Me apetece narraros hoy una leyenda, ya que de mitos y leyendas va la convocatoria de este jueves, concerniente a mi ciudad. A menudo, son estas leyendas las que configuran el “histórico conocimiento” que de las ciudades tienen sus habitantes.
Tiene que ver con uno de los monumentos de esta. Se trata de la Torre de la Malmuerta, torre albarrana, de planta octogonal, comunicada por la parte alta de un arco, a las murallas que rodeaban el perímetro de Córdoba y que servía como elemento defensivo para dos de sus puertas hoy desaparecidas, la Puerta del Rincón y la Puerta del Colodro.
La leyenda que ha llegado hasta nuestros días, cuenta que la esposa de un ilustre caballero, ascendiente de los marqueses de Villaseca, realizaba diarias salidas de su domicilio para dedicarse a socorrer a los más menesterosos, proporcionándoles vestido y alimentos. Conocedora del carácter de su marido, nada proclive a relacionarse con las clases humildes, le ocultaba sus continuas ausencias y el motivo de las mismas.
Una vez descubiertas dichas salidas, se apoderó de él el demonio de los celos y acabó con la vida de su esposa. Enterado con posterioridad del verdadero motivo que la impulsaba a ausentarse diariamente, admirado de la nobleza de alma de su esposa, se arrepintió y el rey le mandó construir la citada torre en honor y recuerdo de su esposa. De ahí el tenebroso nombre Malmuerta, de la misma.
Otra versión cuenta que la Torre fue construida para recluir a su esposa hasta la muerte de esta, como castigo por su supuesta infidelidad.
La realidad es otra bien distinta, como demuestra la inscripción que en ella figura y en la que reza que fue mandada construir por Enrique III el Doliente para mayor gloria de su reinado.
Porque los buenos fechos de los Reyes no se olviden, esta Torre mandó facer el muy poderoso Rey Don Henrique e comenzose a sentar en el año de nvestro Señor Jesv Christo de M.CCCCVI años, e acabose en M.CCCCVIII años.
Es un ejemplo más, doméstico, local, minúsculo, pero que creo ilustra como en numerosas ocasiones los hechos históricos quedan distorsionados por la imaginación popular o por los intereses, casi nunca asépticos, de aquellos que los narran.
Mas leyendas en el blog de nuestra amiga CECI
Pepe
ResponderEliminarCuantas historias y leyendas tienen tu querido paìs, al que amo por herencia de mis abuelos maternos.
Mi sangre tiene ese 50 % me encantò la leyenda.
Un abrazo.
Una torre como muestra de arrepentimiento? Y el señor se habrá tirado desde lo mas alto digo yo ... lo menos que podía hacer.
ResponderEliminarCuriosa leyenda con dos finales, ninguno cierto, pero siempre son interesantes estos cuentos transmitidos vía oral a través de los siglos.
Un abrazo Pepe
Me ha encantado conocer la leyenda y la verdadera historia de esta torre, Pepe.
ResponderEliminarCoincido con Any -siempre se me adelanta!- en que de haber sido cierta la cruel actitud del marido ante la supuesta infidelidad de la esposa, más que construir una torre en su memoria, lo menos que podía hacer en señal de arrepentimiento, era tirarse desde ella.
un abrazo juevero!
En mi país existen muchas leyendas como ésta, algunas todavía no se develan si son reales o solo eso.
ResponderEliminarLo que me llama la atención es como se van distorsionando y mutando de boca en boca, parece que cada uno le agregara una cuota de imaginación propia. Igual me gustaron las dos que contás aunque tienen un final trágico, así que menos mal que son solo leyendas.
Un abrazo y gracias por esta información acerca de esa torre que se ve imponente.
No sientes curiosidad Pepe de como y porque se narra esa historia tan trágica? Yo si, ¿que boca contaria tal historia por primera vez? Igual solo fue un cuento inventado en tarde de espesos entretenimientos, curiosa y como tu bien dices ¿interesaba extender estas versiones?
ResponderEliminarBueno al final los cuentos, cuentos son y este me gustó.
Un abrazo.
Una historia parecida a algunas otras. Por celos se cometen grandes errores; aunque después se quieran subsanar, y de cara a la galería sirve; pero para él no creo que le sirviese.
ResponderEliminarBuena leyenda
Un abrazo
Carmen Andújar
Pues me gustan als leyendas populares.No sé si se contaron para distracción o porque en el fondo algo habia de cierto.El pueblo-dicen-no suele equivocarse,pero en todo caso,las leyendas son parte de la cultura.
ResponderEliminarMe sumo a las amigas que piensan se podía haber tirado primero él.Ale!,la mató porque era suya!!Sonrisa,pero muy "macho" el marido
Besucos amiguco
Besa a Toñy siempre de mi parte.
Gó
Al parecer todos los torreones o torres tienen su "Malmuerta" su emparedado su leyenda. La versión popular a veces inventa pero casi siempre sobre alguna base.
ResponderEliminarLa placa es típica tópica, loor al rey Don Henrique, y se acabó la leyenda para ensalzar al mito real.
Yo al marido ese de los Villaseca lo dejaba seco, malditos celos, malpensado, bruto, bestia, que levantando torres altas no de "desfacen entuertos tan viles"
Me encantó Pepe. Besitos.
Por supuesto la conocía pero leerla tan bellamente relatada me ha gustado mas.
ResponderEliminarBesitos
No conocía la leyenda, esta mal que lo diga, pero conozco poco tú ciudad. Eso sí, como asignatura pendiente que es, ahora cuando la vea recordaré la leyenda que nos has traído
ResponderEliminarUn abrazo
Hola, Pepe.
