¿Independencia?. Se trata de una entelequia,
algo irreal, inalcanzable. Los seres vivos nacemos dependientes. Nuestra
supervivencia está unida indisolublemente a una serie de dependencias.
Dependemos en primer lugar, de algo tan simple en apariencia como el aire para
respirar o la comida para alimentarnos.
En la mayoría de seres vivos y los humanos no
somos excepción, se da un espíritu gregario, de tribu, somos seres sociales,
necesitamos de los demás para nuestra propia afirmación individual. Lo que
somos, guarda una estrecha vinculación con los diferentes roles que
desempeñamos en nuestra relación con los demás y estos roles, en gran medida, vienen mediatizados por el entorno que nos
rodea. Existe, por tanto, una relación de dependencia.
Pero esos mismos grupos humanos en los que
nos encuadramos, a su vez son dependientes de otros de igual o mayor entidad.
Puede servir como ejemplo de plena actualidad, las exigencias que están
imponiendo los estados económicamente fuertes de la Unión Europea a las
economías más débiles como España, Portugal o Grecia. Con una merma tan bestial
de soberanía en la toma de decisiones, ¿se puede hablar de independencia?.
Pienso que el mayor o menor grado de
independencia, se corresponde con la
capacidad que tengamos de dar respuesta a nuestras necesidades de una forma
autónoma. También con la capacidad que tengamos para convertir en accesorias
aquellas necesidades prescindibles y que a veces convertimos en indispensables.
Concluiré diciendo que, a pesar de nuestros
esfuerzos por ser independientes, ser independiente sigue siendo un sueño, una
utopía. Lo somos únicamente en la medida en que los demás nos permiten serlo.
Segunda aportación:
Como los conceptos de libertad e independencia van íntimamente ligados, os dejo una segunda aportación en la que doy una visión personal de la libertad que pienso debe regir las relaciones personales. Se trata de una reedición que me apetece volver a publicar ya que hace más de dos años que la publiqué y la familia juevera, en este tiempo, afortunadamente, ha tenido un notable incremento.
TE SIENTO LIBRE
Te siento libre y libre te deseo.
Libre viniste a mí y libre permaneces a mi lado,
libres nos recorremos cada día
y libres con pasión, nos enredamos.
Libremente compartes, compartimos,
ternuras y caricias, placeres y deseos,
orgullo por las vidas que creamos,
y rabia por el hijo que perdimos.
Te siento libre y libre te deseo.
Penetro en tu interior para crecer contigo,
y adoro que tú crezcas a mi lado.
Aunque no soportaría que me dejaras
si libre viniste a mí por tu deseo,
libre debes partir cuando presientas
que ya no puedo ser más tu compañero.
(Aunque sospecho que afortunadamente, atados por
nuestra libertad, viviremos juntos para siempre).
Pepe
Más declaraciones de independencia en el blog de nuestra amiga Leonor
En cuanto al concepto de libertad e independencia no puedo sino estar de acuerdo, pero claro existen márgenes y unos resultan más amplios que otros. Me parece que llamamos "independencia" en este caso a encontrarnos cómodos en nuestros márgenes de maniobra.
ResponderEliminarEn cuanto a la segunda parte: bello poema de amor. Bss.
En primer lugar muchas gracias por participar y además por partida doble. Estoy totalmente de acuerdo en que el concepto de independencia así entendido es una utopía, solo podemos ser independientes hasta donde nos permitimos nosotros mismos prescindiendo de muchas de las cosas que la sociedad de consumo en que vivimos intenta imponernos. Desde el nacimiento, como tu dices, dependemos, primero de los brazos de los padres, y harán falta muchos años para que empecemos a movernos con cierta autonomía. Pero eso no nos libera, solo nos cambia de brazos a otros menos amorosos.
ResponderEliminarEl poema es una bellísima declaración de amor, de amor del de verdad. Siento un poco de envidia de esa forma de amar.
Besos para ambos.
Leonor
A la 1. Creo en la independencia, aunque sea dentro de la necesaria interdependencia. Y leyéndote creo que para ello los fuertes deben tener limitada su fuerza de coacción sobre los menos fuertes.
ResponderEliminarA la 2. La recuerdo y ahora la relao conociéndoos y me gusta aún más. El amor debe respetar la independencia de la persona amada.
Abrazos, amigo.
En cuanto a tu primera aportación, desde el punto de vista que planteas claro que es una utopía, pero es demasiado drástico en mi opinión.
ResponderEliminarEn cuanto a la segunda, es preciosa y así debería ser una relación sana, por desgracia, es difícil encontrar algo así.
Excelentes ambas aportaciones, Pepe. La primera, ácida y casi desesperanzada, la segunda, mucho más íntima y sentida. Me quedo con la última!
