Ojeaba con añoranza el álbum de fotografías
cuando se fue la luz. Los apagones cada vez eran más frecuentes así que caminó
hasta la palmatoria sin tropiezos ni titubeos. Acudieron a su mente recuerdos
infantiles de terror y pánico a la oscuridad, uno más de sus muchos temores. Toda su vida
estuvo llena de miedos hasta que un luctuoso suceso les puso estación término y
fecha de caducidad. Desde entonces, sus miedos habían desaparecido.
Allí estaba de nuevo, como siempre que encendía
la vela. Ningún obstáculo se interponía entre la débil llama y la pared del
fondo. Sin embargo, el familiar contorno de la sombra, proyectada en la pared contra
toda racionalidad o lógica, danzaba con la suave cadencia que le transmitía el
casi imperceptible movimiento de la llama. Hubiera dado su vida por poder incorporarse
a esa danza, por poder estrechar la sombra entre sus brazos, pero las sombras
son esquivas y no se dejan abrazar.
Volvió la luz y aquel contorno amado se
esfumó, marchándose al inframundo de las sombras. Le despidió esbozando una
sonrisa cómplice y su mirada regresó nuevamente a su imagen capturada en momentos
de felicidad compartida y encerrada allí, para remover sus recuerdos, en el
viejo álbum.
Mas historia a la luz de una vela en el blog de nuestra amiga Encarni
Mirando imágenes del álbum, recordando momentos pasados y felices y la luz danzante de la vela que juega con nuestros sentimientos. Una fugaz ilusión.
ResponderEliminarUn beso.
Un albun de fotos familiar está lleno de sentimientos, y vacios, a la luz de la vela, podemos sentir la presencia de seres que añoramos,unos instantes que nos regala el cerebro llenos de amor...Precioso tu relato, querido amigo Pepe.
ResponderEliminarBesos mil.
Un relato de añoranza, de sentimientos y de pérdidas.
ResponderEliminarBonito relato.
Saludos.
Dolorosa llama, sombra amada, instante de ensueño, presencia constante.
ResponderEliminarPepe, has encendido esa luz cálida hasta emocionarme.
Besito cariñoso.
Los recuerdos que trasmiten las fotos enclaustradas en un album coinciden con las sensaciones, que tras el apagón, nos produce el tintinear de la vela y las sombras que produce. Sin duda unidas por las sensaciones que los recuerdos de las imagenes han incrustado en nuestra retina.
ResponderEliminarUn abrazo
Al mirar fotos se revuelven los recuerdos y si para colmo la luz es la de una vela. siempre se nos representas momentos entrañables de otras épocas.
ResponderEliminarHola Pepe,
ResponderEliminarTu relato es un inmenso caleidoscopio con todos los elementos y más: los recuerdos, las sombras, las luces, los miedos, la luz y la felicidad recobrada...
Grande. ¡Magnífco!
Un abrazo.
La imaginación se dispara a la vista de las llamas, de la misma forma que la secuencia del fuego nos atrae hasta la idiotez.
ResponderEliminarRelato muy atractivo, con su carga de fondo, su desarrollo poético y los recuerdos que te deja.
Abrazos
No están mal esos apagones que nos acercan un poco más, aunque sea por unos minutos a los seres queridos que tanto echamos de menos.
ResponderEliminarUn beso!!
Muy sugerente la luz que nos permite ver una instantánea y más sugerente la oscuridad que nos hace hundirnos en el recuerdo de la memoria...
ResponderEliminarBuena y hermosa metáfora.
Un beso a ambos y dos cafelitos!
Sobre recuerdos estáticos, otros dinámicos y vuelta a los estáticos. Buen recorrido.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que bonito relato, los álbumes de fotos contienen tantos recuerdos, y sobre todo tantas personas que amamos y ya no están.
ResponderEliminarSigo desganada, paso por el otro lado porque doy una mirada rápida, tampoco mis dolores me dejan tranquila este otoño lluvioso. Mañana tengo que animarme y pasar a leerles.
Besitos dobles amigo Pepe.
Los recuerdos se las ingenian para reaparecer de las formas más asombrosas!
ResponderEliminar=)
Tomo tu frase: "las sombras son esquivas y no se dejan abrazar."... por suerte los miedos pudieron ser vencidos y los recuerdos, se permitieron sentir un abrazo nostalgioso. Destellos de la memoria... nunca faltan.
ResponderEliminarBesitos Pepe!
