La
cafetería estaba abigarrada. Todos, absolutamente todos, pendientes del
televisor. Se disputaba la final de la Copa del Mundo. Creyó llegada la
ocasión. Ella estaba distraída así que le fue fácil verter la pócima en
su copa. Había seguido las instrucciones que su amigo le diera, al pie
de la letra. Había depositado en un cofre con pétalos de rosa su foto,
había repetido una y otra vez en la soledad de su cuarto los conjuros
invocadores del amor, así que no podía fallar, ella por fín se fijaría
en el.
Miró
hacia donde él estaba. Lo vió dirigirse hacia los aseos y pensó que
pocas oportunidades más se le podrían presentar. Rápidamente se encaminó
a su mesa y vertió en su copa el brebaje milagroso que lo haría caer
rendido a sus pies. También ella había ejecutado con total pulcritud,
todos los sortilegios necesarios.
Ambos
eran tímidos, ambos enamorados, ambos se veían incapaces de conquistar
el corazón del otro, ambos desconocedores de que ese enamoramiento ya
existía.
Ellos
no lo sabían, pero la milagrosa pócima y los rituales necesarios, le
habían sido facilitados por el mismo amigo que, a su vez, los había
obtenido de la misma bruja. Una bella mujer rubia, joven y con sólidas
referencias que hablaban de su pericia en el oscuro universo de la
brujería. Lo que el amigo no sabía es que la bruja había sido,
¡oh, casualidades de la vida!, la despechada novia del tímido enamorado que se
alejó de ella horrorizado al conocer que no siempre empleaba para hacer
el bien, su dominio de brebajes y rituales.
Más hechizos, conjuros, pócimas y demás brebajes en el blog de nuestra amiga Casss
Que buen relato Pepe, lástima los que les pasó, sin saber que ambos sentían lo mismo el uno por el otro, y la cruel bruja que hizo de las suyas. Buen recurso lo del Mundial jaja, si vieras como andan aquí todos los mexicanos apoyando al equipo, que no se dan cuenta lo que nos prepara el Gobierno: más aumentos y más reformas de todo tipo.
ResponderEliminarMuy buen relato!! Cuando hay amor no es necesario ninguna pócima, pues mira como terminan….
ResponderEliminarMuy bueno!!!
Cariños…
Buen relato en el que reina el amor.
ResponderEliminarA veces los hechos se explican de una forma equivocada. Los indicios nos llevan por sendas erradas y errados estaban ambos... pero así es la vida, de casquibana y loca: nos hace bailar a su ritmo!
ResponderEliminarTus letras trasparentan con claridad una historia mágica con un final sorprendente.
gracias Pepe por pasar por mi balcón.
besos
El amor también necesita de valor y determinación y desgraciadamente somos demasiado propensos a tratar de solucionar las cosas utilizando atajos que suelen difuminar la magia de lo conseguido.
ResponderEliminarYa veo que tu relato no se ubica en España: lo digo por lo de la hinchada en la final.
Un abrazo.
Si es que eso del amor tiene tantas versiones....
ResponderEliminarMagnifica narración. Besos.
Excelente relato Pepe, que pena que no se animarán, al menos antes de tomar esa decisión a jugarse por última vez.
ResponderEliminarUn abrazo enorme.
Hay quien entiende el amor como una religión...Y hay tantas brujas chapuceras...
ResponderEliminarUn besazo
Yo lo veo, no al pie de la letra, más bien desde un punto de vista diferente. Cuando las palabras no salen en su momento, mueren y con ella la oportunidad de iniciar algo nuevo y bonito también son eliminadas, eso puede ocasionar que en una posible relación que pudiera ser sólida se escabullan algunos malos sentimientos que por sí solos no pueden hacerle frente.
ResponderEliminarAbrazos
Para que te fies de las vueltas que da la vida y de las novias despechadas. Mejor ir al "destimidizador" que recurrir a potingues misterioros. Bueno yo tengo una prima que pada cada año 600 euros porque una pitonisa le diga que pasará el año que viene y le de un líquido que huele a demonios con el que debe pulverizar todas las habitaciones de la casa... algún año le pondré ambientador de mofeta.
ResponderEliminarUn abrazo, chicos.
Malvada bruja despechada!...armó la coartada perfecta!
ResponderEliminarun abrazo
Me ha sorprendido mucho tu relato porque creo que no es tu estilo habitual, pero me ha encantado ese final tan drástico y tan inesperado. Cuántas veces la timidez nos impide expresar lo que sentimos y perdemos la oportunidad de saber que la otra persona siente lo mismo. Seguro que hay un montón de oportunidades desaprovechadas de este tipo aunque espero que no con un final tan trágico.
ResponderEliminarUn beso
No se puede caer en esas cosas a la hora de conquistar a una persona, puede salir mal, como fue el caso.
ResponderEliminarUn abrazo
No se puede confiar en una resentida.
ResponderEliminarY lo trágico es que esa joven pareja no sabía que no había necesidad de pócima alguna.
Y la bella bruja terminó con dos vidas y no pudo arreglar la propia, que ella misma arruinó.
ResponderEliminarHola, ola de mar..
ResponderEliminarJo , Pepe, es triste. No valeeeee. Es broma. La verdad es que , mira, tengo una compañera de piso que no sabe ver las cosas buenas de la vida. Así que se va a brujos y brujas a q le lean la mano o las cartas y cosas así, así se va con esperanza que alimenta aún más su capacidad de frustración, pues a la frustración natural, se une la frustración al ver que lo que la dicen, no se cumple. Es una mala poción la que toma también. Con lo fácil que sería que mirara a su alredeor y viera que tiene todos los ingredientes para ser feliz.
Un beso,
del
Aire
Es fácil para los que entienden que el amor esta fuera de sus dominios adjudicarle autoridad en la materia a cualquier "brujo" con credenciales dudosas. ¡Que error!
ResponderEliminarBuen relato amigo Pepe, abrazo
!Cuanto peligro tienen las antiguas novias! y para colmo pasa todo esto en mitad del mundial...
ResponderEliminarBesos.
Excelente relato, Pepe; me encantó. Felicidades y besos.
ResponderEliminar