Felicitación navideña 2020

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13 de marzo de 2014

Este jueves un relato: NOS VAMOS DE CAÑAS



Con lo aficionado que soy a salir de cañas con los amigos, no se me ocurre nada que esté en consonancia con el nivel mínimo de exigencia que ha de tener cualquier entrada que se muestre ante un grupo tan diverso y variopinto pero sobre todo tan amante de las letras como este grupo juevero.

No quiero fallarle a nuestra anfitriona y querida amiga Emejota, así que sustituiré la inspiración que las musas no han querido concederme esta semana, por una anécdota que tiene como desencadenante directo las cañitas o, más bien, el exceso de estas.

Tengo un amigo, un gran amigo, sin duda alguna mi mejor amigo, bromista, simpático, de un carácter que hace muy difícil enfadarse con él, que aguanta poco la bebida y, aunque es consciente de ello, no tiene miedo a “tomar” de más, porque sabe que no solamente no meterá la pata jamás, sino que su carácter divertido, cuando llega a un punto calentito de euforia cervecera, se acrecienta exponencialmente.

En cierta ocasión nos habíamos reunido una veintena de amigos en una casa rural para pasar un fin de semana. Mi amigo llegó varias horas tarde por motivos de trabajo. Era una calurosa noche de verano. Con la sana intención de ponerse al corriente en lo que a cervecitas tomadas se refiere, agotó rápidamente lo que nosotros habíamos trasegado durante todo el día. Tan sóló le bastó una ligera y malévola insinuación de que se refrescara en la piscina, para que se lanzara vestido y calzado al agua.

El grito posterior de: -¡Ostras, los billetes!-, nos hizo darnos cuenta de que ni siquiera había tenido la precaución de desprenderse de la cartera antes de lanzarse al agua.

La noche continuó con mi amigo empapado por completo, entre carcajadas generales incluida la suya y con los billetes, como si de camisas o pantalones se tratará, colgados en un tendedero  sujetos por pinzas de la ropa.

A la noche siguiente tomamos una sopa caliente elaborada por el. Tengo que reconocer que es un gran cocinero, pero en su elaboración la sopa  creía que no llevaba suficiente  vino y el vino creía que no llevaba suficiente sopa, pero esa….. es  otra historia.

Más historias de cañitas en el blog de nuestra amiga Emejota.

17 comentarios:

  1. Que historia tan entretenida. Los amigos salerosos son bienvenidos siempre. Mil gracias por tu colaboración. Besos.

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  2. No le fallaste a emejota ni a ninguno de los que estamos por aquí. La historia sobre tu amigo, ha sido muy entretenida y mas que bien relatada. Saludos Pepe.

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  3. jejeje muy graciosa anécdota, Pepe, gracias por compartirla!
    =)

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  4. Son tantas las que he "tirado" detrás del mostrador , que seguro que si rebuscara en la memoria, habría anécdotas como para llenar un libro.
    Vivencias como la que tan brillantemente cuentas me traen bellos recuerdos de una juventud sin complejos.
    Un abrazo.

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  5. jajaja!!! Cuantas historias divertidas salen al pié de una barra, y unas cuantas birras. ah!!! si los mostradores hablaran.....!
    me ha gustado como lo expliicas. Saludos

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  6. Que anecdota. La inspiración no te hizo falta, cuando la anecdota es tan digna de ser ficción.

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  7. Espero que los billetes se recuperasen, porqué sinó, vaya broma. Es lo que tiene no pensar y ala a la piscina.
    Muy divertida tu anécdota
    Un abrazo

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  8. Un relato muy ameno y divertido, que compartimos y agradecemos en este viernes, que nos invita a todos a descansar...Mi felicitación por tu palabra fácil y generosa, Pepe...Mi abrazo grande y mi ánimo siempre.
    M.Jesús

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  9. Si la musa no viene a Pepe, la anécdota salvó el problema! Seguro que la vida nos tiene guardados momentos de esos que saltan para reírnos un rato, y vaya que este amigo tuyo se ha mandado la de no olvidar! Casi casi, suena a "lavado de dinero" jajaja! Muy divertido momento.
    Besos!
    Gaby*

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  10. Muy buena... recuerdo una similar, cuando llegaron los peques les preguntamos si sabían nadar y ellos felices nos dicen que sí, que de maravilla...

    CHOFFF - PISCINA - NIÑOS - GLU GLU GLU - CHOFFF- EL PADRE VESTIDO, LA CARTERA Y EL TELÉFONO - NIÑOS FUERA Y MEDIA PISCINA VACÍA...

    Un abrazo a los dos y un par de chocolates con cariño.

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  11. Los amigos y las cervecitas, siempre nos hacen pasar buenos y divertidos momentos.
    Como esta anécdota que nos has contado.
    Un abrazo.

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  12. A eso se le llama mojarse por dentro y por fuera, pero con cuanto arte compañero!!
    Un beso y un brindis

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  13. Qué de historias entrañables y simpáticas detrás de unas cervecitas con amigos, vaya tela si uno se pone a recordar. Quizá en otros contextos, pero el ambiente sano y de chanza general que describes es un denominador común a ese tipo de reuniones.

    Un abrazo

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  14. Divertida historia Pepe, imaginaba la escena según contabas, hasta he visto los billetes flotando jajaja.
    Besos.

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  15. Es estupendo que tu amigo le quite importancia a cosas que a otros nos hubiera desquiciado, y sobre todo que tenga ese sentido del humor, que nunca debe de faltar, porque un día sin reir, es un día perdido.

    Abrazos.

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  16. ¿Y quién dijo que el vino no mata penas y preocupaciones? Lo malo es que cuando pasa la borrachera, todos vuelven al redil y hay que empezar otra vez, que si no...

    Divertido relato.

    Besos

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  17. Sano hábito que también tenemos en mi tierra ( no en esta). La gente sale de trabajar y antes de ir a casa se pasa por el Húmedo a tomarse esas merecidas cañitas o cortos de cerveza junto con las tapas. Así, de paso cenas. Son momentos en los que la gente se olvida de otros problemas, se entera de la vida de sus amigos y en los que se soluciona el mundo con teorías de lo más variopintas.
    Yo también me hubiera tirado al agua. No me lo puedes mentar ( eso de tirarse a la piscina) sin que pueda evitar hacerlo.
    Un beso
    del
    Aire

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