En días como el de hoy, en que me siento
viejo, cansado, sin fuerzas ni ilusiones, en que la atonía y la desgana me
invaden, mi pensamiento vuela a tu encuentro en las doradas playas de La Habana.
Quiero salir a pescar contigo, Santiago. Quiero conocer el secreto de tu perseverancia,
esa que te hace salir todos los días, 85 ya, sin sucumbir al desánimo, en busca de una pesca que se te muestra
esquiva.
Quiero aprender de ti a aceptar lo que soy. Tú eres pescador,
te reconoces como tal, amas lo que haces
y no te hubiera gustado ser ninguna otra
cosa.
Quiero encontrar en ti, en el ejemplo de tu lucha contra el pez, al
que deseabas matar y al que paradójicamente respetabas y amabas, la fuerza
necesaria, el espíritu de superación, la energía para vencer contratiempos y
adversidades.
Quiero oírte de nuevo pronunciar que en la
mar, nadie está solo. La mar, sí, porque para aquellos que la aman profundamente,
siempre será la mar, siempre tendrá alma de mujer.
Quiero oírte hablar de Manolito, tu joven
amigo. Valorar en mi vida la importancia de aquellos a los que quiero, desde
el recuerdo de vuestro mutuo afecto, de su admiración y respeto, de sus
continuas atenciones.
En días como hoy, encontrarme contigo en la
inmensidad de la mar, rodeado de peces voladores, delfines, tiburones, cebos y
sedales, me ayuda a recuperar el optimismo y las ganas de ser y de vivir.
Relato basado en: EL VIEJO Y EL MAR
Autor: Ernest Hemingway.
Más personajes invitados en el blog de nuestra amiga Jime
un excelente relato y homenaje al mismo tiempo, amigo Pepe; me gustó muchísimo. Es evidente que el buen pescador ama a su pez, del mismo modo que el buen combatiente ama a su enemigo... UN ABRAZO
ResponderEliminarTu relato trae a ese viejo pescador, a modo de homenaje a la fuerza de voluntad y el amor por lo que hace. Es un gran incentivo y sirve como ejemplo de la perseverancia. Me ha gustado como describes esa admiración que sientes por él.
ResponderEliminarGracias por participar! Un beso!
Un libro precioso que leí hace muchos años, y me encanta que hayas invitado a ese protagonista lleno de empeño y coraje.
ResponderEliminarUn relato precioso Pepe, que siento también como un homenaje.
Un abrazo.
Pepe, aplaudo y disfruto no sólo de tu elección, sino de la sensibilidad de tu texto. impecable, contundente y emotivo. Me encantó!
ResponderEliminar=)
Qué lindo recuerdo, un libro que leí hace ya un tiempo.
ResponderEliminarY el ejemplo de ese pescador que quizás hoy también lo estoy buscando.
Muy bueno, Pepe!!
Cariños…
Esa desgana ataca, y los achaques y la falta de horizontes. Como Santiago hay que buscar alicientes en el día a día, aunque sea imitando al capitán Ahab, pescar para gozar, sin llegar a la obsesión de querer pescar a Moby Dick. La aventura hora a hora, sencilla, las charlas, una labor querida. Ejemplar ejemplo has encontrado Pepe, en una obra que inyecta energía, serenidad, dándole tu toque genial e intenso, como siempre.
ResponderEliminarFelicitaciones y besitos.
Buena la motivación y más buena la propuesta y la búsqueda.
ResponderEliminarAbrazo
Sin ninguna duda el libro que mas me gustó de Hemingwain, por la enorme lección de vida perseverancia y amor al trabajo que rezuma en sus páginas.
ResponderEliminarTu relato, tampoco desmerece de la calidad literaria del homenajeado.
Un abrazo.
Hola Pepe, muy bonito tu cuento. Yo siempre he pensado que los hombres de la mar están hechos de una pasta especial.
ResponderEliminarSaludos
Muy buena inspiración has conseguido del libro, con perfecta descripción del ambiente que le rodea.
ResponderEliminarUn abrazo
Tener un motivo por el que luchar, y una ilusión por conseguir, hace que el hombre no sucumba a la desidia y la apatía que por momentos pueda embargarnos.
