La política es el arte de lo posible.
Esta frase que se ha atribuido a más de un pensador y filósofo,
podría definir muy bien el ideal de una actividad regida por la
prudencia, ejercida por los mejores, encaminada a lograr las mayores
cotas de bienestar social, a perseguir una sociedad más justa e
igualitaria. Sin embargo, esa forma de entender la actividad
política, lo que esa frase encierra, si alguna vez tuvo algún
sentido, lo ha perdido por completo. Hoy en día no es en absoluto
reflejo del mal hacer de muchos de nuestros políticos.
Cuando no existe un equilibrio de
fuerzas, cuando los poderes legislativo y judicial no son
independientes del gobierno y éste a su vez busca el beneficio y
enriquecimiento propio favoreciendo los intereses del auténtico
poder, el económico, cuando el llamado quinto poder el ejercido por los medios de
comunicación está igualmente al servicio de los poderosos, alejado de la
necesaria pluralidad de pensamiento, la política se convierte en
una actividad bastarda y nociva para la sociedad a la que dice
servir.
Me gustaría glosar las virtudes de una
actividad ejercida por y para el hombre, en la que una vez creí,
pero me es muy difícil, diría que imposible, escribir con una
visión optimista desde la desilusión y el desencanto. Sería
injusto si no reconociera la existencia en la política de personas
honestas y vocacionales, pero la cruda realidad me lleva a pensar que
apenas tienen peso específico en los centros de poder político.
¡No me deis dinero, ponedme donde
haya!. Ese lema que rige la conducta de muchos delincuentes, parece
que ha sido asumido como propio por un alto porcentaje de nuestros
políticos que aspiran a la representación ciudadana sin más
objetivo que medrar y enriquecerse.
Y mientras esto sucede, asistimos casi
impasibles a la mutilación sistemática de una serie de derechos
propios de una sociedad avanzada, de una sociedad que debe buscar el
bienestar de todos sus ciudadanos sin exclusión alguna.
Y digo casi impasibles porque el
hartazgo ciudadano ha dado lugar a la aparición en el ruedo político
de nuevos protagonistas con posibilidades de acceder a puestos de
responsabilidad pública, que se proclaman a sí mismos revestidos
de ética y moral. Confiemos en que así sea si llegan a tener
parcelas de influencia y no tengamos que asistir de nuevo a más de
lo mismo,
Más impresiones sobre la actividad
política en el blog de nuestro amigo
GUSTAVO
Buenos dias Pepe; Has interpretado fielmente todo mi sentir respecto a este tema. Lo has visto con justicia y así lo has escrito.Estoy completamente de acuerdo contigo. Una realidad política muy bién razonada. Saludos amigo.
ResponderEliminarY siempre será así si todo va bien y no empeora. Un abrazo
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarola de mar...
No tengo ninguna fe ya. Aún bueno, quiero imaginar q es posible. Pero llevamos tanto tiempo ya en el mundo , hemos visto y estudiado tantas corrupciones, visto como son cuando llegan al poder que es difícil tener fe en que alguien pueda , de verdad, pensar en la mayoría cuando gobierne y que sea y le dejen ser honrado cuando llegan allí arriba.
El día 20...sería un soplo de aire fresco en este enrarecido ambiente político y económico, pero tengo tan poca fe...
Necesitamos cultura democrática, al fin y al cabo, la política es un reflejo de la sociedad de la que no podemos excluirnos.
ResponderEliminarSaludos.
Yo también lo espero Pepe. Estos partidos han de tener mucha fuerza de voluntad, para no dejarse tentar por los mercados y los sobornos. De todas maneras hay que darles una oportunidad.
ResponderEliminarUn abrazo
Veo que no es sólo por aquí que hemos tocado fondo en un ciclo que reclama por culminar y otro que espera poder nacer. Les deseo que quienes ocupen de ahora en más los lugares de poder sean más éticos y honrados que los que se marchan.
ResponderEliminarUn abrazo
Así sea.
ResponderEliminarLeyendo tu análisis he recordado un comentario que me hizo un amigo, que trata frecuentemente con políticos y que me decía que cada vez eran peores. De alguna forma los corruptos han ido echando a un lado a los honestos y apropiándose de todo. Ojalá este momento sirva para regenerar ese mundillo.
Abrazos, amigo.
Sería bonito que la honradez reinase en la política, pero de momento es una ilusión. Habría que darles suero de la verdad a todos para que eso sucediese.
ResponderEliminarUn saludo.
Pepe no me gusta verte tan desilusionado, aunque la cosa está para estar no así, sino lo siguiente, pero hay que crear esperanzas tú mismo has dicho que no todos los políticos son tan....
ResponderEliminarBueno, te mando un beso y ya veremos...
La desilusión es mala porque acaba con la esperanza, pero bueno... siempre puede cambiar algo, siempre...
ResponderEliminarUn beso enorme.
Ojala recuperemos la ilusión y, los políticos, nos brinden un futuro mejor...
ResponderEliminarPor la ilusión perdida, un voto de confianza
ResponderEliminarOs deseo Pepe una muy FELIZ NAVIDAD.
Un abrazo repletito de amistad.