Ser juevero.
No recuerdo muy bien como llegué a incorporarme al
microcosmos que constituye el mundo de nosotros los jueveros, tampoco creo que importe demasiado. Estoy en el, estoy
a gusto, me siento plenamente integrado y para mí es motivo más que suficiente.
De la misma forma que entré, podría haberme ido en cualquier momento si no
hubiera encontrado suficientes alicientes para quedarme. Los encontré tan
abundantemente, calaron en mí tan hondo, que aquí sigo y aquí intuyo que
permaneceré por mucho tiempo.
Nos une la palabra escrita como vehículo de
comunicación, de intercambio de ideas, de vivencias, de sentimientos. Es el
lugar común que nos acoge, el leit motiv en el que todos convergemos. Pero por
sí solo, esto sería manifiestamente insuficiente. El espíritu juevero, si es
que existe, y creo sinceramente que sí, no se deja encerrar en el vastísimo
campo de la literatura. Si fuera condición imprescindible para pertenecer a él
el amplio dominio de la palabra escrita, muchos de los que en él estamos no
podríamos ni acercarnos a sus inmediaciones. No es por tanto el dominio del
lenguaje la fundamental característica del universo juevero aunque a él
pertenezcan personas cuyos escritos rezuman buena literatura por sus cuatro
costados.
Voy a apropiarme de las palabras de nuestro amigo
Alfredo para definir la esencia del juevero. Dice Alfredo refiriéndose al III
Encuentro: “Apostamos por la gente… y ganamos” o cuando titula uno de los álbumes
que ha publicado del evento: “Por Córdoba… piel con piel”.
Es esa apuesta por la persona, la que hace que el
mundo juevero sea un lugar de encuentro, de acogida, de amistad, de
entendimiento, de interés por el otro, por su vida, sus anhelos, sus aspiraciones,
sus sueños, sus deseos, sus inquietudes, sus alegrías, sus penas. Interés no
sólo por aquello que escribe, sino por lo que es, por lo que siente.
Es esa actitud, son esos brazos abiertos, los que
hacen de este microcosmos juevero, un espacio en el que es fácil entrar por su
condición de espacio abierto, pero difícil, muy difícil salir por que es condición
humana echar raíces en aquellos lugares donde nos sentimos bien.
Esa especial empatía que recién llegados nos
engancha y más tarde nos une, se extiende y se percibe incluso fuera del ámbito
juevero creando adeptos, lo cual debería de constituir un motivo de
satisfacción y orgullo para los que a él pertenecemos.
Esta trascendencia, esta apertura al exterior, puede
verse reflejada en estas palabras de Toñi, mi esposa, que por primera vez ha
tenido la necesidad de manifestaros por escrito las vivencias y sentimientos que nuestro mundo han despertado en ella:
Hola, soy Toñi.
Es la primera vez que siento necesidad de expresar por escrito mis
sentimientos y no quiero dejar pasar la ocasión de hacerlo.
En primer lugar, agradecer a María José y a Pepe el que me permitieran
colaborar con ellos en la preparación del III Encuentro Bloguero. Para mí ha
sido una experiencia que me ha aportado mucho. Sabed que, desde hace algunos
años, es la primera vez que hago algo con verdadera ILUSION. En cada una de las
flores que adornan los abanicos que os obsequiamos, puse el corazón y todo mi
cariño. No me gustaría que los vierais con ojos críticos castigando mi osadía, ya que como pintora dejo mucho que desear. Quisiera
que los vierais con comprensión y con el mismo cariño con el que fueron hechos.
Volver a abrazar a todos los que conocí en el anterior encuentro de
Valencia, fue muy gratificante para mí. Sus abrazos y palabras de cariño y
amistad, me llenaron de alegría.
Las personas que por primera vez he conocido en este Encuentro, Susus,
Chelo, Encarní, Encarnita, Rosa, María José, José Ignacio, Vicente, Carlos,
José Miguel, Ildefonso, Maria me han mostrado el mismo cariño que si me
conocieran profundamente, de toda la vida. Matrícula de Honor por tanto para
todos ellos.
