¿Es correcto destruir las ilusiones en aras de la racionalidad, la verdad, la realidad?. Sinceramente, creo que no. Por el contrario, estimular la imaginación y la fantasía, potenciar el maravilloso mundo de lo mágico, de lo misterioso, de lo intangible, hacer a los niños destinatarios de la atención que en un día especial merecen por parte de SS.MM los Reyes Magos de Oriente, hacerles ver que se desplazan expresamente con el único objeto de visitarlos, de traerles algunos obsequios, y que esa visita es personal, individual, a cada uno de ellos, hacer que se sientan protagonistas, no sólo no puede ser considerado como una idea a desterrar de la mente de nuestros pequeños, sino que debe de ser acrecentada y potenciada.
No se sabe, si fueron tres, no. Por supuesto no eran Reyes. Tampoco existe constancia de que fueran Magos. Tal vez fueran astrólogos, por aquello de seguir a una estrella. Lo que es incuestionable es que son todo un símbolo. De todos es sabido lo difícil e infructuoso que resulta intentar desterrar los símbolos. De ahí su presencia y continuidad a través de los siglos hasta nuestros días, a pesar de haber provocado indirectamente las iras de Herodes, hasta el punto de ordenar la matanza de unos cuantos inocentes y tras el estrepitoso fracaso de toda suerte de venturas para el Niño Dios, a la vista de la agitada vida y la horrible muerte que le aguardaba.
Los recuerdos de mis tiempos infantiles, que aún perduran, me dicen que no importa tanto el regalo, el juguete, sino el sentimiento de ser queridos, de ser el centro de la atención, del interés de personajes tan notables, sin importar las diabluras o travesuras que hayamos podido cometer.
Sus Majestades no pudieron ser nunca excesivamente pródigos conmigo. Los juguetes eran reemplazados por estuches de madera, plumier creo que se llamaba esa cajita llena de lápices de colores que recurrentemente me esperaba año tras año. Eso, soldaditos, vaqueros e indios, todos ellos de plástico y alguna prenda de vestir era a lo máximo que llegaba la voluntariosa ofrenda de los Reyes y que yo esperaba con ilusión. Fue un auténtico acontecimiento el día que me encontré con unos Juegos Reunidos Geyper (¿os acordais de ellos?).
No necesité mucho tiempo para comprender y apreciar en toda su dimensión, el enorme esfuerzo que para mis “Reyes” particulares suponían estos sencillos presentes.
En un mundo cada vez más deshumanizado, un rayito de luz, una chispa de magia y de esperanza, un pequeño gesto de amor, cualquier cosa que favorezca la sonrisa y la alegría de nuestros pequeños, es merecedora de perpetuarse en el tiempo por los siglos de los siglos.
A pesar de mis muchos años, sigo esperando ilusionado los regalos con que mi mujer y mis hijos, embajadores en casa de SS.MM, dejarán al pie del árbol para mí en esta noche mágica.
Más encuentros con SS. MM., en el blog de nuestro amigo GUS
Que si Pepe, aún me acuerdo del plumier, de los lápices de colores marca "alpino" de la cocinita y los soldaditos !romanos! Lego, jejeje.
ResponderEliminarSiempre existió esa mágia para los niños de todos los tiempos, la de los Magos, los de Zoroastro rebautizados Magos o Reyes Magos, o la noche de Saturnalia, o la del solstício celta, !la mágia! hay que creer en ella de mayores o estamos perdidos.
Te deseo que los magos te regalen esperanza, cariño, alegría, paz, trabajo a ti y a los tuyos y a todos y todas los/as Jueveros, y a todos !URBI ET ORBI!
Esa estrella fugaz siempre volará sobre nuestros sueños.
Apuesto por ese rayito de luz, todavía hoy, padre de reyes magos, espero la sorpresa con la ilusión de un niño.
ResponderEliminarRecuerdos que me sesgan la piel y me transportan al olor del lápiz con la mina recien sacada.
Abrazos
Si, Pepe, cada uno tiene recuerdos de "sus" Reyes Magos...los que han podido ser por cuestión de época, de ciudad, de costumbre, de economías domésticas...