Gaby*
Interesante la sombra personificando al pasado, una sombra a la que se desea abrazar. Pero como cita el comentario anterior"...las sombras son esquivas y no se dejar abrazar..."
ResponderEliminarBien escrito.
Espero que no se corte la conexion.
Un recuerdo anda dando vueltas y un álbum entre manos los rememora. Un apagón y una vela hicieron el hechizo, aunque la nostalgia haga su aporte. Hasta a mi me saco una sonrisa.
ResponderEliminarPrecioso aporte poético.
Un abrazo.
Y yo que he visto una metáfora en tu texto, sobre esas etapas oscuras que tenemos en la vida y nos encontramos con nuestra sombra para querer abrazarla porque anda un poco perdida.m Así es como lo he visto yo.
ResponderEliminarUn abrazo
Un texto muy sugerente, lleno de recuerdos y de sombras que bailan y desparecen. La ondulaciones que hacen soñar y pensar en momentos mejores, junto al viejo album de fotos.
ResponderEliminarPrecioso!!!
Un abrazo
La melancolía que trae recorrer fotos antiguas de momentos felices, y que se acentúa con la proyección del reflejo de una vela. Al menos nos permite ver esas sombras dibujadas un rato más.
ResponderEliminarUn abrazo enorme.
Es muy tierno, repleto de imaginación, por otro lado el perderle el miedo a la vida a través de una vela puede resultar algo muy mágico. Bss.
ResponderEliminarEsa sombra esquiva no se puede abrazar pero siempre está alli, cerca. Y a veces logramos verla por unos segundos a la luz de una vela. Un momento mágico sin dudas, como tu relato.
ResponderEliminarun abrazo
Ha surgido ante mi Platón y su caverna, las sombras irreales sobre un fondo rocoso. ¿Irreales?
ResponderEliminarUn abrazo
no sé, independientemente de lo bien o mal escrito, independientemente de la estructura, independientemente de lecturas con este o aquel significado,...no sé...no he podido evitar pensar en esto:
ResponderEliminarEXISTIMOS CUANDO NOS VAMOS TAN SÓLO EN SOMBRAS QUE ADQUIEREN VIDA CUANDO EL QUE LAS VISIONA LES DOTA DE ELLA. ESO SÍ, LOS IDOS, NI PUTA CUENTA. EXISTIMOS TAN SÓLO EN EL CONTORNO DE LOS QUE QUEDAN. POR QUE LA CONCIENCIA DE NUESTRO EXISTIR, ESA, ESA SÍ QUE NO Y NO. INCLUSO ES FALAZ HABLAR EN TÉRMINOS DE "EXISTIMOS", ASÍ, EXPRESADO EN PRESENTE Y TENIENDO COMO SUJETO AL SUJETO IDO....
NO...SÓLO QUEDA LA VIDA QUE NOSOTROS...MIERDA, LAS PALABRAS JUEGAN MUY MALAS PASADAS AL HABLAR DE ESTO. A VECES PIENSO QUE NO ME SIRVEN...
medio beso.
Me ha encantado. Esa belleza de las formas que crea la llama, esas sombras esquivas y mágicas que describes.
ResponderEliminarAbrazos, amigo.
Me gustó mucho tu relato y casi veo tus imágenes sobre la pared.
ResponderEliminarUn beso mi querido amigo y buen fin de semana
Impecable Pepe, un texto que cala hondo. Me gustó especialmente ese perder miedos y saber encontrarse con las sombras.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sombras del pasado que vuelven al presente danzando como en aquel momento en que todo sucedio
ResponderEliminarEsos recuerdos siempre presentes, que con el silencio y la luz tenue de una simple vela, salen a la superfície para recordarnos que un día estuvieron allí.
ResponderEliminarNostálgico y bonito relato
Un abrazo
EL abrazo de esa sombra es un sueño grato en la intimidad con el alma y recuerdo.
ResponderEliminar+Pepe,estaré por aquí ,pero no con la misma asiduidad que siempre ,en este mes.
Os leeré,pero si no dejo coment.no te preocupes.Es cosa de tiempo.
Besucos y gracias
Gó
Aceptar aquellos miedos o dejarlos pasar lo dejaron preparados para afrontar esta experiencia. Seguramente, otra persona se asustaría o rechazaría este momento. Saludos un abrazo Pepe
ResponderEliminarBonita historia; quién por valiente que sea no ha sentido escalofríos ante los apagones de luz, ante las sombras de las velas. Me gusta el transporte de la imagen a la sombra y vuelta a la imagen
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