Je t'aime moi non plus
Esta canción, en el
momento de su grabación, allá por el 1969, estuvo prohibida en
muchos paises como España, Italia, Portugal,
Islandia, Suecia o Polonia. Con anterioridad, ene 1968 Serge
Gainsbourg la había grabado con Brigitte Bardot, amante suya y
símbolo sexual de esa época, si bien el disco no se publicaría
hasta 1986.
A pesar de
la revolución sexual que se produjo en los años 60, nunca antes se
había visto reflejado el amor carnal con tanta nitidez y
expresividad y creo que fué esa expresiva representación del acto
sexual, de la atracción puramente física, al margen de
consideraciones morales, esa búsqueda del placer mutuo, del sexo
por el sexo, aparte de su calidad artística como canción, el
causante en gran medida de su éxito y que incluso hoy en día se
hable de ella como la más importante canción del deseo entre un
hombre y una mujer
Reflexionando
sobre la prohibición, sobre los motivos que nos llevan a considerar
las relaciones sexuales, libres de otro tipo de compromisos, como
algo inadecuado, como algo mal visto socialmente, llego a la
conclusión de que es lícita la aspiración humana a la búsqueda de
la felicidad y de aquellas cosas que nos la proporcionan. El sexo es
una de ellas.
Pienso que
estas relaciones si se basan en en el respeto mutuo, desde un plano
de igualdad, de seres adultos y libres sin ningún tipo de dominio o
sumisión , dan lugar a comportamientos que los seres humanos
deberíamos contemplar con mayor normalidad sin estigmatizar ni
culpabilizar a los que en uso de su libertad optan por conductas de
esta naturaleza.
La
condición sexual de los seres humanos es tan diversa, tan potente,
que sólo debería ser perseguible y reprochable socialmente, cuando
constituya un atentado contra la integridad física, emocional o
moral de las personas. El que tengamos una moral distinta, no
necesariamente mejor, no nos reviste de autoridad para juzgar al
diferente, al distinto.
Mas historias de amor y deseo en el blog de nuestro amigo Max Estrella