Teníamos un idioma común. ¿Te
acuerdas?. En ese idioma tenían cabida toda clase de palabras
encaminadas a expresar cariño, pasión, deseo, amor, generosidad,
entrega mutua. No eran sólo palabras, no. No era un idioma normal.
En él tenían cabida además, gestos, miradas cómplices, caricias,
besos, silencios elocuentes que nos unian fuertemente sin necesidad de hablarnos.
Creiamos, porque eso parecía, que ese idioma sería eterno entre
nosotros. Lo usábamos con desmesura, pero también con avaricia.
Nuestro y sólo nuestro, absorvente y excluyente. Tal vez esa
desmesura por un lado y esa exclusión de los demás por otro, estén en el origen
de su decadencia. Hoy pienso que acabó devorándonos. Se fueron cayendo las palabras de su diccionario y los espacios en blanco fueron ocupando las páginas del
mismo. Los silencios forzados acabaron ganando en intensidad y duración a la
sobreabundancia anterior. Las miradas cómplices se tornaron
esquivas, las caricias y besos, por hirientes, sencillamente
desaparecieron. La incomunicación y el desamor hizo que nuestros
caminos divergieran. Hoy somos habitantes de la Torre de Babel. Nos
sería imposible el entendimiento.Teníamos un idioma común. ¿Te
acuerdas?.
En la clase de idiomas del amigo Juan Carlos podeis leer más historias sobre ellos.
Cuando llegan esos silencios, todo lo destruyen y donde hubo dejó de haber, triste pero forma parte de lo humano.
ResponderEliminarMe gustó el tono con el que lo has escrito.
Besos Pepe.
Entre los momentos en que uno se siente privilegiado leyendo estos jueves apuntaré cuando encontré en este relato ese "Hoy somos habitantes de la Torre de Babel". Una frase grande en un relato muy bueno.
ResponderEliminarAbrazos, amigo.
Es triste cuando ese lenguaje compartido se desgasta, se va borrando, y ni verbos compartidos, ni adjetivos positivos, nada une ya.
ResponderEliminarYo sí, tengo recuerdos de un idioma en común, y es una pena no poder más hablarlo, cosas de la vida, cosas del amor (o el desamor), por eso me identifico plenamente con tu relato.
Besos Pepe!
Gaby*
Vaya, creo que a veces esto le suele suceder a muchas parejas, que es muy triste por lo demás
ResponderEliminarSon muchos los ingredientes por los cuales termina el encanto en muchas pareja. Cuando ya hay desencantamiento es dificil evitar que la dopamina baje de manera brutal, haciendo que el amor desaparezca. =(
ResponderEliminarBesos
Triste, llegar a ese punto en el que nada de lo que dice el otro se entiende, a pesar de haber hablado tanto tiempo ese idioma, que ahora ha quedado perdido en el olvido.
ResponderEliminarExcelente relato Pepe, emotivo y con un dejo de melancolía que envuelve al lector.
Un abrazo.
Final de historia para algo que quizás nació con mejores expectativas. Triste.
ResponderEliminar=(
Triste relato que viene a demostrar, que no es buena la desmesura y que no se deben mal vender ni las palabras, ni las caricias.
ResponderEliminarLo que hay que hacer es reinventarlas cada día y ofrecerlas como flores recién escogidas.
Un abrazo.
Y esa pérdida suele ser irreversible, algo melancolico.
ResponderEliminarCuando ya no hay nada que decirse, todo se acaba, y lo que era un fantástico idioma se convierte en el más oscuro de los silencios.
ResponderEliminarMuy buen relato.
Un abrazo
Un texto muy bello y lleno de nostalgia para este jueves. No lo recuerdo, no... sígueme hablando de aquel idioma tan bello y lleno de amor. Me gusta leerte. Un fuerte abrazo, Pepe
ResponderEliminaraquél idioma simple que hacía que nos entendiéramos de manera simple y espontánea......... ese idioma todavía existe entre algunas personas que saben dejar fluir el corazón sin protocolos amigo Juan Carlos. Muy lindo tu escrito aunque un poco depresivo. UN ABRAZO SIN PALABRAS.
ResponderEliminar....pero esa pregunta que comienza y finaliza el relato, parece ser muestra del interés del protagonista de recobrar ese idioma...
ResponderEliminarMe quedé colgada en las alturas de tus palabras....
Besos
Al terminar el texto con esa pregunta nos dejas con la esperanza de que comenzarán a recuperar su comunicación.
ResponderEliminarUn beso
Es un texto muy bello lleno de nostalgia.
ResponderEliminarMe gusta tu blog Pepe.
Feliz domingo
Besos de Isa
Pepe, magnífico relato, en su fondo y forma. Admirable.
ResponderEliminarUna realidad que afecta a la mayoría de los que compartieron un idioma común y no lo alimentaron en todo su uso.
Abrazos
El idioma del amor, verdad que abusar de él hace que se consuma y se llene de silencios, que malos son los silencios, hay que romperlos como sea, auque sea a cañonazos, jeje, sabes lo que me ha venido a la mente cuando he acabado de leer y disfrutar tu relato?, la letra de la cancion de Rocio Jurado, "se nos acabó el amor... de tanto usarlo... ", que bien cantaba esa mujer, y es que el amor si no se le deja expandirse, es una bomba que implosiona y se consume solo, miles de besosssss
ResponderEliminarUn relato triste pero muy real en muchas parejas. Poco a poco el lenguaje del amor se va desgastando y solo queda el silencio y la incomunicación.
ResponderEliminarCuando el lenguaje del amor, que tú has definido tan bien, se condena al olvido la realidad se alza como una extraña torre, que es difícil escalar y llegar a su cima...Mi felicitación y mi abrazo siempre,Pepe.
ResponderEliminarM.Jesús