Acurrucando entre los
brazos a mi mujer, intimamente abrazado a ella, como todas las
noches, me he acostado con la preocupación de rememorar momentos
felices para dar forma al relato juevero que trata precisamente de
eso, de la felicidad. Ha sido un día muy agitado que me ha impedido
pensar en ello.
Esta mañana, con tres amigos, hemos realizado una
jornada de senderismo por la sierra cordobesa. Los paisajes
bellísimos, la naturaleza exuberante, la grandiosa sensación de
estar en la cumbre y el cansancio extremo, desterraron de mi mente la
necesaria búsqueda de momentos felices sobre los que escribir para
vosotros.
A la vuelta de tan agotador paseo, en casa me esperaban mis
hijos, que un día a la semana como mínimo, generosos, se reunen
para hacernos compañía con la excusa de comer juntos. No sabría
pasar sin estos momentos, sin la sobremesa posterior, sin su
constante presencia en nuestras vidas.
Más tarde, me esperaba por un
rato la reposada lectura del libro Abecedario de flores de mi buen
amigo Alfredo. Un placer para los sentidos. Finura, delicadeza,
claridad de exposición y profundidad de pensamiento en cada párrafo,
en cada descripción de flor.
Antes de cenar, como cada día, un
largo paseo vespertino con Toñi me sigue impidiendo centrarme en la
búsqueda de momentos en que la felicidad haya estado presente en mi
vida.
Esta misma noche, hace una hora, un plato de pulpo a feira, una
cerveza fresca, un rato de televisión y a la cama, donde ahora
estoy, abrazando con ternura a mi mujer e intentando encontrar trazas
de felicidad que merezcan ser mostradas, intento vano que me provoca,
junto al desvelo, la sensación de impotencia por no saber buscar lo
que tal vez salte a la vista.
Seguramente vosotros podreis encontrar más momentos felices en casa de nuestra anfitriona Mirella.
Una felicidad contagiosa. Gracias por compartirla.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un día bien aprovechado.
ResponderEliminarAbrazos.
Podríamos decir que los árboles no te dejan ver el bosque. Un abrazo
ResponderEliminarNo, realmente dejas claro que no sabes como expresar la felicidad. Y también, que la conoces muy de cerca, tal vez estás demasiado familiaarizado con ella. Lo cual me encanta.
ResponderEliminarun fuerte abrazo.
Momentos maravillosos y felices de tu vida, son tantos, que es imposible plasmarlos en un folio.
ResponderEliminarBesos.
Nos empeñamos en buscar la felicidad por extraños derroteros, sin columbrar que la tenemos a mano en el día a día.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡No busques más! ¿te parece poco este día tan maravilloso que nos has contado?
ResponderEliminarFelicidad plena en cada instante.
ResponderEliminarSaludos
Es un festejo leer tu relato, Pepe. Un dia que le fue exprimido hasta la última gota de felicidad. Muy bien hecho.
ResponderEliminarBesos
Perfecta descripción de lo indefinible!... no hace falta nada más. Un fuerte abrazo!
ResponderEliminarDicen que el mejor escondite es a la vista de todo el mundo. Muy bien hilado tu relato.
ResponderEliminarUn saludo
Jeeee...te ha quedado de lujo tu poca capacidad para querer mostrar tu no felicidad..porque lamentablemente lo que nos has demostrado es todo lo contrario..una vida plena..llena de amigos..tiempo para los hijos y el calorcito en la noche de tu alma gemela...la vida no puede ser mas feliz que esto..
ResponderEliminarQue bien me voy después de leerte...bssss..gracia por participar en mi convocatoria..
vaya amigo, buscando los momentos de felicidad y teniéndolos al alcance de la mano, es lo que nos pasa a todos, sin pensarlo.
ResponderEliminarTú relato en sí es la Felicidad de una vida compartida con tu familia , y esas salidas con los amigos a pasear por la naturaleza , las pequeñas cosas son los que hacen al hombre grande y feliz .Un saludo
ResponderEliminarNo busques más que la felicidad esta,en todo lo que explicas, sobre todo en esas noches en que duermes abrazado a tu ser amada. Magnifico escrito, besos.
ResponderEliminarUna narración que solo describes momentos de felicidad.una felicidad, sencilla sin ornamentos ni falsos oropeles. Esta es la verdadera dicha. gracais por compartirla. Un beso.
ResponderEliminarTodos esos bellísimos momentos repletos de pequeñas cosas, pero a la vez tan grandes te han dado la mejor felicidad. Eso es, seguro la felicidad.
ResponderEliminarUn abrazo
Los momentos de felicidad están en los hechos y persona más sencillos. No hay que buscar grandes historias. La tuya es preciosa y sencilla.
ResponderEliminarBesos.