Quedará en mi memoria para siempre el magnífico rato de tertulia con
el grupo de “Indignados” (ellos saben por qué), Ferrán,
Cristina, Juan Carlos, Susurros y José Miguel
y sus batallitas por la supervivencia de sus macetas. Ellos con su cariño,
hicieran que brotara espontáneamente de mí la Toñi olvidada, aquella Toñi
bromista y alegre que un día fui. Me hicieron sentir bien, muy bien.
Por eso quiero daros a todos las gracias, Sin saberlo ni
pretenderlo, habéis logrado que en vuestra juevera compañía, me sienta bien
aunque después, paradojas del alma humana, no haya podido evitar un sentimiento
de culpa, un sentirme mal, por sentirme bien. Algunos conocéis los motivos que
me asisten para este contradictorio sentimiento.
Termino diciéndoos que conmigo, una vez más, habéis hecho gala de ese
espíritu que está en la esencia del juevero. Como dice Alfredo y “roba” Pepe, cuestión
de piel.
Más sensaciones jueveras en el blog de nuestro diario favorito The Daily Planet's Bloggers
Más sensaciones jueveras en el blog de nuestro diario favorito The Daily Planet's Bloggers
QUERIDOS JUEVEROS PEPE Y TOñI: solo les voy a decir, que cuando esté un poquito bajita de fuerzas, me daré aire con ese abanico hermosamente pintado que tiene todo el encanto de Córdoba y en especial de este encuentro.
ResponderEliminarCon todo mi cariño y felíz, por haberlos visto felices, les dejo mi abrazo.
ah.... la imagen de la portada, desde el sábado tiene mucho más significado y emoción...
ResponderEliminarhola es un gusto lo de jueveros no lo conocía escribo cualquier día, de cualquier form un gusto amigo!! un beso
ResponderEliminarPepe, siii, ni más ni menos, gente de piel, detrás de las letras, eso es lo importante, un reguero de empatía que crece y crece, que se abanica ricamente con el abanico de Toñi, lo tengo a mi lado, gente persona, ¿escribimos? verdad, pero también nos vivimos.
ResponderEliminarBesito añorado, Pepe y Toñi (espero nuevas letras tuyas cuando quieras, amiga) Os quiero.
Pepe... emotivo. Toñi, encantada de conocerte (aunque por lo que he leído de los compañeros "casi" te conocía)... La verdad es que me habéis emocionado y no puedo decir nada más...
ResponderEliminarUn abrazo fuerte y auténtico a los dos.
Pepe, lo has expresado perfectamente, es así como nos sentimos y este encuentro ha reafirmado los lazos un poquito más y la semana va cargada de emociones... y Toñi, aquí tengo mi abanico, es verde... el color de la esperanza y cada una de esas flores serán especiales para mi siempre... ojalá sean tantas como encuentros y abrazos que nos demos. (son muchas, ehhh?)
ResponderEliminarUn beso, ¡os quiero un montón!
Tiene razón Pepe, la excelencia literaria (que la hay en muchos casos ciertamente) no es lo que convoca. Convoca la gente y el sentimiento.
ResponderEliminarNo te conozco Toñi (bueno, un poco si, a través de Pepe), pero de lo que he leído hasta ahora tus palabras son las que mas me han llegado. Si ese grupo de gente te trajo alegría e ilusión, aunque sea por un rato, ya está, no hay mas que agregar. Los abanicos harán el aire mas liviano, asi como los jueveros alivianaron un rato tu corazón. Y culpa no, culpa nunca. Alguien por algún lugar habrá sonreído al ver sonreir a su madre, eso te lo aseguro.
Un beso a ambos
Any
Solo decir que fue un verdadero placer conoceros, el abanico lo guarda Conchín como uno de esos tesoros que siempre se recuerdan, en este caso de una visita a unos amigos grandes, "de piel" como decís, y de una ciudad hermosa como pocas Cordoba "la Sultana".
