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16 de septiembre de 2015

Este jueves un relato: JUEVES DE RETRATO

Nuestro amigo Juan Carlos nos invita a un ejercicio de descripción. Descripción que ha de versar sobre una escena o un retrato entre otras opciones. No deseo faltar  a la cita pero el escaso tiempo de que dispongo ultimamente y la falta de inspiración, hace que me decante por reeditar para vosotros dos entradas que tienen la suficiente antigüedad para que a la mayoría os resulten nuevas. Entre las dos, creo que cumplen la premisa de brevedad recomendada. Espero que os gusten.

(Imagen cedida por ElSilencio en Deviantart)
 
ESTACION TÉRMINO
Todos  llegamos en el último camino,
a la misma habitación deshabitada
a la antesala del último destino,
ante la puerta sin retorno, indeseada.

En un rincón,  tristemente vacía,
la silla ya sin dueño, abandonada.
En la pared, la sombra de la ausencia,
ante nosotros, tras la puerta, seguramente nada.

Pepe. 


LA CHIQUITA PICONERA (Julio Romero de Torres)
Quiero centrar el foco de vuestra atención, en uno de los más grandes pintores que ha dado Córdoba, Julio Romero de Torres y en el que tal vez sea su cuadro más representativo, “LA CHIQUITA PICONERA”. Espero que sepáis disculpar el que, siempre que la oportunidad se me presente, haga un poco de patria. 
 
La Chiquita Piconera (Museo de Julio Romero de Torres en Córdoba)


Brasero, badil, cenizas, intimidad hogareña. Cisco humeante asomado al abismo azabache de sus ojos. Pelo brillante, terso, endrino.  Actitud indolente en silla de anea, piernas abiertas, ingenuidad y provocadora perversión. Hombro desnudo hasta el nacimiento del seno, impúdica lisura de una  piel morena, broncínea. Tacón de aguja, medias de seda y liga naranja, seducción y frontera a  lo prohibido. Ausente la mirada, seria, reflexiva, lúgubres reflejos de los temores del pintor que presiente para sí mismo la cercanía de la guadaña. Al fondo, apenas intuida, de nuevo la negrura, paisaje nocturno de la Córdoba tantas veces en sus cuadros repetida. El Puente Romano, la Calahorra y la majestuosa mansedumbre del Guadalquivir, dejándose querer y acariciar por sus pinceles.

El trazo perfecto, delicado, casi fotográfico. El alma de la mujer cordobesa se muestra en cada una de sus pinceladas. Nadie supo captar como él la hondura y la belleza de las mujeres de esta tierra.  “La Chiquita Piconera”, fue su última obra y tal vez su testamento pictórico.  La pintó, mientras la vida se le escapaba a borbotones, meses antes de su fallecimiento ocurrido el 10 de Mayo de  1930.

Más descripciones de retratos en el blog de nuestro amigo Juan Carlos



19 comentarios:

  1. Me gusta el pintor, me gusta su trazo y color y me emocionan sus temas. Un abrazo

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  2. Mue descubro ante La Chiquita. Gracias por traerla hasta aquí, siempre es bueno hacer patria y más con este bellezón de mujer.

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  3. Y bueno...quizás para el pintor sería una chiquita...pero ya estaba algo crecidita jejeje...y ya en serio, has detallado palmo a palmo el retrato..sobre todo en su ingenuidad y provocadora perversión...bss

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  4. Yo no sabría hacer lo que tú has hecho. Te lo aseguro.
    Pedazo de mujer, chiquita mujer.

    Besos.

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  5. Perfectos los dos retratos. Me ha encantado el segundo, en el cual has creado un clima increible.
    Felicidades.
    Un abrazo

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  6. Disfruté de ambos escritos: el primero, porque recuerdo ese jueves de Matices. El segundo, porque me trae recuerdos de Córdoba. Sobre todo disfruté leyendote por cómo escribes Pepe.

    Besos!!!

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  7. Del primer retrato te digo que me ha encantado tu poema, es desolador como la imagen lo amerita, pero tan bello.
    El segundo cuadro es maravilloso, esa mujer-niña que despliega su belleza en cada trazo de la obra, y tus palabras que me acercan a un pintor que no conocía casi nada.
    Un abrazo.

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  8. Gracias por describir la belleza de una de mis pinturas preferidas, como cordobesa que soy no puedo menos que sentirme alagada por la imagen que mostro Julio Romero de Torres de la mujer cordobesa.

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  9. Qué maravilla de textos Pepe, eres un genio! El primero no lo conocía y me ha parecido precioso. El segundo lo conocía y me ha encantado volver a leerlo, es una descripción perfecta y muy poética la que tú haces del cuadro que es una preciosidad.Un beso

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  10. Me gustó el relato de La chiquita piconera, belleza de mujer, digna musa de la última obra de un pintor.
    Y también encontrarla, conocerla, al borde de la muerte.
    La describiste muy bien.

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  11. Muy buena descripción de los cuadros. Me han gustado mucho.
    Un saludo

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  12. Había leído los dos, ahora, unidos, veo en común un final de la vida, ese que ves al final de la escalera de la vida en el primero y esa que se escapa al autor del retrato de La chiquita piconera.
    Y un recuerdo, recorrer el museo del autor con tantos amigos.
    Un fuerte abrazo.

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  13. Que bonita descripción de la piconera... no le falta detalle alguno y me gusta que hagáis patria porque así una aprende cosas en cada jueves... yo también soy así,a la mínima meto algo de la tierrina en mis relatos...
    Me gusta este cuadro...
    Besines...

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  14. Me ha encantado como has descrito el retrato, con todo lujo de detalles. Y el primer cuadro me encanta, y el sentido que le has dado; aunque detrás de la puerte puede haber nada o... todo.

    Muchos besos.

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  15. El primero no lo había visto, el de la Piconera lo recordaba. Me gusta que hagas patria, yo soy igual que tú, en cuánto puedo ya os estoy hablando de mi Isla.

    Un abrazo y besos a Toñi

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  16. Ha sido un placer -o dos, en realidad- releer tan bellos textos. Los recordaba.
    Un fuerte abrazo

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  17. Releer y recordar, asi, los dos relatos me asoman a los sentimientos. La belleza de La Piconera, impresionante contemplarlo de cerca. Gracias a tu descripción, la próxima vez que lo mire, lo disfrutaré mas.
    Un besazo

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  18. A veces cuando la inspiración es poca, reeditar es una buena forma de mostrar textos que algunos (como es mi caso) no conocíamos.
    En el primer texto, esa habitación vacía impresionante, queda recogida en un poema que se me antojó demasiado escueto. El segundo, en que el despliegas unas portentosas dotes para la descripción, me hubiera gustado que hubiera tenido algo más, no se, un recuerdo, un sentimiento, una crítica.
    Cualquier obra de arte produce una emoción en el espectador la primera vez que la ve. Luego, esa emoción se va concretando en otras cosas no menos importantes. Esa descripción es la que me hubiera gustado leer.
    Un gran abrazo.

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