ResponderEliminarYo también pienso como Natalí, que todas las leyendas populares tienen una base real y que se va distorsionando con el tiempo. Lo que si que parece cierto es que existió una pobre "Malmuerta" por el mal hacer de un nada caballero y mucho menos ilustre hombre. ¡Lo que da de si la imaginación popular! Vaya apodo que le dieron a la señora en cuestión...
Me ha encantado leerte. Me ha resultado entretenido tu relato.
Un abrazo.
Maat
Ya he comentado a otro amig@ que me gustan las leyendas, la tuya tiene dos finales, más curiosa me resulta, y además tienes la prueba de que ninguna de las dos son reales, pero se seguirán contando, de eso si que puedes estar seguro. Buen fin de semana. Besitos dobles.
ResponderEliminarA siglos vista y sin que me afecte lo de la "malmuerta" prefiero las dos leyendas.
ResponderEliminarTienen más color, más magia, más punta que sacar y más conclusiones a las que llegar.
Resulta tan aburrido construir una torre para que los buenos hechos no se olviden...
Abrazos
¡Ay amigo Pepe! a mi me gustan las versiones populares de la leyenda, una edificación que le recuerde de por vida al arrepentido lo que maldijo con sus manos. Es trágico pero mucho más romantico y encantador "a su manera" que la versión eseptica. El nombre Malmuerta le viene como anillo al dedo, es genial, suena como un juego pegadizo de palabras.
ResponderEliminarTe mando un gran abrazo
Me encantan las leyendas, no sé; tienen sabor a cuento, mitad realidad o a veces incluso menos y mitad imaginación, quizás por que las asocio a las tardes con el abuelo donde todo era posible... Un abrazo : )
ResponderEliminarPero no se puede negar, que como la poesía, esas interpretaciones le dan un color especial a la vida!!!
ResponderEliminarBesos. (lindo lugar para poner en lista de visitar)
Es muy curioso. Voces populares que hablan de una leyenda e inscripciones oficiales que cierran el debate.
ResponderEliminarMe esta viniendo unas tendencias conspiranóicas ...
Un abrazo.
Hola, ola de mar..
ResponderEliminarMe gustan las leyendas, historias paralelas a la realidad, pues aquellas hacen que que tu imaginación se dispare, te invitan a pensar que a veces no sólo hay una realidad para monumento, palabras, hechos. Gracias por compartir hoy esta conmigo Pepe.
Un beso, del Aire
Una leyenda que se cuenta de otras torres y que en esta ocasión ha sido un placer leer narrada por ti. Cuando vaya por tu ciudad seguro que me hago una foto junto a ella. Será un recuerdo para unir a tu relato. Un beso.
ResponderEliminarQue leyenda más bien narrada Pepe, eso de la Malmuerta me trae a la boca, el recordar a todas LAS MALMUERTAS de la historia, que por desgracia no es historia pasada.
ResponderEliminarComo siempre, aprendiendo con tus entradas.
Besos bienvivos
Hola Pepe, ahora eres tu quien me ha transportado a tu bella Cordova, con una bonita leyenda, y bueno, por que no? la inscripcion puede ser tan solo eso, una inscripcion, pero a mi me gusta mas la leyenda, a pesar de no agradarme la actitud del hombre! Por supuesto la torre es linda auqnue el nombrecito no muy :)
ResponderEliminarUn abrazo fuerte querido amigo!!!
Anny
CREO QUE LOS VERDADEROS POR QUÉ NO LOS CONOCEREMOS NUNCA. A VECES NO ES DIFICULTOSO CONOCER LOS PROPIOS... Y COMO DICE UNA CANCION DE POR AQUI "Y SI LA HISTORIA LA ESCRIBEN LOS QUE GANAN, ESO QUIERE DECIR QUE HAY OTRA HISTORIA, LA VERDADERA HISTORIA QUIEN QUIERE OIR QUE OIGA"...
ResponderEliminarQUIEN SABE QUIEN MANDO A HACER LA PLACA...
Hola Pepe.
ResponderEliminarCórdoba, hace ya tiempo que no la visito, pero no creo que tarde mucho en hacerlo.
Leyendas que a menudo se crean en torno a algo que, realmente no tiene que ver con lo que se dice. Pero tal vez por eso, pasan a la historia, y mira por donde... nos reúne esta semana por aquí.
Besinos
celia álvarez
Conozco la torre desde que incluso se pasaba en coche por debajo. La leyenda con pequeñas variaciones para dar mas dramatismo siempre fue la misma, una historia de celos infundados propios de la época, y gracias a dios, solo leyenda.
ResponderEliminarUn abrazo
Me ha gustado tu leyenda, me encantan los castillos y edificaciones antiguas que guardan secretos de amores y odios, de celos y malentendidos, aunque sea muy morboso.
ResponderEliminarAprovecho para convocarte al HALLOBLOGWEEN
Me encantan las leyendas!!!, esos cuentos que corren de boca a oído y que como el juego del teléfon se van distorsionando con el tiempo y se alimentan poco a poco de las aportaciones que uno y otro les ponen, deberíamos hacer más jueves de leyendas, que no he participado, jejeje, pero me lo estoy pasando pipa leyéndoos, un abrazo enorme y miles de besossssssss
ResponderEliminarPepe, a ver si encuentro una comunicación que hice hace siglos, sobre la relación de los números y las caras de las torres en la antigüedad griega, era fascinante. Yo hablaba de la Torre de los vientos del Ágora de Placa.
ResponderEliminarUn abrazo!
Bueno Pepe, voy a pensar en buscar y escribir unas cuantas que me contaba mi abuelo Saturnino acerca de unas murallas que hay en mi pueblo.
ResponderEliminarMe cuesta mucho pasarme por vuestras casas, no por falta de ganas...
Un beso desde el viejo reyno
Aiara