Aquel banquero fue desgranando las pautas de
su progresión social en el Aula Magna después de que fuera investido Doctor
Honoris Causa.
Lo escuchaba con una mezcla de envidia y
admiración. Vendería su alma al diablo por lograr ser también un triunfador en
los negocios.
Terminados sus estudios, progresó
vertiginosamente. Tráfico de influencias, corrupción, especulación, operaciones
ilegales, fueron algunas de las causas de su encumbramiento social.
Era su momento. Estaba siendo investido
Doctor Honoris Causa por el viejo banquero al que admiraba.
Mientras le ponía el birrete, le susurró:
- Mañana me entregarás tu alma. Soy el diablo.
- Yo nunca firmé contigo contrato alguno.
- Yo nunca firmé contigo contrato alguno.
- No fue necesario. Fue mía desde que te
mostré un camino y lo seguiste. Mañana, te reunirás conmigo en los infiernos.
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125 palabritas nada más, Gustavo. He tenido que reprimir mi verborrea, Ufff.
Más pactos diabólicos en la infernal casa del amigo Gustavo
Más pactos diabólicos en la infernal casa del amigo Gustavo
Hay algunos que ni hace falta que firmen...con sólo mirarlos...!jejeje
ResponderEliminarmuy bueno!
Un abrazo, Pepe
Honoris Causa ¿cúal? porque me digo a qué niveles se llega en los dichosos honoris.
ResponderEliminarListo el diablo, no hacen falta firmas con tintas ni sangre, basta con la intención y las ganas. Las listas deben ser interminables !uf! un infierno hasta los topes, horas extras para el maligno y muchos en el paro !dioses!
Besitoo, me dices que espero, cordobés.
Un retrato, que por desgracia en estos tiempos, cuelga de nuestro asombro presidiendo el sillon de la incertidumbre y el miedo.
ResponderEliminarUn beso
Sí, de esos contratos no firmados hay demasiados, pero, es cierto, que algunos pactan con el maligno sin necesidad de firma ni de ná...
ResponderEliminarUn beso
Yo creo que el diablo debe de tener en estos momentos una biblioteca entera llena de documentos de corruptos y sinverguenzas especuladores que ya tienen firmado su correspondiente pacto. Este pais es un paraiso hasta para eso.
ResponderEliminarUn abrazo
Con un curriculum así, tráfico de influencias, corrupción, especulación, operaciones ilegales....cualquiera asciende, o más bien desciende, a los mismísimos infiernos.
ResponderEliminarUn beso.
Y así uno a uno va entrando a formar parte del ejercito de las tinieblas. El maestro muestra el camino, quien elija seguir, firma pero con sangre y a qué costa.!!
ResponderEliminarBuen contrato Pepe.
Un abrazo.
Pues me has provocado un escalofrío. Tiene un toque de terror tu relato que no te cuento, además, es que es tan real ...
ResponderEliminarPues nada más que decirle al protagonista "Hala chato, lo has conseguido"
Abrazos.
Las actitudes y elecciones que tomamos hablan de nosotros mismos, y eso, ya es una condena por sí misma si le erramos a la elección.
ResponderEliminarTu relato es claro al respecto (bueno, también nos vimos obligados a ser escuetos, pero creo que fue un gran desafío!). Muy bien contado, pero además, tiene esa cuota de realidad que sin dudas nos horroriza bastante, más en los tiempos que se viven.
Besitos al vuelo:
Gaby*
¡Qué miedo chico! Si esto fuera verdad, mas de uno se lo pensaría dos veces antes de actuar como actua.
ResponderEliminarUn abrazo
Vaya! este Diablo está al quite... con lo que yo hablo en alto... ¿sabes? me ha recordado en cierta manera la progresión de Mario Conde ¿vendería el alma al Diablo?...
ResponderEliminarYo me pasé un poquito, pedí permiso antes de publicar ehh?, así que debo excusarme con los que habéis hecho las cosas bien :(
Besos para compartir...
quiero destacar un aspecto de tu micro, pepe...
ResponderEliminarveamos, ando leyendo EL SEÑOR DE LAS TIENIEBLAS de vázquez figueroa...el menda lerenda este me muestra un diablo x...he leído ya unos cuantos textos de los compañeros y he visto distintas características de los diablos...he leído el tuyo...sabes, pepe? es esto como una especie de encuesta...sabes, pepe? considero que si preguntamos acá y allá, cada uno tendrá un diablo propio, es decir, con sus propias características...¿curioso, no? conclusión: cada cual lleva su diablo dentro...
bueno,ya sé que no es exactamente lógica esta conclusión, pero casi...
medio beso, pepe.
Pues no se yo si va a caber en el infierno, debe estar aquello a tope, seguro que están haciendo cola porque no hay espacio suficiente para tanto chorizo que asar a la brasa, jejeje.
ResponderEliminarUn saludo
Mar
De modo que el diablo está escondido dónde menos te lo esperas. Este quiso seguir el ejemplo del Doctor Honoris Causa y le salió el tiro por la culata, es lo que tiene. Un beso.
ResponderEliminarPactos firmados, de la union de la sangre al apreton de manos para actualmente servir la simple aceptacion de los beneficios. Como progresamos, eh?
ResponderEliminarUn abrazo
Sorpresas te da la vida, y parece que el Diablo también. Me dio escalofríos este relato.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, ola de mar...
ResponderEliminarVaya, un tema de lo más actual...pero yo creo que no pactan con el demonio, de veras, para mi que son sus enviados directos.
Cómo serán ellos por dentro?
Un beso
del
Aire
Hola, Pepe.
ResponderEliminarEl tercer párrafo es sublime. Me recuerda tantos casos...
Me encantó leerte. ¡Cuánta verdad hay en esas letras!
Un abrazo.
Maat
Nos habremos preguntado alguna vez a la hora de firmar un contrato, una venta, una compra si, algun ser diabólico, nos ha movido la pluma, el boli, o la tecla intro del ordenador? mira se me ha puesto la piel de gallina,
ResponderEliminarsaludos