Con los ojos fijos en la nota que acababa de leer, sentado en la cama de una habitación de hotel, recordaba lo vivido con ella en los dos últimos meses.
La conoció en una discoteca. El estaba con unos amigos, en la barra, tomando unas copas. Ella formaba parte de un bullicioso grupo de chicas que, al parecer, estaban celebrando una despedida de soltera.
Alegres, desinhibidas, alborotadoras, eran el centro de todas las miradas. Llevadas por ese estado de euforia que proporciona una copita de más, estaban haciéndonos blanco de sus bromas y comentarios desde hacía un rato.
En un momento determinado decidieron pasar a la acción y llegaron a nosotros invitándonos a bailar. Yo tuve la suerte de ser el elegido por Claudia.
Lo que comenzó siendo un coqueteo, acabó con nuestros cuerpos enredados, dominados por la pasión, en la cama de la habitación del hotel que estaba a punto de abandonar para siempre.
Desde esa primera noche quedaron claros los términos de nuestra relación. Sin compromisos, sin ataduras, se encontrarían los miércoles a las ocho de la noche en ese hotel, para disfrutar de aquello que les unía. Sólo atracción física, sólo sexo.
En la última cita, sucumbiendo al deseo de conocer más de ella, la siguió. Se estaba enamorando y quería saber detalles de su vida. Su idea era saber donde vivía para espiarla y conocer su entorno. Su trabajo, sus amigos, sus aficiones.
Ella no tardó en darse cuenta de su torpe seguimiento y, sin decirle nada, no le costó ningún esfuerzo despistarlo.
Hoy ella no lo esperaba. Tan sólo una nota en la que hablaba de decepción, de como se sentía traicionada, de como le habia entregado gustosa todos y cada uno de los poros de su cuerpo, de que había comenzado a enamorarse y de como todo se truncaba para siempre por aquel intento torpe de invadir su intimidad, de tomar sin permiso más de lo que ella había accedido a darle.
Ella reacciona ofendida, pero no es tan rara la actitud de él, querer conocer más allá del sexo...intimidar de otra forma, aunque tiene sus riesgos, fallar, equivocarse, enamorarse.
ResponderEliminarPepe, nos muestras una relación de las que abundan, palabras mayores indagar la intimidad, barreras auntenticas que hay quien no abate por nada. Basta una fría nota, ¿hubiera bastado hablar de ello? Nunca lo sabrá.
A veces en una narración de ambientes tópicos, con sexo típico, aparece la curiosidad, ese gusanillo, querer conocer, y nos narras la decepción que acarrea el fallo de hacerlo de forma equivocada. Sencilla mente bien escrito. Bsitooos.
Es muy dificil que dos personas que se aman
ResponderEliminarsolo en carne..no terminen tambien amandose en espiritu..Para eso hay que ser muy frios..calculadores..sexo y nada mas..
En encuentros esporadicos tal vez..pero en una relacción de una vez semanal..lo veo complicado
lo digo por experiencia..jejejjejejejejeje!!
va que es broma!!jajajajjaja!!
me ha gustado mucho tu relato Pepe!!
Un besazooooo!!
Cuando alguien se compromete con ese tipo de relación, se debe de cumplir, pero....el gusanillo de la curiosidad. Yo esas relaciones no las entiendo (serán los años) pero me gusta como lo cuentas, eres un artista, poemas, haikus, relatos, ya te veo escribiendo una novela. Un abrazo fuerte y besitos dobles.
ResponderEliminarMe ha encantado como lo relatas. Es una situación que actualmente se da mucho...pero el peligro es enamorarse y querer ir más allá de lo que se propusieron en un principio, aunque es muy complicado no enamorarse porque si existe atracción física y ésta se da durante algún tiempo, es inevitable que entre en juego el corazón.
ResponderEliminarUn saludo
Es algo curioso,pero ella quería proteger su intimidad.Quién sabe el porqué de su actitud ,cuando además se estaba enamorando?
ResponderEliminarEs entoces que él no entiende(casi normal)y ella se desmorona.
Buen relato para mirarle las entrañas.
Besucos
Gó-Agua
qué difícil es relacionarnos... cada vez más... son tantos códigos, tan diferentes uno de los otros... El amor nos involucra, creemos que podemos dominar la situación, y termina por dominarnos de tal manera que no podemos con esas barreras que en primesa instancia aceptamos, creyendonos más capaces de controlar la curiosidad, aunque en este caso, no la tildaría así, es algo más, es que ya estamos comprometidos en un sentimiento, que no se conforma con tan poco...naturaleza humana.Supongo que ella amaba menos y que si estuviese mucho más enamorada, hubiese también pedido más, querer saber, conocer, compartir la intimidad.
ResponderEliminarBueno, ya basta de darte la lata. Lo que cabe en realidad es decirte que me gustó mucho, muy mucho.
Un fuerte abrazo.