ResponderEliminarEl resto aun está por escribir en muchos más textos y en muchos más encuentros jueveros.
Un abrazo fuerte.
Pepe magnificamente detallado nuestro sentir, pero hoy, lo siento, mis aplausos van para esa mujer maravillosa que lleva el alma en los ojos.T0ñi el abanico tiene un sitio de honor entre "mis cosas" cada flor pintada emana tu olor dulce e intenso. Es bueno que sientas brotar de nuevo dentro de tí, así es la vida, no olvidamos, jamás, pero la semilla brota, no es malo, para nada.
ResponderEliminarEspero que te animes y de cuando en cuando nos regales de nuevo tus palabras.
Un enorme abrazo a los dos.
Llevas toda la razón. Ser juevero va más allá de la escritura, se centra principalmente en la persona. Siempre he dicho que detrás de cada texto hay una persona con sus vivencias, ideas, sentimientos y emociones, a la que debemos querer y respetar a partes iguales, algo que creo que ha quedado demostrado más que de sobra en el encuentro del sábado. Me encantó conoceros a todos. Siempre he pensado que erais buena gente y ahora he podido confirmarlo con creces. Muchos besos para tí y también para Toñi y una vez más, gracias por todo.
ResponderEliminarPEPE, merece la pena vivir piel con piel con gente así, no creo haga falta decirlo, amigo imprescindible en este microcosmos juevero. Tengo la sensación de no haber compartido tiempo contigo este fin de semana, como pienso que estuviste demasiado responsabilizado de que estuvieramos bie. Sin problemas, estuvimos de cine.
ResponderEliminarPaara Toñi, ¿qué decir? lo del rato de los indignados grabó momentos memorables en mi vida. Nunca lloré tanto ... de risa. ¡Qué rato tan espectacular! No sé si debo decir, pero quiero decir que personas tan maravillosas como Pepe y tu, aunque hayáis tenido que vivir algo tan duro, merecéis ser felices.
Con mucho cariño hacia los dos, un abrazo muy fuerte.
Pepe, como dices ser juevero es algo más que escribir, es un sentimiento de humanidad de cariño, que se culmina con estos encuentros, que cuando se acaban ya estás esperando el próximo.
ResponderEliminarToñi, un 10 por tus abanicos, se ve el cariño que has puesto en ellos, me he sentido muy bien al conocerte y en este encuentro aun mejor al tratarte más. Espero volverte a ver pronto.
Un beso a los dos, sois fantásticos.
Querida pareja.
ResponderEliminarHabéis conseguido emocionarme con vuestras letras. ¡Ojalá! ese espíritu juevero perdure muchos años entre nosotros y nadie venga a estropearlo. Leyéndoos, me siento una privilegiada de estar -aunque no sea al cien por cien- en este maravilloso grupo.
En cuanto a las flores del abanico, querida Toñi, están perfectas, porque cuando las miro, solo veo la ternura e ilusión que has puesto en ellas. Y pensar que casi no me entero que los habías pintado tú...
De nuevo, gracias por ser como sois.
Un fuerte abrazo.
Lupe
Que razón tienes Pepe, si para ser juevero fuese condición indispensable dominar el arte de escribir muchos ni nos hubiéramos acercado.
ResponderEliminarSin embargo es mucho más que eso,es como una gran familia (aunque en la distancia)por la que sientes un afecto indescriptible aunque no la conozcas personalmente. Por lo menos así lo siento yo.
Un beso para los dos
Pepe, las palabras de tu esposa logran conmover íntimamente. Saber que un grupo de personas reunidas con el interés común de conocerse y compartir llegue a tener semejante poder "sanador" -por favor tomen esto en el mejor de los sentidos- llega al alma...y si uno se siente parte vital de ese grupo (aunque haya un océano de por medio), emociona doblemente.