ResponderEliminarLo que si es seguro es que eran los mejores, tanto para nosotros, como los padres que seguro estirarla economía todo lo que pudieron para que tuviéramos lo mejor en ese dia tan especial.
No es cosa de compararla con la de nuestros hijos, porque por fortuna, nuestros niños viven momentos mejores, bueno...distintos....
Muchas felicidades en esta noche máginca para TODOS LOS NIÑOS DEL MUNDO (LOS DE CORAZÓN TAMBIÉN)
Besitos reales, querido amigo.
Lindos recuerdos los de las noches de Reyes, yo fui afortunada, mi padre fue contable en una gran juguetería y los dueños fueron siempre muy esplendidos con mi padre a la hora de escoger nuestros Reyes. Tambien decir que mi primer trabajo con 14 años fue en dicha juguetería y disfrutaba ayudando a la gente a elegir, día como hoy nos quedabamos toda la noche abiertos hasta las cinco, hora en que venian las mujeres de la vida a comprar los juguetes para sus hijos y sobrinos, con el dinero que esa noche habian hecho, era una fiesta, todas eran muy saladas y con un corazón más grande que un sol.
ResponderEliminarQue lindos recuerdos.
Gracias Pepe por hacerme recordar tu y los jueveros.
Petonets
Es legítimo alentar la ilusión y la magia. Son tiempos que jamás se olvidan y permanecen en un lugar de nuestra alma cuando hay que echar mano de algo para superar alguna que otra pena. Tus palabras son un excelente alegato en pos de continuar con esta tradición.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Pepe, y que mañana al despertar, experimentes de nuevo la alegría de que alguien pensó en tí con la magia del amor y del cariño.
Uno de los momentos más mágicos de la niñez... La espera, la ansiedad, el esmero para escribir la cartita tratando de hacer buena letra (es más, para muchos el comportamiento de todo el año fue regido por los ojos siempre atentos de esos reyes nunca vistos pero que siempre lo veían todo!)
ResponderEliminarBrego porque esa inocencia permanezca en los niños, porque hoy por hoy, cada vez más pronto dejan de creer en lo increíble y se pierden una de las instancias más inolvidables de la infancia. Y... bueno Pepe, que tengan por allí muy buenos regalitos bien dispuestos dentro de cada zapato!
Besitos mágicos!
Gaby*
Hola Pepe
ResponderEliminarPocas cosas son comparables a la maravilla de ver los ojos de los niños brillando de alegría en la mañana de reyes y la de los mayores al recibir un regalo especial elegido con cuidado para demostrar el cariño.
Que esa alegría dure durante muchísimo tiempo y que tus ojos brillen esta mañana por ello
Un beso de Mar
Yo recuerdo tener una fiebre horrible cada noche de reyes! Las sorpresas me chiflan! Destapar regalos me apasiona cada día del año! Pero esa ilusión de la verdadera magia, de la real ingenuidad, de esperar a los reyes, de temblar cuando se habían comido las algarrobas los camellos y bebido las tres copas de moscatel sus majestades, de poner las zapatillas más grandes en el balcón, las de mi padre pero con un letrerito con mi monbre para que no se confundieran... Eso no me lo robará nadie jamás.
ResponderEliminarAbrazos, compañero. La ilusión para todos los niños quisiera.
A mi me pasa igual, ese día siempre tiene algo de mágico y especial, y los regalos siempre son esperados con ilusión, y que no falte nunca.
ResponderEliminarUn abrazo
Para mí sigue siendo especial y yo intenté trasmitir esa ilusión a mi hija. Este año es el primero que ella no ha estado en casa en la noche de Reyes y no he podido como era mi costumbre dejarle el regalo en los pies de su cama. He echado de menos ese gesto. La he añorado. Cuando llegó por la mañana la achuche y su carita buscando su regalo era la misma de siempre. Este año la pasó con su rey particular, su marido, pero de guardia los dos en el hospital, asi que demasiado bien.
ResponderEliminarbesos
Es lo que tiene el simple gesto del regalo, y mas si es en una noche donde se mezclan la magia y la ilusión.
