Parece que entre los bloguers jueveros fluye una onda de buen humor. Hoy mi hija me ha enviado un video de youtube que me parece genial. No suelo "colgar" videos en mi página, pero me parece adecuado como aportación a esta buena onda.
Espero que os guste.
31 de agosto de 2011
26 de agosto de 2011
Retornando
Imagen obtenida de Internet
Definitivamente, se acabaron. Mis vacaciones, si es que un jubilado puede hablar con propiedad de vacaciones, llegaron a su fin. Superados algunos baches emocionales, puedo decir que han sido pródigas en momentos agradables. Me he reencontrado un año más con la extensa familia de Toñi con los cuales solamente podemos estar durante estos días del año. He descansado, he disfrutado de largos paseos, he leido mucho. Nuevos senderos, algunos de una gran belleza, tienen ya la huella de mis pies. He disfrutado del mar, he cometido excesos gastronómicos que me han hecho coger unos cuantos kilos, en definitiva, me he entregado gustoso a unas vacaciones típicas y tópicas.
Pensaba torturaros con un extenso album fotográfico tomado durante las mismas pero, siempre existe un pero, tuve la desgracia de que mi cámara fotográfica se sumergiera en las cristalinas aguas del río Chillar, en Nerja, cuando hacíamos una ruta siguiendo su cauce, por el agua, río arriba.
Así que, como precipitado resumen de mis vacaciones y mientras comienzo la deseada tarea de visitaros y ponerme al día con vuestras entradas, os dejo estas breves líneas y unos cuantos haikus a modo de instantáneas que quieren reflejar algunos momentos vividos y fotografiados.
Fulgor de muerte,
el pez en el anzuelo
sobre la espuma.
Besa la arena,
amante de ida y vuelta,
la mar esquiva.
Mar, brisa y vela,
sobre estelas de espuma,
velero blanco.
Sendas de plata,
Sobre la mar, de noche,
traza la luna.
Rubores rojos,
cubren mar tu semblante
al atardecer.
9 de agosto de 2011
Desesperanza
En el mar de la desesperanza,
a merced de la depresión y el desaliento,
agotado y sin fuerzas
sobre un barco lastrado,
con la vela, el timón y la quilla de piedra,
abocado al naufragio,
con el mínimo aliento que aún me queda,
implorante te llamo.
Solicito tu ayuda,
te requiero el aliento que impulse,
que libere mis velas,
los besos que deshagan el lastre que me ahoga,
el amor que disipe la bruma que me envuelve.
Necesito, una vez más, para arribar a puerto,
tu generosa entrega, compañera.
Publicado por
Anónimo
en
8/09/2011 12:59:00 a. m.
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Etiquetas:
poesía
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