Necesitaba dar un giro a su vida. El tiempo
del dolor y la pena, había pasado para el hombre al cual decidió, por cariño,
hace cinco años, dedicarse en cuerpo y alma. El fallecimiento de su esposa lo
había sumido en una depresión tan profunda que, de no haber estado ella, tal
vez habría acabado con su vida. Esa dedicación, aunque asumido y aceptado, tuvo para ella un enorme costo. Pendiente siempre de sus necesidades, de
alentar su ánimo, de despertar sus ganas de vivir, se olvidó de sí misma . Ahora
a sus 30 años se hallaba sola. Tal vez no fuera un mal comienzo hacia nuevos
horizontes, esa agencia de contactos.
“Señora de
30 años, soltera, culta, atractiva, amante de la música, los viajes y los
deportes de aventura, desea contactar con señor educado de entre 40 y 50 años, para entablar una sincera amistad
y compartir aficiones”.
Nunca le podrá agradecer suficientemente su
dedicación. Había sido egoísta en extremo, pero su estado anímico no le dejó
reaccionar de otra manera. Se agarró a ella como tabla de salvación y ahora,
cinco años más tarde, ansiaba dejarla volar, no quería retenerla más a su lado.
Tenía que alejarse por un tiempo, el necesario para que a los dos se les
abrieran nuevas expectativas.
"Caballero de 50 años, divorciado, educado,
atractivo, con buena posición económica y social, desea contactar con señora o
señorita entre 30-48 años, sin cargas familiares, con amplio nivel
cultural, buena presencia y educada que le guste la aventura para realizar un
viaje en yate alrededor del mundo".
Y allí estaban los dos, frente a frente,
padre e hija, en aquella cafetería donde
los buenos oficios de la agencia de contactos los había reunido, mirándose sonrientes
con una mezcla de sorpresa y complicidad, desnudos y expuestos, diáfanos, sus deseos de
deshacer ataduras, de recomponer sus vidas.
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¡Ostras! que final más inesperado. Imposible de figurarse algo así; pero la soledad hizo que los dos pensasen lo mismo.
ResponderEliminarMuy bueno
Un abrazo
Muy bueno Pepe, en realidad en la primera parte ya lo estabas cantando, lo he notado porque .... yo soy mi padre, en gran manera, con el tiempo me doy más cuenta y me parto de risa por dentro. Bss.
ResponderEliminarVaya sorpresón!!
ResponderEliminarMuy bueno el enfoque de tu anuncio!!
Besos y bienvenido de nuevo!
Muy original la forma de reencontrar a dos personas cuyo destino es seguir juntos.
ResponderEliminarPensó que era mejor poner divorciado que viudo, da menos pena y se imagina uno a un hombre más aventurero.
Besos.
Estupendo relato, con un sorprendente final que habla de dos personas que desean conocer nuevas vivencias sin saber que están condenadas a seguir juntas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ostras, menudo chasco.
ResponderEliminarAunque tal vez, eso les unió un poco más y se fueron los dos en el yate a divertirse y a conocerse mejor, buen ocasión padre-hija!
Un abrazo a los dos.
La sorpresa está bien lograda.
ResponderEliminarPues sí, muy buen logrado este relato y la idea, además de tener un buen desenlace. Me ha gustado esta nueva perspectiva Pepe.
ResponderEliminarUn beso.
Un relato muy bien llevado y con una sorpresa al final. ¡saludos Pepe! un gusto haberte leido...
ResponderEliminarMuy sorpresivo su final, me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn final para nada esperado, padre e hija y una forma muy curiosa de reencontrarse ¿quien dice que no puede ser? la ruleta de la vida da tantas vueltas... Muy bien punteado Pepe.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Qué bueno! Has vuelto con ganas y me alegro. Me ha gustado éste relato.
ResponderEliminarAnda, que vaya risas debieron echarse padre e hija.
Abrazos.
Bueno, leo el comentario de Juan Carlos y a mi más bien me darían ganas de llorar! Muy bueno el relato con final inesperado ja,ja me río porque yo le veo desde fuera...
ResponderEliminarMe acabas de dejar a cuadros con el final: magistral, y no es broma. Has mezclado dos anhelos, al principio confusos y, al final, tiernos. Enhorabuena, Pepe.
ResponderEliminarUn abrazo
Que bueno Pepe, como me ha gustado. Ese cruce es muy inteligente y tan posible que te hace pensar, (al menos un poco)
ResponderEliminarAbrazos
Simplemente GENIAL!!! Un final sorpresivo completamente.
ResponderEliminarQué bien nos llevas hacia el engaño de pensar que las cosas terminarán de otra forma. Me encantó.
Un beso enorme.
como dice la canción: "la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida"...
ResponderEliminarVaya, como se hilaron las cosas, imagino esos rostros asombrados.
Besos! Lindo es volverte a leer!
Gaby*
¡Sorpreson!... y por partida doble, para nosotros que te leemos y para ellos. La vida es así, a veces tenemos tan cerca la afinidad con los cercanos que ni la vemos...
ResponderEliminarMe alegra leerte de nuevo y espero que te quedes un tiempito, se te echó de menos
Besos!!
Pepe, te he dejado un premio en mi blog, puedes pasarlo a recoger cuando quieras.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Pepe!!! te extrañaba!!!
ResponderEliminarTu relato 10 puntos, sobre todo por la sorpresa final, para nada utópica. Puede pasar hasta en internet. Muy inteligente salida...
besos (muchos para mi parienta)
Pues si que ha vuelto usted brillante e inspirado de las vacaciones!!
ResponderEliminarPrecioso relato y magistral final.
Un beso
Hola, ola de mar...
ResponderEliminarQuerían separarse por uno u otro motivo, pero sin embargo, buscaban una persona similar a la que dejaban.
Me imagino la risa que les dió al verse :-) Y es que hay personas, que están destinadas a estar con la otra, hay alguna persona en algún sitio, que es tú persona.
Un beso
del
Aire