¡Vuela conmigo!, le dijo. Ella, confiada, lo acompañó
en su vuelo. Siguiendo estelas de polvo
blanquecino, persiguieron la felicidad sobrevolando paraísos. Cuando se dieron
cuenta que eran artificiales, quisieron regresar, pero fue inútil. Se habían
embarcado en un vuelo sin retorno.
Más aventureros emprenden vuelo desde el aeródromo de nuestro amigo Alberto V,
Ese tipo de vuelos son siempre peligrosos.
ResponderEliminarSi lo interpretamos de una manera resulta terrible, Pepe, pero está tan bien y tan sucintamente narrado. Admiro tu capacidad de síntesis. Besos.
ResponderEliminarFue todo un vuelo en picado, hacia el vacío y sin paracaídas. Tu relato tan corto como contundente. Un abrazo.
ResponderEliminartodos soñamos con volar siempre...es la sensacion de libertad!!!
ResponderEliminarEsos vuelos jamás me han seducido!
ResponderEliminar=(
Un peligroso vuelo el que eligió. Me gusta la manera que has elegido para contar tu historia. Un beso.
ResponderEliminarEso no es volar, eso es empezar a estrellarse.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es un vuelo a la muerte, seguro.
ResponderEliminar:)
Es entrar en barrena tras haber entrado en pérdida. Tu brevedad encierra páginas enteras, maestro.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Mi lectura ha sido extraña, te he leído el suspiro e inmediatamente después este relato. Creo que mañana, cuando él en lugar de suspirar, se decida a saludarla, ella tendrá en él un apoyo para alcanzar un paraaiso más terrenal y saludable. Así sea.
ResponderEliminarAbrazos, amigo.
Es lindo volar sabiendo que se lo está haciendo.... para no fallar en el intento.... Saludos amigo!
ResponderEliminartienes que ver la película Trainspotting . muy acorde a tu texto. que por cierto, un texto realista y duro. Saludos
ResponderEliminar¡Qué bonito!. Lástima que no tuvieran retorno; pero a lo mejor valió la pena.
ResponderEliminarUn abrazo
Un duro vuelo en el que conviene conocer el destino, antes de partir.
ResponderEliminarUn abrazo.
Dura realidad. Esos vuelos nunca llevan a buen destino, lástima que no lo piensen antes de querer "probar".
ResponderEliminarBesos al vuelo (un vuelo sano de libertad)
Gaby*
A veces creemos que al final del camino encontraremos felicidad y lo único que existe es un final sin retorno. Gracias siempre por tus hermosas palabras Pepe que nos obligan a reflexionar.
ResponderEliminarSaludos
Un precio demasiado alto para poder volar. Como se dice siempre es un viaje de ida...
ResponderEliminarExcelente encuadre le diste a este jueves Pepe.
Un abrazo.
De saber al lugar a donde viajan, seguro que hubiesen desechado ese vuelo. Duro el viaje y duro el regreso, si se regresa.
ResponderEliminarImpactante Pepe.
Un abrazo.
Querer y no poder, ese es el drama. "Yo controlo" se oye a menudo. Bien relatado, Pepe.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un microrrelato duro. Muchas gracias por participar en mi primera convocatoria Pepe.
ResponderEliminarUn abrazo.
En pocas palabras has contado una historia muy dura y por desgracia muy real. Excelente Pepe!
ResponderEliminarUn beso
El peor de los vuelos que podían haber elegido.
ResponderEliminarComo siempre un excelente relato amigo.
Abrazos
Una metáfora brutal para un drama demoledor...
ResponderEliminar¿El vuelo sin retorno
ResponderEliminarde ilusas mariposas
llevadas por el viento?