ResponderEliminartu escrito tiene muchas puntas por donde podría seguir comentando y reflexionando, pero elijo quedarme con ese.
Un abrazo fuerte
=)
La verdad no sé muy bien qué decir que no se haya dicho ya, yo creo que todos sentimos esa unión juevera que va mucho más allá de la escritura, lo he sentido desde mi primer jueves y cada día se hace más fuerte.
ResponderEliminarCómo me hubiera gustado conoceros en Córdoba!!, prepárame un abanico para el siguiente encuentro, porfi, Toñi,y un beso muy fuerte para los dos.
Pepe, esa misma magia que te ata y que te pondría muy triste si desapareciese es la que me obligó a abrir otro blog pese a que quería desaparecer del mapa. Pasar sin los buenos ratos, amigos o comentarios no me sentó bien y volví, porque era mucho lo que perdía si no estaba cerca de todos vosotros. Por ese espíritu impalpable que está siempre presente, en cada comentario, estamos todos los que estamos ¡¡¡y los que estaremos!!!
ResponderEliminarToñi, mujer chiquita pero enorme a la vez. No te sientas culpable de nada, aunque conozco los motivos de vuestro pesar, nadie querría verte triste. Tal vez por eso todos pretendan que te sientas bien sin necesidad de demostrarlo de forma directa. Estás en nuestro pesamiento desde que nos vimos en Valencia. Carita triste pero llena de amor que miraba desde el otro lado de la mesa a dos pequeños que acababan de llegar, palabras suaves las tuyas y pena por no tener más tiempo para seguir charlando y charlando, compartiendo y sintiendo. Cerca de ti estamos y tú en nuestro corazón. Gracias por ser así.
Me gustó verte en las fotografías, me sentí ahí con vosotros. Resplandece tu felicidad, déjala que brille hacia afuera, un poquito.
Mucho les debemos a estos locos jueveros.
Un beso a los dos.
Casi todos estamos coincidiendo en que los jueves son más que relatos escritos con mayor o menor calidad literaria, son un sentir, un saber que tenemos amigos cómplices de nuestras inquietudes, de nuestra necesidad de comunicarnos, incluso de oírnos gritar una llamada de socorro cuando nos aprieta la vida. Somos generosos con el cariño y eso es lo más importante.
ResponderEliminarUn beso para ti y para Toñi.
Es esa actitud, son esos brazos abiertos, los que hacen de este microcosmos juevero, un espacio en el que es fácil entrar por su condición de espacio abierto, pero difícil, muy difícil salir por que es condición humana echar raíces en aquellos lugares donde nos sentimos bien.
ResponderEliminarnunca mejor dicho eso! a mi no me llegaron abanicos... pero bueno, no los necesito ya que el frío es bastante crudo por aca! jejeje.. un abrazo grande!
Sentimientos que se escriben y escritos que emocionan. Todo eso está en vuestro texto y así tiene que ser el espíritu de los jueves.
ResponderEliminarLos jueveros ya tienen musa, esa de sonrisa cómplice, que pinta la brisa que nos acaricia la cara.
Besos
Alfredo
No hay mucho que agregar a estas palabras que acabo de leer, solamente que tengo un sueño, y es poder algún día atravesar la cámara de video y darles a todos un abrazo gigante!!!
ResponderEliminarGracias por dejarme formar parte de tan excelente grupo humano!!!
Un abrazo.
Cuánta emoción hay aquí! Realmente Pepe, entiendo cuanto expresas, más aún, comparto igual sentimiento desde que comencé a integrarme al grupo. Ha sido una gran oportunidad de intercambio y de enriquecimiento personal. Cuando vi las fotos del encuentro, juro que se me escaparon lagrimones, pues, me emocioné con vuestra alegría y a la vez me entristecí por no poder estar allí. No importa, sueño con poder llegar algún día... los sueños son un aliciente y es por donde la realidad comienza. A Toñi, a quien acabo de leer, un beso enorme, y a tí, otro, pues, compartir desde estos rinconcitos plagados de letras y afecto, es un placer que se renueva día a día... y jueves a jueves!