Pasa que en primera instancia parece fácil cumplir con los términos acordados, después una de las partes se involucra mas de la cuenta y ahi es cuando quiere saber cada vez mas, conocer cada vez mas, y eso no estaba en los planes ... entonces empiezan los reproches y los problemas.
ResponderEliminarun saludo
Bueno, estaba pagando el haber roto un pacto.
ResponderEliminarPactaron tener sexo, no más que eso.
Si ese pacto no le gustaba ya, porque sus sentimientos cambiaban, debería de habérselo dicho.
Pero lo que hizo fué mezquino...La siguió, la espió, quiso entrar a hurtadillas en su intimidad, sin su consentimiento, y eso, es una traición.
Hizo bien en dejarle la nota....
Buena trama, amigo, buen relato.
Un besito
Sexo y amor son dos cosas independientes, sexo y amor son dos cosas independientes, sexo y amor son dos cosas independientes, aissssssss, por mucho que me lo repita, no soy capaz de asumirlo, esa es una terrible tara heredada, afortunadamente mis enseñanzas a mis hijos a este aspecto han sido distintas a las recibidas, no tienes que entregar de ti más de lo que quieres, no debes sentirte culpable por entregarlo todo si no una parte de ti en un trueque acordado y sin sometimientos por parte de nadie, pero el amor, ais el amor, es tan posesivo, sorprendente tu enfoque, miles de besosssssssss.
ResponderEliminarAmor y sexo, en mi conciencia, ellos van entrelazados.
ResponderEliminarSin embargo, en ocasiones, una pasión se estimula por causa de una distancia, en el tiempo o en el espacio.
Algo de eso, que haya sido suficiente,
Tésalo
Una historia de malentendidos, y el que peor lo pasa es el pobre que metió la pata sin saber lo que se jugaba.
ResponderEliminarBuen relato.
Cuando la pasión del amor entra en juego se cometen las mayores estupideces. Como dice el Benito XVI, a quien dios confunda, quien este libre de culpa que tire la primera piedra.
ResponderEliminarInteresante relato
Hola Pepe! No sabía que tenías un blog también, pensé que al clikear en tu nombre aparecería por tu otro lugarcito para saludarte, y aparecí acá! Vengo de lo de Neo, así que, viendo concepciones distintas y diferentes abordajes sobre el tema... Pues... en verdad, creo que la curiosidad es algo sumamente natural, (o será que soy bastante curiosa y así lo pienso), en este tipo de situaciones, es difícil contenerse, más cuando comienza a nacer un sentimiento. Uno puede poner pautas al empezar una relación, pero... a veces los límites tientan demasiado.
ResponderEliminarPobre hombre... así le fue!
Besitos al vuelo, y un gusto enorme leerte y encontrarte por aquí.
Gaby*
Hola, saludos... entro sin llamar.
ResponderEliminarEs una experiencia bastante común, aunque sólo en algunos aspectos. Cada uno elije y define el límite que marca a los demás. Si queda definido desde el primer momento, cualquier cruce de la línea se entenderá como una intromisión. Casi me ha producido urticaria ya que he sido uno de esos casos en los que una esposa celosa me persiguió por la calle, encontró mi dirección y mi teléfono y, lo peor de todo es QUE SU MARIDO ERA UN COMPAÑERO DE TRABAJO DE OTRO DEPARTAMENTO CON EL CUAL JAMÁS HABÍA CRUZADO PALABRA!!! Esa invasión de territorio fue terrible y duró semanas; justo hasta que descubrí de quién era esposa la señora de las narices.
Bueno, nada más.
Abrazos llenos de lluvia, que hace días que no veo el sol y ya me desespero....
Ah, te he añadido a las personas que me encanta seguir. Buenfinde.
Buen relato, claro y directo de una intimidad que eran dos, indisolubles y sin concesiones, dificil entenderlo, pero esas eran las reglas del juego. El problema, como muy bien narras en cuando el juego se convierte en algo más...
ResponderEliminar¡¡peligro, peligro!!
Abrazos
Comenzó con la idea de tan sólo sexo, pero al enamorarse los deseos van más allá, quieres y necesitas más.
ResponderEliminarPosiblemente si hubiesen hablado la relación hubiese tomado otro rumbo, aunque al parecer ella tenía muy claro lo que quería.
Estupendo relato Pepe.
Abrazos.
Me ha gustado mucho tu relato, tu planteamiento de la situacion y tambien el desenlace.
ResponderEliminarOtra cosa es que lo entienda, porque personalmente nunca he concebido una relación que sea solo sexo.
Supongo que es fruto de mi edad y de la educacion recibida, pero si yo fuera una chica moderna de hoy en dia, creo que actuaría igual que tu protagonista.
Un abrazo
Buen relato.Esta bien eso de poner las bases al comienzo de una relación,esta bien no querer compromisos..,pero no se tiene en cuenta los sentimientos que pueden surgir.Tu protagonista se enamora y comete el error de no decirlo..
ResponderEliminarLo narraste de forma agíl y visual me ha gustado..
isa