ResponderEliminarY dar los regalos a los "papas" y devolver todo lo que nos han ofrecido durante tantos años mas...
Besos
la palabra clave: ilusión...la acción clave: fomentar la ilusión.
ResponderEliminartengo muy mala memoria. eta mala memoria hace queno recuerde exactamente si esperaba con ilusión la venida de los reyes...pero lo peor d etodo, es que soy un maldito racionalista que apenas si deja resquicios para que las ilusiones campen a sus anchas..
¡¡¡habré de llamar a los reyes magos de nuevo!
saudazos, pepe.
Por eso hay que luchar contra las personas que apagan la inocencia de los niños, que dejan de tener ilusion, perdiendo la capacidad de sentir la magia.
ResponderEliminarMe encanto el texto.
Primavera
Amigo Pepe, que ternura leerte, y cuantos recuerdos, si nos juntamos, me da que estaríamos toda una tarde hablando de la magia de esas noche, tuve la gran suerte de que en mi casa me potenciaran la ilusión de esa noche, y claro que eran pocas cosas, pero que hermosas nos parecían todas, yo recuerdo una bola de nieve, un bastón de caramelo, el plumier, claro, ese no podía faltar, la misma muñeca, pero con distinto vestido, algunas prendas de ropa y cuentos. Todo estaba con caramelos y confetis por encima, mi tía guardaba una vieja trompeta que tocaba desde la seis de la mañana, y yo temblando de los pies a la cabeza me escondía detrás de ella, caminando casi con los ojos cerrados, cuando los abría, aquello eran los regalos más hermosos del mundo, ya no me acordaba para nada de aquella muñeca rubia que me miraba tras el cristal del escaparate, y que yo iba a ver cada día. Mis regalos eran los mejores del mundo.
ResponderEliminarA mis hijos les hice lo mismo, y por fortuna, ellos siguen manteniendo la ilusión de esa noche mágica. Besitos dobles.
Pepe,
ResponderEliminaryo sigo teniendo ilusión y esperando el regalo pero, ya no es aquella ilusión, claro... Es curioso, la ilusión que verdaderamente recuerdo es la que aún tenía de adolescente cuando yo era, en casa de mis padres todavía, la embajadora principal de SSMM, pues a mamá le agobiaba un poco esa historia. Sí, recuerdo mucho de esa época y también las noches de Reyes de mis hijos, cuando aún creían. En cualquier caso, la ilusión.
No sé si los niños de hoy en día aprecian de la misma manera que tú comentas, como se apreciaba en tu niñez, el valor de esa noche. El regalo, los regalos, parecen importar más. ¡Qué pena!
Pepe,esto lo iba a escribir como parte de mis sensaciones acerca de los Reyes Magos,pero creo que tú le has dado el toque perfecto en cuanto al contenido.Es precisamente esa ilusión,sea cual fuere el regalo, y nostros entendemos de regalos sencillos(claro que me acuedo de los juegos reunidos).
ResponderEliminarEn el dia de hoy,soy embajadora(sonrisa)de los Reyes de mi casa y me siento tan feliz al recordar así mismo la ilusión y tal vez el sacificio de nuestros MAGOS personales,que sigo con la tradición con el mismo entusiasmo que antes.
Sabes?aunque yo conozca la carta de los Reyes,cuando me levanto al dia siguiente y veo los zapatos con sus detallitos,se me caen las lágrimas ,casi,porque veo sonrisas en mi hija,mi mamá y en Carlos(también este año hubo Reyes para nosotros),y desde ese instante envío una sonrisa a los que ya no están.
Vivan los reyes Magos y la inocencia bendita de pequeños y mayores.
Besucos
Gó
Paso a dejarte un saludo y un gracias por pasar por mi blog. Me alegra mucho que así lo hagas.
ResponderEliminarun abrazo juevero.
Si, Si a fomentar ese lindo sentimiento en los niños, ano perder la magia, la inocencia, a despertar sonrisas, a preservar instantes de alegria, de espectativa..
ResponderEliminarYo te dejo como un humilde presente, aunque un poco atrasado, todo mi cariño.
Anny