Esta semana nuestro amigo Gustavo nos propone
una historia de dibujos animados. No soy aficionado al género. A veces pienso
que nací adulto y eso me causa una cierta desazón, porque sé que dentro de mí
habita un niño al que sólo en contadas ocasiones le permito salir al exterior.
Sin embargo, confieso mi debilidad por Los Simpson. Mis hijos son fanáticos de
esta serie de dibujos y la han seguido siempre sin importarles que cualquiera
de sus capítulos fuera repetido hasta la saciedad.
Es una serie en la que impera un humor
inteligente, caústico y mordaz, con una enorme carga crítica que dispara dardos
envenenados contra los cimientos sobre los que descansa la sociedad americana,
aunque esos dardos dan en los puntos débiles de cualquier sociedad.
En ella se hace una crítica feroz del
capitalismo, de las diferencias abismales entre ricos y pobres, se ataca el
consumismo, se ridiculiza la clase política y el bipartidismo imperante, se
hacen continuos alegatos contra la corrupción, las armas, la publicidad
engañosa, se defiende el derecho de las personas a vivir de acuerdo con su
identidad sexual, se analiza la religión desde una perspectiva escéptica y
racional.
Los diferentes personajes que en ella
aparecen son arquetipos de aquello que representan, como El Capitalismo salvaje del Sr. Burns, dueño de
la central nuclear de Springfield, o la religión como modus vivendi, encarnada
por el Reverendo Lovejoy, al cual poco o nada le importa la espiritualidad de
sus feligreses,
Mi personaje favorito, sin ningún género de
dudas lo encarna Lisa, la hija mayor del matrimonio Simpson.
Parece ser que es el único personaje de la
serie que se permite dudar, reflexionar, poner en tela de juicio, todo lo que
afirman como dogma de fé los poderes políticos, educativos, religiosos,
policiales, periodísticos, etc.
Continuamente está dando pasos hacia el
predominio de la razón y la cultura en una sociedad donde la estupidez, la
necedad, el papanatismo parece ser la tónica imperante, aunque precisamente por
esa naturaleza diferente, a menudo es menospreciada, ignorada, ridiculizada.
El niño, el soñador que hay dentro de mí se
identifica con Lisa, motivo por el cual hoy he querido dejarlo salir confesando
mi inclinación hacia esa niña que pone en tela de juicio todas aquellas cosas
que parecen inamovibles en nuestra sociedad.
Más historietas de dibujos animados en el blog de nuestro anfitrión Gustavo
Pepe, aplauso a los Simpson clamoroso, OK a todo lo que dices y es más, añadiría un surtido exquisito de guiños cinematográficos, sobre arte, literatura, et, et, que aún los hacen más interesantes.
ResponderEliminarBeso a Lisa, otro a Maggie y beso también para ti.
Totalmente de acuerdo contigo Pepe y con Natalí que nos vamos siguiendo los pasos jajaja
ResponderEliminarMe encantan los Simpson y Lisa es genial!!
Un beso grande!
Me gusta la sinceridad a la hora de reconocer tu niño interior.
ResponderEliminarUn abrazo.
Has dado en el clavo Pepe. Los Simpson son un claro ejemplo de cómo se puede hacer dibujos animados para todos los públicos. Buena descripción.
ResponderEliminarUn saludo.
Parece que eso de repetir los capitulos está bastante extendido. Acá también pasa.
ResponderEliminarEs un buen personaje. Curiosamente no era así al principio. Tiene una independencia de criterio, lo suficiente para decidir convertirse al budismo.
Aunque tiene una tendencia a ser muy competitiva. Pero no se le puede pedir perfección en esa familia disfuncional. Ha habido un par de explicaciones. Una que sale a la madre de Homero. Otra que los Simpsons tienen gen defectuoso que solo actua en los varones.
Marge es uno de los peores personajes. No tendría que protagonizar historias.
A mí también me encantan estos dibujos, me río mucho con ellos.
ResponderEliminarEs que los Simpson hacen reflexionar, no son para niños, sino para adultos, aunque siempre hay niños que lo ven.
ResponderEliminarTambién mi personaje favorito es Lisa, la verdad es que se hace querer; aunque a veces es un poco marisavidilla.
Un abrazo
Pepe,debo de ser la oveja negra(sonrisa)No puedo ver esa serie de dibujos.Me sobrepasa sólo ver las figuritas.