ResponderEliminarGaby*
Pepe, desde el primer momento el título de tu blog suscitó mi curiosidad, hoy pienso si no te confundiste al definirlo y definirte.
ResponderEliminarLa palabra, portavoz del sentimiento y reflejo indirecto de nuestra personalidad, habla en nuestro nombre…muchas veces, más de lo que nos gustaría.
Desde el otro lado, te intuyo, engranando el todo que te rodea, jueves, viernes o domingos. Puedo equivocarme, pero lo pienso y lo digo…lo considero una virtud.
Toñi, yo no estuve y por tanto no vi tus abanicos, pero estoy segura de que son preciosos por el amor que en ellos pusiste…es lo único que importa, querida, algo que el dinero jamás podrá comprar.
Un beso a los dos.
Ayyy Pepe, no sé cómo me las arreglo para estar siempre en la cola. Sabes qué pasa, que me gusta recrearme en todo, cuando camino me fijo en todo los detalles mientras los voy gestionando y viviendo, creo que algo también me pasa con los blogs para llegar la última a la convocatoria, y a los comentarios. Confieso que soy un poco lenta, pero eso es un secreto, no se lo digas a nadie ¿vale?
ResponderEliminarY también tengo que decir que Toñi es fantástica, me encantó su dulzura y su cariño, algo que está en sus abanicos, por eso no tienen precio, tienen mi admiración. Pepe y Toñí, merecéis ser felices, a pesar de todo, la vida es dura, pero estos momentos agrandan el corazón, y es bueno.
Un abrazo fuerte a los dos.
Esta vez la cola me la llevo yo que ando con el culo en burra todo el día, por eso fue inestimable vuestra ayuda juevera os lo he dicho muchas veces y no me cansare de repetirlo. Y a Toñi que por primera vez se expresa por escrito decirle que a pesar de los pesares nunca dejes de sonreír, tu sonrisa lo dice todo de ti y gracias de corazón por lo entrañable que eres.
ResponderEliminarBesos
Pepe, tu apuntas y Toñi apostilla con incuestionable acierto. Nada que añadir, solo quedarse con las sensaciones.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola, soy Cristina,apropiándome de la voz de Juan Carlos.
ResponderEliminarNo puedo contener las ganas de deciros a Pepe y a Toñi lo maravilloso que ha sido el compartir este encuentro con todos. Desde luego, habéis sido unos anfitriones extraordinarios. Córdoba me gustó cuando la conocí hace tan solo tres años, pero es que ahora no es otra ciudad monumental, no, es un lugar donde viven personas por las que siento un gran cariño. No olvido las explicaciones tan interesantes de Carlos ni su chispeante sentido del humor. En fin, que hasta el calor fué un compañero bienvenido, a juego con la sensación de ser un grupo de amigos queridos que me acompañó en todo momento.
Toñi, estoy de acuerdo contigo en que el momento de los "indignados" fué muy especial. Ese angel protector de Córdoba pudo tener algo que ver... pero creo que otro angel muy cercano seguro que estaba sonriendo de verte tan feliz. Yo también lloré de alegría y pienso atesorar ese recuerdo, con las caras de felicidad de todos, como uno de los mejores.
Un beso enorme a los dos.
NO tengo palabras que agregar a este manifiesto, de verdad que me han hecho lagrimear!, me siento profundamente emocionada por las palabras de Pepe que describen el espíritu juevero y profundamente conmovida con las palabras de Toñi.
ResponderEliminarLes mando un fuerte y cálido abrazo a los dos
Anigo Pepe, un placer leerte y mucho más leer a Toñi, como mujer, comprendo muy bien cada una de sus palabras. Me alegro de corazón que este encuentro lo disfrutaran todos, que se repita, y a ver si me puedo escapar para daros un abrazo a todos. Besitos dobles.
ResponderEliminar