Juró que no olvidaría y
supo que la iban a matar. Tenía la certeza de que su fin estaba
próximo. Tal vez debería haber contenido la rabia y la impotencia
que le produjo contemplar el violento asesinato. No pudo evitar que
oyeran junto a su exclamación de estupor, el último click de su cámara fotográfica y, aunque
consiguió huir en su coche, estaba segura de que habían anotado su
matrícula. Ella los había reconocido. No había llegado allí por
casualidad. Como buena periodista, iba tras el origen de un aumento
considerable de droga en la ciudad hasta el punto de que en cualquier
TENDERETE era ofrecida y había quedado en ese callejón para
recibir información con la chica que ahora yacía muerta.
Había reconocido al
hombre que disparó. Una auténtica BESTIA apodado EL CUERVO que a
pesar de su corta EDAD, contaba con un amplio historial delictivo
como proxeneta, capo de la droga, FALSIFICADOR y ahora, por lo que
ella misma había contemplado, también como asesino. Sabía que sus
horas estaban contadas, y que no tardaría en quedar atrapada en la
tela de araña formada por los innumerables contactos de la red
mafiosa que EL CUERVO dirigía. Le dió el tiempo justo de enviar las
fotografías obtenidas a la policía y a los medios de comunicación
antes de caer abatida a disparos a las puertas de su casa.
Muy buen relato, me gustó, tanto por contundencia como por la naturalidad con la que lograste ir utilizando las palabras propuestas. Te salió "redondo"
ResponderEliminar=)
Un auténtico relato policíaco, muy bueno.
ResponderEliminarLa imagen impacta y el relato sobrecoge. Un abrazote
ResponderEliminarAy Pepe que historia tan realista, que pena que tuviera que terminar así, pagando tan alto precio por denunciar a los delincuentes.
ResponderEliminarEl relato es impecable, ágil y se lee sin parar.
Un abrazo enorme.
Magnífico relato policíaco. Te has estrujado las neuronas para ir utilizando muchas de las propuestas.
ResponderEliminarUn beso
Has conseguido , con tu ágil y bien estructurado relato, acaparar mi atención. Una historia que tiene muchos visos de realidad, brillantemente contada, a pesar de los incómodos obstáculos que lastran la creatividad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un relato que se lee del tirón, desgraciadamente, en muchas ocasines sale peor parado el que menos culpa tiene. La imagen casa totalmente con lo que tan bien nos cuentas.
ResponderEliminarBesos querido amigo.
Curiosamente, logró que se hiciera justicia por su propio asesinato. Vengó su propia muerte.
ResponderEliminarLas palabras se acomodan en tu relato con total comodidad. Una historia de mafia, venganza, con ese tinte real que nos acongoja cuando vemos las noticias y nos encontramos con situaciones de este estilo. Como dice Demiurgo, de algún modo, ella vengó su propia muerte, es esperable que la justicia actúe en forma.
ResponderEliminarBesos Pepe, y lindo fin de semana!
Gaby*
Triste final para la pobre chica; pero la ficción ya sabemos que es superada por la realidad, y en estos casos de droga la muerte siempre ronda.
ResponderEliminarMuy bien llevada la trama
Un abrazo
Tremendadmente duro, intenso y realista, Pepe...Te felicito por tu maestría. Mi abrazo y feliz fin de semana, amigo.
ResponderEliminarM.Jesús
Hola Pepe! A ver si este comentario no se borra! Qué día! Qué diferente este texto a lo que suelo leerte... y cómo se parece el tema de fondo al mío. Me pregunto si son las palabras de Mario José que llevan a este tema. A mí me costó bastante y aún habría que seguir reescribiendo. Me apetece rescribir el final. Y a ti te costó? Suena muy natural' nada forzado. Me gustó volver a visitarte y leerte. Un abrazo !
ResponderEliminarPerfecta trama, perfecta solución, perfecto final. Me ha encantado Pepe. Un dia inspiradísimo amigo. De verdad. Un abrazo muy fuerte
ResponderEliminarRedondo, certero, intrigante, bien hilvanado, un desafío logrado.Gracias por estar en mi jueves. Un beso
ResponderEliminarMuy fuerte y un estilo distinto del que nos tienes acostumbrados.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me ha gustado mucho Pepe, la historia te atrapa y hasta el punto final no despegas los ojos de la pantalla. Muy bueno tu aporte.
ResponderEliminarUn abrazo.
La palabras se unen encajando en un perfecto engranaje. Todas adquieren un gran sentido y crean expectativas para el temido final.
ResponderEliminarAbrazos
Duro y creíble este relato que acaba con una de las cada vez menos periodistas de verdad que quedan. Porque es una profesional para quitarse el sombrero ante ella.
ResponderEliminarAbrazos, amigo.