ResponderEliminarEso lo explicas muy bien tu en tu entrada y lo contó tu invitado en " El viejo y el mar "Me encanto Pepe.
Abrazos querido amigo.
Buena elección, para mí siempre fue un libro polémico porque lo leí a posteriori de haber caído en mis manos un texto que explicaba su vinculación metafórica con la necesidad del español de hacerse un hueco en una sociedad cubana. No sé, me decepcionó la crítica y me dejé influir. Será cuestión de releerlo con otra mente. Me gustó tu relato, mucho.
ResponderEliminarUn beso a los dos.
Has encontrado un gran personaje al que invitar... pero también pienso, que de algún modo, él te ha encontrado a ti, tu reconocimiento, tus emotivas palabras. Qué bueno es que el personaje de un libro tenga tanto que ofrecernos y nosotros qué tomar de él, como incentivo y enseñanza. Un gran relato Pepe! Muy emotivo en verdad.
ResponderEliminarBesos!
Gaby*
Pepe,Pepe,amiguco.
ResponderEliminarEs como un padre nuestro- en minúsculas-,una invocación la que haces al personaje.Tan emotiva,tan humilde,tan limpia, que da gusto leerte.
Algún dia aceptaremos nuestra mar como la única que tenemos y nadamos en ella brazada a brazada
Gracias por visitarme tan amablemente
Besucos a mi Platero y otro para tí
gó
Pepe, que bien pones palabras a sentimientos que a veces son difíciles de describir.
ResponderEliminarHe leído "El viejo y el mar" (años atrás) y me maravilló la tenacidad del marinero en busca de su pez, los monólogos-diálogos que con él matenía y obtener al fin su recompensa. Todo un ejemplo de no darse por vencido jamás.
Bss.
Exquisita prosa poética, rebosante de sentimientos, para un invitado muy especial.
ResponderEliminarSaludos y gracias por tu visita a mi blog.
Un ejemplo a seguir, esa tenacidad y respeto por la naturaleza que lo alimenta. Has elegido un personaje al que tengo gran admiración como a ti que siempre escribes con palabras brotadas del alma.
ResponderEliminarGracias por tu comentario sobre mi Platero, un honor viniendo de ti que eres un maestro de la escritura.
Besos para los dos.
No he leído el libro, pero tu relato basado en él es SOBERBIO, muy bueno, amigo mío, muy bueno.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Qué buena elección has hecho, paisano y tu relato me ha parecido magnífico.
ResponderEliminarMe ha impresionado cada inicio de párrafo con esos QUIERO, con tanta intensidad. Besos.
ResponderEliminarHas honrado ese gran libro. Apenas comencé a leerte, ya adivinaba quien era tu invitado: tan bien llevada cada palabra, cada descripción que adorna con sensibilidad la historia.
ResponderEliminarUn gran abrazo, a una gran contribución Pepe.
Que lindo relato.
ResponderEliminarCon un personaje que llama, invita, y te sienta a conversar y honrar el momento.
Que buen homenaje, Pepe!!!!
Un abrazo :)
Tienes toda la razón, un personaje así es un ejemplo, estar con él debe insuflar ánimos para seguir adelante con ánimo nuevo cada día.
ResponderEliminarUn abrazo.
Genial! un relato lleno de admiración por un personaje!
ResponderEliminarTodo un ejemplo, es cierto, me uno a las palabras de los compis, genial!!!
ResponderEliminarUn beso!!
Un muy emotivo relato. El viejo y el mar es uno de esos libros que no llegué a leer pero del que escuchado muchísimo. Por lo que expresas su protagonista fue un luchador amante del mar y la pesca y dueño de una gran voluntad. Ojala todos pudieramos llegar a esa edad con ese ánimo.
ResponderEliminar¡Saludos!
Jo
Sacas tu alma de caminante por La Mar y nos regalas un sentido y poético homenaje a aquel que por todos los sitios paso y que sólo en uno se entretuvo... junto a Santiago, en la pelea noble por la presa que se ama.
ResponderEliminarAbrazos
Constancia, espíritu de sacrificio y de superación, conceptos que a veces olvidamos, en un intento por lograr el ahora y el ya. Un besote
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