Siete días ya sin que mis labios te saboreen, te degusten, se impregnen de tu estimulante hunedad, ese contacto que me proporciona euforia, alegría, que me estimula, que me desinhibe, que es una liberación para mis sentidos que se exacerban hasta el infinito y más allá. Ese intenso contacto que me eleva para después hundirme cada día un poco más.
Nuestra relación, si es que puede
llamarse así, es unidireccional. Tú eres sólo el objeto de mi
obsesión, de mi adicción a tí, de la ansiedad que después de
estos siete dias de ausencia me hace temblar y me provoca insomnio.
No tienes ninguna responsabilidad, ni por acción ni por omisión. Tú
sólo eres para mí, ese oscuro objeto de deseo. Yo, para tí,
seguramente nada.
Siempre pensé que nuestros encuentros estarían limitados a compromisos puntuales, esporádicos, eventos sociales que harían inevitable nuestra aproximación pero estaba equivocado.
Cada vez con más frecuencia buscaba las más variadas excusas, pueriles unas veces, sofisticadas otras, forzadas siempre, para estar cerca de tí, para intimar contigo.
Ahora, agobiado por problemas familiares, alejado de mis amigos, con precariedad laboral debido a mi comportamiento errático, con la salud gravemente mermada, todo ello propiciado por nuestra tóxica cercanía, me atrevo a escribirte esta carta de amor/desamor y a manifestarte la firme determinación de alejarme de tí, de tu nefasta influencia, aprovechando un breve descanso en una sesión de terapia desde la sede de Alcohólicos Anónimos de mi ciudad, encaminada a terminar con mi adicción a la bebida, tú eres el amor que me anula y me encadena.
Más cartas relacionadas con el amor y/o desamor, en el blog de nuestra amiga CECY
La "querencia" nos puede truncar la vida, por obsesión se puede perder el norte y con ese final que le has dado a tu relato recibimos el aviso de peligrosidad. El amor parece mas fácil. Un abrazo
ResponderEliminarUna carta de amor / desamor.
ResponderEliminarLo has dejado bien reflejado, ya más era una obsesión que a ningún puerto iba a llegar.
Un abrazo, feliz semana.
Peligroso ciertamente este amor/obsesión! Nos has engañado hasta el final! Je je! Un abrazote Pepe!
ResponderEliminarEl amor obsesivo es como una droga. Muy bien narrado. La adicción se cura con abstinencia, y mejor que un alcohólico, nadie lo entiende.
ResponderEliminarUn abrazo, y feliz jueves
Seguro que logrará terminar con la adicción al alcohol. Lo otro, lo veo más difícil.
ResponderEliminarUn abrazo.
Juan, en todo momento he. hablado del alcohol como.su amor obsesivo que le crea dependencia y sumisión.En mi afán de no. desvelar lo hasta el último momento, no he sabido transmitir el mensaje. Lo siento.
EliminarUn amor que daña lo mejor es hacer lo que ha hecho el protagonista; alejarse. Un problema más real de lo que pensábamos. Un abrazo
ResponderEliminarQue tremendo debe de ser para las personas que padecen estas enfermedades, como en este caso la adicción al alcohol, que lo ha llevado hasta perder todo lo importante.
ResponderEliminarMe gusto mucho como encaraste el tema Pepe.
Porque es cierto que muchos mantienen una relación toxica, difícil, hasta enfermar con las adicciones.
Un abrazo amigo :)
Gracias por acompañarme!!
EliminarToda una revelación al final, que desmiente lo que seguro pensó más de un lector.
ResponderEliminarBien contado.
Ciertamente hay todo tipo de amores algunos tóxicos que simplemente nos destruyen, pero el corazón nuevamente vuelve a creer y enamorarse
ResponderEliminarAmor-desamor, la toxicidad de una relación adictiva que todo lo empaña, muy buen relato, con un sorprendente final. Saludos.
ResponderEliminarPATRICIA F.
Paisano como se nota que has vivido la época de escribir cartas , jajajaja. Me la has recordado y no sabes cuanto.
ResponderEliminarJaja, me lo veía venir! Muy buena conclusión la de esa pasión que lo supera y desborda. Un abrazo, Pepe. Siempre es grato leerte.
ResponderEliminarUn caso de vida perjudicada por el amor obsesivo. No esperaba ese final, pero encaja perfectamente en el relato. Los amores tóxicos es a lo que conducen, aunque él ya lo reconoce desde el principio, que era un amor unidireccional.
ResponderEliminarTe felicito por tu aportación. Me ha encantado.
Saludos.
un amor que desequilibra al que le recibe a tal punto que se convierte en adición traumática Un abrazo
ResponderEliminarHola Pepe, no sé si era un amor (mujer) o una obsesión (bebida), porque parecía que se refería a ella, pero luego dice que la deja y aparece la bebida... Parece una carta a ambas...
ResponderEliminarUn abrazo. :)
En todo momento hay un destinatario implícito que es la bebida. No existe ninguna "ella" como persona, lamento no haberr sabido expresarlo mejor. Sinceramente, creí que se entendería.
EliminarEsos son los malos amores, los que sutilmente enganchan y te destrozan la vida. Muy buen relato, besos.
ResponderEliminarJo, me has dejado impactada con tu carta de amor/desamor. Hoy a algunos amores los llaman tóxicos y menuda confusión; siempre pensé que algo que destruye no puede ser amor. Mal amante la botella. Magnífico el engaño. Saludos.
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