio no había fuerza humana que la hiciera desprenderse de él. Ahora no. Ahora lo guarda como oro en paño, con un enorme celo y sólo lo utiliza en fechas muy especiales siempre relacionadas contigo. El aniversario de tu fallecimiento, el día de tu santo, el día de tu cumpleaños.

Son muchas las circunstancias que, como un cordón umbilical, me llevan continuamente a ti, pero hoy quiero quedarme solamente con algunos recuerdos que, a modo de pinceladas describan a la persona inteligente, generosa, soñadora y genial que siempre fuiste.

Destaco de ti, por encima de todo, tu enorme inteligencia. Viene a mi memoria la anécdota de un notable en Filosofía en aquella ocasión en que teniendo que hablar de Kant, sin haberlo estudiado en absoluto, acudiste a argumentar con tu fácil verbo, partiendo de tus conocimientos en geometría descriptiva. Al profesor (y me lo confesó más tarde), le convenció por completo tu capacidad para improvisar toda una argumentación filosófica a partir de una disciplina tan alejada de esta.

Inteligencia que te hacía igualmente ser ingenioso y muy agudo, dotándote de una mordacidad y acidez que, en algunas ocasiones eran motivo de malestar para los que éramos objeto de las mismas.

Continuamente añoro tu condición atlética. Te recuerdo mucho como base de un equipo de baloncesto, poniendo desde tus escasos 1,73 cm, tapones impresionantes a pivots cercanos a los dos metros de altura o asfixiando a tus contrincantes con una defensa tan férrea que en más de una ocasión abandonaban la cancha llorando de impotencia.

Una vez viniste a una jornada de senderismo a Sierra Nevada para subir al Trebenque.
Yo tenía ciertas dudas, pero se despejaron cuando te ví enfilar la cuerda de la montaña y sacarnos al que menos, una ventaja de veinte minutos, a pesar de que íbamos con un grupo de senderismo experimentado. Cuando llegamos a la cumbre, ya habías terminado de comer.

Tus amigos me contaron algunas anécdotas en torno a esa genialidad que todos admirábamos.

Dos de ellas tienen que ver con ocasiones en las que sufristeis el asalto de maleantes a altas horas de la madrugada.

En la primera ocasión, en presencia de tus amigos, asustados por tu osadía, retaste al atracador a una carrera hasta un punto alejado, a cambio de vuestras escasas pertenencias. Pudo costarte un serio disgusto, pero sólo te costó lo que llevabas, porque resultó que el atracador, acostumbrado a salir por pies en situaciones de emergencia, te ganó aunque por poco, la carrera.

La segunda tuvo como escenario el puente romano. Tuviste un rato detrás tuya a dos jovencitos montados en un vespino, empeñados en robarte. Al cabo de unas cuantas carreras, de unos cuantos quiebros y cambios de dirección, hastiados de perseguirte sin éxito, desistieron y desaparecieron para siempre.

Otras tienen que ver con tu puesto de trabajo como aquella ocasión en que recibiste una carta del Departamento de Personal de tu empresa, en relación con dos o tres días que llegaste algo tarde por haberte quedado dormido. Tenía tu carta justificativa tanta ironía, agradeciendo a la empresa el interés que mostraba por ti, mostrándote dispuesto incluso a comprar dos o  tres despertadores más, tanta mano izquierda, tanta guasa entre lineas, que tus compañeros te aconsejaron no enviarla y dudaban seriamente de que lo hicieras, pero lo hiciste y por suerte para ti, sin consecuencias.

Capítulo aparte merece tu forma de vestir. Por la mañana chaqueta y corbata, por imposiciones del guión. Por la tarde, vaqueros algo caidos, camisetas de todo tipo, zapatillas deportivas y muñequeras. También en eso eras transgresor. Burlonamente eras capaz de ponerte una camiseta con la hoz y el martillo, al tiempo que lucías una muñequera con los colores de la bandera republicana en una muñeca y en la otra muñeca una con los colores rojo y gualda. Era este capítulo, el de tu ropa, el único en que no eras generoso en absoluto. No consentías compartirlas con tus hermanos. Ahora estarás enrabietado, porque casi toda tu ropa ahora la lucen, no sólo tus hermanos sino también tus amigos.

Apasionado de los comic, de los juegos de rol, hasta el punto de montar con un amigo, persiguiendo vuestro sueño, una de las mejores tiendas que, en ese género, existen en Córdoba. También estás presente cuando veo las colecciones de Sandman, de Naruto, y de tantos personajes extraños para mí pero que formaban parte de tu mundo.

Estoy, estamos tan llenos de ti que no es fácil elegir solamente un detalle, un objeto, una circunstancia que al verla nos haga recordarte, porque no se puede recordar aquello que nunca se ha ido.

Creo necesario aclarar, que esta entrada está dedicada a mi hijo y no a ningún hermano. Al mencionar el bolso regalado a mamá, me refería a mi esposa de una forma cariñosa, pero soy consciente de que ha podido dar lugar a equívocos. Pido disculpas por ello. 

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