Estos dias me encuentro poco creativo, razón por la cual acudo al copy/paste y reedito para vosotros una entrada realizada allá por febrero de 2012. Poco o nada ha cambiado desde entonces en lo concerniente a mis sueños. Creo, por tanto, que puede servir para la ocasión.
Mentiría
si dijera que carezco de sueños. Siempre fui un soñador. Me precio
también de tener los pies asentados al suelo, de ser razonablemente
consciente de mis limitaciones, de mis capacidades, de mi realidad. ¿Se
contradice acaso la capacidad de ensoñación, el pensamiento utópico, el
anhelo por lograr deseos imposibles con los escasos recursos que nos
proporciona nuestra humana condición?.
Creo
que la persecución de los sueños debe de estar presente en nuestra vida
como horizonte hacia el que caminar. Siempre que pienso en esto, me
viene a la cabeza la historia de aquel “tonto” que tiraba piedras a la
luna con la intención de alcanzarla. Nunca lo logró, pero fue el que
consiguió lanzar la piedra a mayor altura.
Sin
embargo, a pesar de que en la vida me sigue importando absolutamente
todo, como reza en mi perfil, el universo de mis sueños ha ido
reduciendo su tamaño. Se van quedando aletargadas mis utopías de un
mundo mejor, más equitativo, solidario, menos fanático e intolerante,
ante la terca y aplastante evidencia de que eso no es posible, que
siempre será una pura quimera y ante la constatación de que salvo brotes
aislados, todos nos resignamos ante esa imposibilidad. La realidad
actual y nuestra indolencia ante la misma, es buena prueba de ello.
Otros
sueños más próximos, factibles, aspiraciones más íntimas y próximas,
van quedando como reducto para mis esfuerzos. La felicidad y el
bienestar de mi familia, el cariño de y hacia mis amigos, escribir algún
día el poema definitivo que me llene por completo, acariciar y mimar
algún día la descendencia de mis hijos, aspiraciones todas ellas lejos,
muy lejos, de esas otras más globales que aunque siempre me acompañan,
chocan contra mi incapacidad e indolencia para luchar por ellas.
Más y mejores sueños podeis disfrutar si acudís a la casa de nuestra amiga Maribel Lirio
La interpretación de "sueño"como utopía es también acorde con el tema de esta convocatoria. Vale tu re edición de la que destaco la anécdota del tira piedras, que me hizo despertar una sonrisa.
ResponderEliminar=)
Un fuerte abrazo
De tus reflexiones siempre se aprende, amigo. Soñar desde tus palabras para aspirar a un mundo mejor, con los ojos bien abiertos.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Pepe: Lo tienes todo muy claro amigo y te doy la razo en casi todo. Es cierto que con el tiempo se nos quitan las ganas de luchar por los sueños que tuvimos y que creíamos que estaban a nuestro alcance. Muy buena reflexión amigo.
ResponderEliminarEl soñar despierto es muchas veces lo que nos mantiene con esperanza en este mundo tan contaminado de emociones. No dejes de soñar.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Maribel
Recuerdo perfectamente, este escrito. Esos son los sueños que importan. Los otros son pesadillas, malas pasadas del subconsciente o delirios tras una pesada digestión.
ResponderEliminarComo tu, y aún a sabiendas de mi propia incapacidad, quiero seguir soñando.
Un abrazo, amigo.
Esos sueños son pequeñas aspiraciones que muchos tenemos y es factible poderlas conseguir. Los otros sueños entran dentro de las cosas imposibles y imaginativas.
ResponderEliminarUn abrazo
Como tu amigo Pepe, con los años he ido reduciendo mis expectativas y el reducto de mis sueños queda centrado sobre todo en mis seres mas cercanos, aunque ha veces salta alguna chispa que hace pensar en cambios en que aquello que soñaste algun dia puede ser posible, pero solo son eso chispas. Muy buena tu aportación, besos.
ResponderEliminarYo tengo la presunción de que algunos sueños, sino muchos, son vivencias reales por lo tanto, hay que asumirlos pero darles la importancia debida. Ellos mismos se muestran en valor de su importancia.
ResponderEliminarUn beso enorme.
Me gusta tu reflexión y estoy de acuerdo en que con los años nos damos cuenta que luchar por los grandes sueños en busca de una humanidad más equitativa los vamos dejando como un imposible, en cambio acumulamos pequeños sueños que vamos alcanzando poco a poco en la vida familiar, en nuestra profesión , en nuestro entorno. Lo importante es no despertar nunca sin un sueño que cumplir.
ResponderEliminarUn beso para ti y otro para Toñi.
No importa hayas reeditado una entrada de años atrás porque él tema que tratas para el relato juevero está genial, Pepe, y además estoy de acuerdo contigo en que con los años se va perdiendo esa ilusión de alcanzar los sueños imposibles , pero también hay otros sueños que sí son realizables , es por éstos, por los que hay que intentar se hagan realidad.
ResponderEliminarMe ha encantado tu aportación amigo Pepe , un placer siempre es leerte.
Un beso enorme.
Es otra forma de soñar...Lamentablemente el que algunos sueños se cumplan no depende solo de ti y de tu esfuerzo, pero me ha encantado lo del "tonto" que tiraba piedras a la luna...
ResponderEliminarUn beso
Buena reflexión que huele a otoño. La verdad que los sueños vistos como propósitos, o como metas son los que más nos desengañan, son como la utopía que sirve para caminar. Luego están los otros, los que tienen vida propia cuando cerramos los ojos y se parecen a una película hecha solo para nosotros que es muy distinto. Lo importante es lo que nos enseña cada modo de soñar.
ResponderEliminarUn beso soñador
Como tenemos confianza te voy a echar dos broncas:
ResponderEliminar1) ¿Copy/paste? Porque no cortapega, en castellano puro.
2) No dejes de creer en un mundo más justo, parece inviable y tal vez lo sea, pero creo que el camino que lleva se acerca, creo que tenemos un mundo menos injusto que nunca en muchos siglos.
Los demás sueños, confío que los conseguiréis, los merecéis.
Un abrazo fuerte.
Hola Pepe, aunque fuera de hora (perdón) he visto tus sueños y la evolución que has ido experimentando en ellos. Me ha gustado tu reflexión. Un abrazo
ResponderEliminarVaya textazo. Sí, señor. Qué decir, que sigas tirándole piedras a la luna, porque, aunque no llegues nunca, se llega muy, muy lejos. Un abrazo enorme.
ResponderEliminarTema interesante ,amiguco ,los sueños.
ResponderEliminarTe secundo en casi todo lo que sientes,aunque la utopia es como un sello que nos queda adherido como seres humanos que deseamos lo mejor,pero yo reconozco que ,o bien por la edad o bien porque los que mueven los hilos cada dia lo hacen con fibra más férreas ,ya me siento cansada .
Los sueños de salud y felicidad simpre están ahi ,tanto para los nuestros como para todos en general,sin embargo...cuando el desánimo marca tus pasos,es camino duro y agotador.
Espero que aunque sean lentos,den algún pequeño fruto en el árbol de nuestra vida
Besucos
Gó