AMIGOS
Eran amigos desde la niñez. Juntos habían
compartido colegio, pandilla, aficiones, viajes, aventuras, diversiones. Juntos
habían comenzado su andadura laboral en la factoría envasadora de aceite de su
pueblo. El amor llegó para ellos también casi al mismo tiempo. Encontraron sus
parejas en el seno de la pandilla.
Juan ahora está viudo, sin hijos. Luís, por
el contrario, tiene dos hijos pequeños y una mujer a la que adora.
Juntos, ahora, muchos años después, conocen
desde hace un año, el azote inmisericorde del paro. Juntos también han entregado
curriculum vitae en todas las empresas aceiteras de su zona.
Hoy Luis está eufórico. Tiene una gran noticia que comunicar
a su amigo. Le han escrito de la cooperativa olivarera de un pueblo próximo. Le
enseña orgulloso la carta recibida donde se le comunica que es uno de los dos únicos
seleccionados entre los numerosos aspirantes a obtener un puesto de trabajo. Le
confirman que optarán entre uno de los
dos por lo que sus esperanzas de conseguir el ansiado puesto de trabajo, son
muy altas.
Juan se alegra por su amigo y juntos celebran
su ventura.
Ya en su casa, Juan abre un sobre que reposa
sobre la mesilla, busca en el membrete el número de teléfono y llama:
- Les agradezco que hayan pensado en mí como
uno de los dos aspirantes con posibilidades
de ocupar el puesto vacante en su empresa. Lamento informarles que ya he
encontrado otro trabajo más cercano a mi domicilio.
Más relatos en torno a la amistad en el blog de nuestro amigo Alfredo
Más relatos en torno a la amistad en el blog de nuestro amigo Alfredo
Pepe es conmovedor, eso es amistad de la grande.
ResponderEliminarUn beso
Un relato emocionante que nos muestra que la amistad no depende de cosas como el espacio y el tiempo sino de actos como este.
ResponderEliminarCariños….
Que bonito relato, y una amistad muy bella la que nos has narrado.
ResponderEliminarUn detalle muy bonito de amistad. Juan tubo una solidaridad con su amigo, acto que nos hace reflexionar.
ResponderEliminarSaludos
Diablos, Pepe. ¡Qué bonito! Y, como dijo Schuster, no hay nada más que decir.
ResponderEliminarAbrazos.
qué grandeza la de ese hombre!...qué entrañable y sincera ha de ser esa amistad!
ResponderEliminar=)
Ese acto es de una generosidad enorme, entre ellos hay unos cimientos bien sólidos, el amor debe ser así.
ResponderEliminarPrecioso escrito Pepe.
Un abrazo pero doble, ya entenderás para quién.
Eso es amistad y lo demás son tonterías.
ResponderEliminarTu rellato llega a las entrañas. Todos queremos ser así, todos queremos tener un amigo así Pero claro, también quiero que mi amigo no sufra... y espero que ese corazón generoso encuentre su recompensa:la merece.
ResponderEliminarun fuerte abrazo.
Precioso, eso más que amistad, tiene una A mayúscula de amor al prójimo, al amigo.
ResponderEliminarGenial, te ha quedado genial tocayo, no solo de nombre, sino de "hornada generacional". Tu Aries del 49, yo Sagitario del 48. Besos.
Conmovedor Pepe. Que bonita es la amistad cuando es generosa, este amigo lo ha demostrado, y sobre todo desde el silencio que encubre el cariño verdadero.
ResponderEliminarUn abrazo
las palabras tienen fuerza, sí. pero los hechos son la realidad. he dicho.
ResponderEliminarmedio beso.
ESO si que es un verdadero amigo y lo demás són tonterias.
ResponderEliminarUn abrazo
La amistad real se demuestra y cultiva con hechos como éste. Nada que agregar Pepe.
ResponderEliminarQué relato Pepe! me llegó al alma, es conmovedor! Que bueno es tener amigos así, que son capaces de resignar su porpia felicidad por la del otro. La verdad me quedó plena de emoción y sensibilidad al leerte.
ResponderEliminarUn abrazo enorme.
Si señor, ese si que es un buen amigo. Para quitarse el sombrero. Me temo que las circunstancias harían que otras personas no actuasen del mismo modo.
ResponderEliminarEsperemos que Luis nunca defraude a Juan.
Un abrazo
Amistad superlativa, de la de verdad, de la que no se presume ni se pregona.
ResponderEliminarExcelente texto y brillante exposición.
Da ganas de tener amigos... por si acaso.
Abrazos
Gracias por participar.
Realmente emotivo, entrañable y digno de tomarlo como ejemplo...Mi felicitación y mi abrazo por tu singular y bello relato, Pepe.
ResponderEliminarM.Jesús
Uyy! que entrega!, igual la amistad tan profunda vale el costo de la renuncia.
ResponderEliminarTe mando un abrazo amigo Pepe
¿Qué puedo decir de cuando alguien piensa en la necesidad de personas cercanas a mis dos hados madrinos?
ResponderEliminarUn beso de los cuatro y feliz calor.
Me apretó el corazón, una amistad por sobre todas las cosas.
ResponderEliminarUn abrazo.
A lo mejor es una forma de compartir el trabajo tambien...
ResponderEliminarUn abrazo.
Este relato directo a las emociones. Y aunque parezca mentira, existen los amigos así.
ResponderEliminar...El sol sale sin hacer ruido.
Un beso
¡Vaya! Eso sí que es una verdadera amistad, en parte concuerda con lo que intentaba reflexionar dar antes que recibir. Muy bueno, Pepe, me ha encantada.
ResponderEliminarEso es un verdadero amigo y lo demás son cuentos.
ResponderEliminarbuen relato y muy bien escrito.
Besos