ResponderEliminarUn abrazo
Es cierto Pepe somos bastante gregarios pero de vez en cuando no está demás hacer "rancho aparte" . En cuanto al amor también comparto, ya que sin libertad verdadera no sirve como tal. Muchos saludos.
ResponderEliminarSi bien las utopias son inalcanzables se puede poner esfuerzo en lograr una aproximación a lo utopico.
ResponderEliminarLa independencia social como bien dices, es una utopía, la libertad personal existe pero en cuanto te encuentras con ese Otro, aunque sea en libertad, dejas de ser libre. Una paradoja. Besitos calurosos
ResponderEliminarVaya, nos has puesto los pies en la tierra... pero cuánta razón tienes!
ResponderEliminarDe tu segunda aportación... no hay palabras, solo sentimientos.
Un beso grande!
La verdad Pepe es que te he de dar la razón. Sino de una manera o de otra, siempre dependemos de algo o de alguien; aunque siempre hemos de intentar que el grado de dependencia. no deje sacar la nuestra personalidad.
ResponderEliminarUn abrazo
Chapo, ninguna objeción, la independencia siempre sera un concepto utopico pues finalmente siempre precisamos apoyo de los nuestros.
ResponderEliminarUn abrazo
Ni un punto Pepe, ni una coma. Utopía decía en otro comentario, ojala fuesen palpablen tantas buenas intenciones.
ResponderEliminarEl poema acabo de leerlo en voz alta, y como yo piensa que es una maravilla, un regalo. El amor verdadero es así, no ata, libera.
Un abrazo y un cuatro manos aplaudiendo.
Creo que aún llevando razón en tu primera parte de la entrada, eso no disminuye la lucha que debemos tener por alcanzar la independencia de la que seamos capaces y nos permitan.´
ResponderEliminarLa poesía de la segunda parte, no me ha podido gustar más, te felicito.
Tu primer aporte es una excelente reflexión que comparto completamente, no existe la independencia completa, pero al leerte lo confirmo.
ResponderEliminarEl poema es maravilloso, la verdad me llegó al alma cada palabra, cada estrofa, y ese final que es para aplaudirte de pie.
Felicidades Pepe!!!
Un abrazo.
Así es Pepe, uno siempre es dependiente de alguna manera. Y mas allá de lo político, económico social. Hay una dependencia que siempre nos rodea con nuestros lazos. Una excelente reflexión, absolutamente realista. Pero también es cierto que vamos buscando alcanzar las utopías. Siempre a pesar de todo las dependencias buscamos abrir las alas.
ResponderEliminarTu poema me ha emocionado. Precioso compañero juevero.
Un abrazo :)
La independencia es una lucha constante del ser humano, utopia la mayoria de los intentos, mas lo importante es levantarse tras cada caida.
ResponderEliminarEn cuanto al poema....amigo, que manera mas linda de sentirse libre.
Un abrazo
Siempre somos dependientes de alguien, y más dependencias que nos creamos...
ResponderEliminarUn abrazo.
En cuanto a tus primeras reflexiones, asiento lamentando de que sea así, porque si bien la independencia es una utopía, podía ser menos cruel la dependencia a la que la necesidad nos somete, porque también el grande necesita del más pequeño... pero en fin.
ResponderEliminarEn cuanto a tu poema, mi respeto y mi admiración y por supuesto adhiero absolutamente a vivir en estado de libertad la dependencia a la que nos sometemos por amor.Paradoja? todo lo es. En mi relato, un ser desvalido, no vidente, logra ser independiente por un momento a través de los ojos del ser amado. ¿Poesía? Sí, pero también somos libres de ponerle a nuestros vínculos ese toque de ilusión que hace de la convivencia y la cotidianeidad, una realidad más plena y valiosa que justifica quererla vivir.
Hola, ola de mar...
ResponderEliminarTarde vengo. Ultimamente estoy un poco abandonada por las palabras. Crees que la culpa será de las redes sociales? De mis preocupaciones menos espirituales? Que cosas te pregunto. Y es que aquello de lo que depende de nuestra seguridad y bienestar son tantas, que como tu dices, somos más independientes cuánto más sabemos satisfacer nuestras necesidades de forma autónoma.
El otro día hablaba conmigo misma de la independencia. Antes , digamos que lo era más, o lo parecía. Por ejempllo, cuando salía por la noche, no quedaba con nadie, a veces me encontraba con alguien y otras veces me tenía que volver a casa. Ahora, he afianzado amistades, y necesito saber que van a salir o no, que van a estar. De repente, he sido domesticada ( como el zorro del Principito), y me he hecho más dependiente, en vez de al revés. Y eso sólo a ese nivel, así que...
Dependo de un trabajo que no tengo para poder comer, dependo de mis amigos para sentirme bien a pesar de las cosas que nos pasan, dependo de médicos, de políticos, economistas etc.... Antes, cuando escribía más, me sentía muy independiente cuando escribía, y ahora ya apenas...
Un beso Pepe,
del
Aire