ResponderEliminarLo que si descubrí un dia que estaba mirándolo mi hija es que había un bebé con chupete.Ese me pareció más tierno.Pero de todas maneras,si denuncia todo lo que has enumerado,me parece que es una buena opción desde los dibujos animados,aunque amí no me guste.
Besucos, genio de los jueves,viernes,sábados....
gó
Vaya que has hecho un excelente análisis de esta serie amigo Pepe. Me identifico con el mismo. ¡Muchos saludos!!
ResponderEliminarEvidentemente no son dibujos para niños sino para adultos como tú, que saben ver más allá, Pepe.
ResponderEliminarUn abrazo bien grande de los cuatro.
Esta serie para adultos, es la única que sigo. Yo también parece que nací viejo y no es así, nacimos cuando ni había dibujos animados, ni había tele, ni había...libertad.
ResponderEliminarSolo podíamos jugar con una pelota de trapo y mucha imaginación.
Y cuando llegó la hora de los dibujos animados, nosotros estábamos ocupados en la trabajosa historia de poder vivir.
Un abrazo.
Me ha encantado lo bien que has pintado a Lisa.
ResponderEliminarY confieso que es mi debilidad esta niña y esta serie de dibujos es de lo mejorcito que se puede ver en la tele a pesar de repetir y repetir y repetir sus capítulos.
Pero esto de nacer viejo... es triste... pero no me lo creo. Es imposible: todos los niños tienen su mundo particular lleno de fantasía aunque por las circunstancias no lo enseñe o se acabe pronto: vuelve a resurgir de mayor.
Un abrazo.
Cierto, de toda la familia Simpson Lisa es lo mejor, aunque es cierto que el personaje sobreactúa demasiado, quizá para dar el contrapunto a la garrulez del padre y el hermano.
ResponderEliminarUn abrazo
Me encantan los Simpson y Lisa es adorable, sí. Y me enternece la mami, a veces me veo a mí misma y me parto. jejeje
ResponderEliminarÚltimamente into verlos en inglés por practicar. Pero con subtítulos, eh! No veas lo que cuesta entender a Homer.
Un abrazo, Mar
Podría firmar tus comentarios sobre los Simpson, estoy de acuerdo en todo. Hay frases en esa serie que son verdades como puños.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo.
Hubo un tiempo en que los veía con asiduidad pero la verdad es que luego les he perdido la pista.No son dibujos para niños sino para mayores que son capaces de entender las críticas que tu tan bien has señalado.
ResponderEliminarUn beso
Son geniales y opino como tú en que el personaje que más admiro es Lisa, es tierna e inteligente y me encanta cuando se aisla para tocar el saxofón.
ResponderEliminarBesos
Estoy de acuerdo con el análisis que haces de los Simpson. Concuerdo contigo, Lisa es también mi personaje favorito. Hoy en día es de los dibujitos que más suelo ver.
ResponderEliminarBesos, Jime
Estos dibujos para mayores, mira que lo intento, pero no me acaban de encajar... yo soy mucho mas simple. Mi hijo me dice que soy una antigua jajajaja.
ResponderEliminarUn beso
En realidad, aunque sean padres e hijos, los diálogos parecen brotar de mentes totalmente jóvenes. El descaro, la sinceridad, (aunque a veces distorsionada por defectos) son armas arrojadizas contra una sociedad alienante que todo lo corrompe. Evidentemente no es dramón como otras.
ResponderEliminarAbrazos
De los dibujos que veo hoy por hoy, los Simpson son los preferidos. Tienen todo eso que bien describes, una crítica a conductas humanas, a la sociedad en sí, el poder, en fin... un combo que no tiene desperdicio, y ciertamente, Lisa, es el alma pura, quien aún cree que las cosas pueden cambiarse y luchar por un mundo mejor. Sin dudas, la prefiero también (aunque sin decir ni mu, Maggie, me endulza el corazón solo con su chupeteo compulsivo de su chupete!)
ResponderEliminarMuy buen análisis el que nos has presentado.
Besos:
Gaby*
Pues a mi nunca me han gustado los Simpson, es como que les he cogido manía, y eso que a penas los he visto. No sé, se me han atragantado, que le hacemos. Eso si, me gusta tu explicación sobre estos dibujos, que más que para niños creo que son para adultos. Un beso.
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